El hombre baleado ayer frente a Palacio Municipal de Tijuana es uno de los principales integrantes de la vieja guardia del Cártel Arellano Félix (CAF), para el cual ha sido desde traficante hasta un sanguinario sicario que participó en la ejecución de 19 integrantes de una familia, incluidos una mujer embarazada, niños y bebés, en Ensenada en 1998.
Su nombre es José Gerardo Malagón Maciel “El Patas” y también ha sido detenido con cientos de kilogramos de droga y miles de dólares en efectivo.
El lunes 25 de marzo, alrededor de las 6:30 de la tarde, el integrante del CAF fue atacado a balazos junto a otro hombre mientras se encontraba dentro de un vehículo Nissan Sentra gris frente a Palacio Municipal en avenida Centenario.
El hombre de 60 años recibió dos disparos en el pecho y su acompañante, quien conducía el automóvil, fue lesionado en el brazo, por lo que pudo conducir hasta el Hospital General, en donde ambos fueron atendidos.
Sus atacantes, quienes les dispararon desde otro vehículo, huyeron de la zona en dirección a la colonia Libertad. Cuando la Policía Municipal acudió al sitio de los hechos, encontró cuatro casquillos frente a la farmacia La Más Barata, que se ubica en la glorieta de Palacio Municipal.
La carrera criminal de José Gerardo Malagón Maciel “El Patas” comenzó bajo las órdenes de Ismael Higuera Guerrero “El Mayel” y Efraín Pérez Pasuengo “El Efra”, líderes del CAF en la década de los noventa, para quienes cruzaba droga hacia Estados Unidos.
Después de que “El Mayel” y su hermano Gilberto “Gilillo” Higuera Guerrero cambiaron de bando al Cártel de Sinaloa para luego terminar en prisión, al igual que el arresto de “El Efra”, ambos hechos a inicios de la década del 2000, Malagón Maciel continuó trabajando para los hermanos Arellano, directamente con Francisco Javier Arellano Félix, “El Tigrillo” y Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”.
Sin embargo, su vida delincuencial alcanzó mayor notoriedad cuando participó en uno de los crímenes más brutales vistos en el mundo del narcotráfico en México.
La madrugada del 17 de septiembre, un comando armado ingresó al rancho “El Rodeo”, ubicado en el poblado El Sauzal de Rodríguez en Ensenada. Dentro del rancho, había tres viviendas de las familias Castro, Tovar y Altamirano, las cuales compartían parentesco.
El objetivo de los sicarios era Fermín Castro, a quien el CAF acusaba de haberle robado droga, pero decidieron enviar un mensaje a todos sus enemigos y traidores ejecutando a las tres familias.
Entre las víctimas, estaban una mujer con ocho meses de embarazo, dos bebés y niños de 4 a 9 años, así como varios adolescentes, a quienes colocaron boca abajo en uno de los patios del rancho y los rafaguearon hasta quitarles la vida. Solo sobrevivieron dos menores de edad, quienes lograron esconderse cuando los asesinos ingresaron a las viviendas.
A pesar de que las autoridades nunca procesaron a “El Patas” por esta terrible masacre, se supo que fue uno de los sicarios enviados por el CAF.
Años después, en marzo de 2010, fue detenido junto a otro operador del CAF, de nombre Harry Alberto Llamas con un cargamento de 507 kilos de marihuana y más de 10 mil dólares en efectivo en Tijuana.
El arresto estuvo a cargo de la Policía Municipal y del Ejército Mexicano cuando respondieron a un reporte de dos camionetas sospechosas que se encontraba en el Cañón del Padre, delegación La Presa, pero Malagón recuperó su libertad tan solo cinco meses después.
Por su parte, Harry Alberto Llamas sobrevivió a un atentado el 4 de diciembre de 2015 mientras comía en el restaurante japonés Fusión 40, del cual es propietario y el cual se ubica sobre el bulevar Díaz Ordaz frente al Mercado de Todos en La Mesa Tijuana.
Alberto Llamas, quien al igual que “El Patas” Malagón formaba parte del CAF desde la década de los 90s recibió cuatro disparos en el brazo y el tórax por parte del sicario Gregorio Dávalos Hernández “El Goyo”, quien fue detenido junto a su cómplice Francisco Javier Hidalgo Tarazón “El Bigotes” por la Policía Municipal, a la cual confesaron que el homicidio había sido ordenado por su jefe de apodo “El Rocky”, quien era jefe de plaza en Rosarito.
Además de ser detenido con droga junto a “El Patas”, Alberto Llamas había sido capturado en Tapachula, Hidalgo en el año 2000 con 3 toneladas de cocaína transportada desde Colombia.