Tecate.- Por segunda ocasión, familiares de personas levantadas y asesinadas o desaparecidas, narran que estas víctimas fueron entregadas a sus captores en las instalaciones de la Policía Municipal de Tecate.

Es el caso de los tres hombres que aparecieron sin vida el 2 de enero en un camino vecinal en Cerro Azul. Tenían los pies, manos y rostros atados con cinta adhesiva.
Sin embargo, no es la primera vez que una persona es “levantada” al ser liberada de la comandancia municipal. Un caso similar ocurrió con un hombre que guardaba parentesco con un agente de la Policía Ministerial de Tecate (de apellido Melendrez), quien fue privado de la libertad de las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal luego de ser detenido por los uniformados.

Los cuerpos localizados el 2 de enero corresponden a tres hombres que habían sido detenidos por agentes de la Policía Municipal el domingo 22 de diciembre alrededor de la 1:00 de la tarde.
Luego de que los tres pasaron unas horas en las celdas, una persona cuya identidad no fue registrada en la Comandancia pagó la multa para que quedaran en libertad.
En ese momento fueron levantados de las mismas instalaciones de la Policía, narró la esposa de uno de ellos.


Dos de los hombres, quienes portaban pantalones y tenis -el tercero solo tenía puestos un calzoncillo tipo boxer y sudadera-, no contaban con cintos ni con agujetas en sus zapatos.
Estos artículos son retirados en la Comandancia de la Policía a todos los infractores que son arrestados.
Se los llevaron de la Municipal
Los tres hombres asesinados eran amigos, dos de ellos, hermanos.
Fueron detenidos juntos por agentes municipales y trasladados en una patrulla de la Policía Municipal la tarde del domingo 22 de diciembre por cometer una falta administrativa.

La carpeta de investigación por la desaparición de los jóvenes se abrió el 26 de diciembre en la Fiscalía General del Estado (antes PGJE).
La investigación se encuentra radicada bajo el número 0203-2019-01000, en ella se detalla que los familiares acudieron a las instalaciones de la Policía Municipal una vez que habían transcurrido varias horas de su arresto.
Declararon los familiares que en la Dirección de Seguridad Pública una juez les confirmó que los tres jóvenes estuvieron detenidos por consumir bebidas alcohólicas en la vía pública.

Además, la misma juez les detalló que una persona, cuyo nombre no quedó registrado en la comandancia, pagó la multa.
En ese mismo momento, varios hombres se los llevaron de las instalaciones y no volvieron a saber de ellos hasta que 11 días después fueron encontrados sin vida.
Los cuerpos fueron localizados en el camino al Cañón Manteca en Cerro Azul, a unos 20 kilómetros de la Comandancia, esto es a 35 minutos de distancia en automóvil.
Animales devoraron sus cabezas y órganos
Antes de las 11:00 de la mañana del jueves 2 de enero, la Policía Municipal fue alertada de dos cadáveres en el camino que se dirige rumbo al Cañón Manteca al sur del municipio.
A su llegada, los agentes localizaron un tercer cuerpo que fue arrastrado por animales de la zona.
Dos de los cuerpos habían servido de alimento para la fauna silvestre. El hallazgo fue sorprendente hasta para el personal de Servicios Periciales.

Un cadáver había sido devorado prácticamente desde la cabeza hasta la mitad del cuerpo. El brazo derecho fue arrancado por los animales y no pudo ser localizado.
La piel, los órganos, toda la cara y parte de la mandíbula ya no estaban. Tan solo los huesos de la cintura hacia arriba pudieron ser recuperados por quedarse unidos al resto del cuerpo.
Hermanos
Solamente uno conservó el rostro: Cristian Omar Mercado Rivera, de unos 30 años de edad. Hombre rubio de ojos claros, de bigote poco tupido, casi nada de pelo y tatuado.
A poca distancia de Omar, alias “El Güero”, estaba el cuerpo de su hermano a quien se encontró entre los matorrales. Luis Ángel Mercado Rivera apodado “El Chane”, solo pudo ser identificado por algunos tatuajes.

El tercer cuerpo corresponde a un amigo de ambos de nombre Otoniel Díaz Mena “El Civil”.
El joven con domicilio en la colonia El Descanso tampoco pudo ser reconocido por el rostro, se le identificó por sus tatuajes, un dibujo de Mickey Mouse en el pecho y un nombre en la muñeca.

Los tres hombres estaban atados de manos y pies; “El Güero” también de la boca. Ni agujetas ni cintos, un detalle que a los agentes investigadores les hizo sentido con la versión de que estuvieron detenidos por la Policía Municipal y no tuvieron tiempo de regresar por sus pertenencias.
En el lugar se encontraron varios casquillos percutidos, lo que indica que las víctimas fueron llevadas con vida hasta ese punto. Todos tenían varios impactos en la cabeza.

Secuestrado de las celdas de la Municipal
Un caso muy similar ocurrió meses atrás cuando un hombre fue levantado del área de las celdas de la Policía Municipal de Tecate, luego de ser arrestado por una infracción de tránsito.
Desde entonces, no ha sido localizado.
El 17 de julio de 2019, Omar Contreras, familiar de la esposa del agente ministerial Luis Melendrez, transitaba en un vehículo junto a su hermano cuando fueron detenidos por agentes municipales.
En ese entonces, el policía ministerial Melendrez, actualmente jefe del Grupo de Aprehensiones en la Fiscalía, era es el escolta de quien era el subprocurador de Justicia de Zona Tecate, José Antonio Lozano.

A decir de los familiares, los policías alegaron que ninguno de los dos hombres arrestados en el vehículo portaba cinturón de seguridad ni licencia para conducir, por lo que fueron llevados a la Comandancia Municipal.
A las 15:00 horas de ese día, el hermano de Omar Contreras se comunicó con sus familiares para informarles que habían sido detenidos, por lo que estos acudieron a la Dirección de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal.
Ahí, la juez municipal les explicó que el hermano de Omar Contreras ya había quedado libre y este se encontró con ellos, según las declaraciones de los familiares que forman parte de la carpeta de investigación.
Después de esperar varios minutos a que Omar también saliera de las celdas, la juez municipal les indicó primero que una persona, quien tampoco se había identificado en barandillas, había cubierto las multas de ambos, por lo que dentro de poco también Omar saldría libre.

Sin embargo, 30 minutos después los familiares volvieron a preguntar por el joven de 25 años y fue entonces que la juez les aseguró que Omar ya no estaba en celdas y había sido liberado, pero nunca lo vieron salir por la puerta de la Comandancia.
De acuerdo a algunos testimonios recabados por los agentes investigadores, a Omar se lo llevaron a la fuerza en un carro tipo sedán de cuatro puertas desde el área de patrullas, frente a las celdas, dentro de las instalaciones policiacas.

Sus familiares buscaron a Omar en su domicilio y otros lugares, al no saber de él acudieron a la entonces Procuraduría a interponer una denuncia por su desaparición.
El caso sigue abierto en la Fiscalía bajo el número único de caso 0203-2019-561, de igual forma, los familiares levantaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos en contra de la Policía Municipal.
Según narraron a estas instancias, solicitaron ver las grabaciones de vigilancia de la Comandancia para saber qué ocurrió exactamente con Omar y quién había pagado su fianza, pero les informaron que las cámaras no funcionaban.