Sus suegros, una vecina, un hombre que llegó de la Ciudad de México para comprar una camioneta y un ciudadano americano con residencia en la ciudad son las cinco víctimas de Santiago Rizo, quien se encuentra preso por el delito de desaparición forzada.
Los cadáveres fueron desenterrados en la casa donde vivía en la colonia Obrera en Tijuana.
A esta altura de la investigación, la Fiscalía ya ha identificado a las cinco personas que fueron asesinadas por Santiago. PUNTO NORTE también pudo conocer las causas de muerte de cada una de las víctimas.
Agentes de la Fiscalía estatal ingresaron al domicilio en la colonia Obrera con una orden de cateo el viernes 17 de enero de 2020 en búsqueda de Jesús Rubén López Guillén y María Teresa López, suegros de Santiago.
La pareja había desaparecido una semana antes cuando llegaron de Los Ángeles, California para recoger el dinero producto de rentas, las cuales su yerno había cobrado durante dos años.
En su búsqueda, los agentes encontraron tres cuerpos más.
Derek Lamar Brinker, Guillermo Cabezas Melgoza y María Teresa Ríos Zambrano, todos alrededor de los 60 años y asesinados de diferentes maneras.
Derek Lamar Brinker era un ciudadano americano, quien había elegido Tijuana para vivir desde que era joven hace 30 años. Era conocido dentro de la comunidad vaquera, montaba a caballo y había hecho una familia con una mexicana con la que vivía, junto a sus hijos en el fraccionamiento El Jibarito.
La última vez que se le vio fue el 16 de diciembre de 2019, llevaba jeans y una camisa a rayas azul con blanco, ese día salió de su casa en El Jibarito rumbo al rancho Santa Margarita en su pick up gris Toyota Tundra 2008 (placas 70519A1) con calcomanías de caballos en los costados.
Cruzaba a California a trabajar. Desde ese día ya no se supo más de él. Autoridades de Estados Unidos lograron conocer que la última vez que cruzó Derek en su pickup fue hacia México.
“Yo, no sé, qué es lo que a este mundo le pasa, el señor Derek no merecía esta partida así, de esa manera tan fatal, él era bueno… a la familia le arrancaron el corazón y los dejaron destrozados con esta gran ausencia y vacío, así como a todos los que en vida conocimos a este gran señor, él no le hacía daño a nadie”, dijo una de sus amigas.
De hecho, en el momento de que el grupo de búsqueda ingresó a la casa en la colonia Obrera el primer cuerpo que lograron ver y rescatar fue el de Derek. Se encontraba ya en estado de descomposición enterrado dentro de uno de los cuartos del domicilio que tenía un piso de tierra, arena y lodo.
La necropsia realizada a Derek arrojó que murió de traumatismo craneoencefálico, es decir, de una lesión provocada por un golpe con fuerza extrema en la cabeza.
El segundo cuerpo en desenterrarse
El día de la primera búsqueda fue necesaria la presencia del cuerpo de bomberos y de unidades caninas especializadas en la localización de cadáveres.
Al seguir haciendo excavaciones, al fondo en el mismo cuarto donde estaba enterrado Derek, se localizó un segundo cuerpo.
Respondía al de una mujer y al igual que el primero se encontraba en estado de putrefacción, pero con la diferencia de que fue sepultado con cal, con lo que el asesino intentó disimular los olores.
Los agentes de investigación encontraron en sus registros que una mujer reportada como desaparecida tenía su domicilio frente la casa de Santiago, dentro de la misma propiedad. De tal modo que se buscó a uno de sus familiares para realizar pruebas de ADN.
Doce días después del hallazgo, el 29 de enero, la Fiscalía obtuvo un dictamen en materia de genética forense en el cual se comparó el ADN de un familiar dando positivo y logrando identificar a María Guadalupe García Ramírez de 53 años.
María Guadalupe había llegado a vivir en la propiedad en la colonia Obrera, en ese terreno se compartía en dos pequeñas casas. Tenía de vecino a Santiago, su asesino.
De acuerdo a la autopsia, la señora Guadalupe también murió de traumatismo craneoencefálico.
En aquella primera búsqueda, en el mismo cuarto, también sepultados bajo tierra y escombros se localizaron los cuerpos de Jesús Rubén López Guillén y María Teresa López, la pareja de adultos mayores por la que se inició la búsqueda.
Don Jesús murió por estrangulamiento y su esposa por “un choque hipovolémico secundario a heridas penetrantes de tórax producido por instrumento punzocortante”, es decir, a causa de haber sido atacada con un arma blanca.
La desaparición de la pareja puso a Santiago, por primera vez, en la mira de las autoridades como sospechoso del delito de desaparición y homicidio.
Al ser entrevistado por investigadores, el hombre, quien fue deportado de Estados Unidos a Tijuana en 2012, cayó en contradicciones respecto a cómo y dónde vio a sus suegros por última vez.
Por medio de una aplicación de geolocalización en el celular de la señora María Teresa, se supo de los movimientos de Santiago, quien condujo la camioneta de la pareja varias horas después de su asesinato.
EL 17 de enero por la noche, Santiago fue detenido y desde entonces, se encuentra en prisión en espera de que inicie el juicio en su contra.
Desapareció buscando una camioneta
El 20 de enero, personal de la Fiscalía estatal hizo una nueva búsqueda en la casa de la Obrera y localizó el cuerpo de Guillermo Cabezas Melgoza, un hombre de 57 años quien había llegado a Tijuana de la Ciudad de México para comprar una camioneta.
Guillermo era originario de Michoacán, su desaparición fue desde el 19 de noviembre en Tijuana.
De acuerdo a la investigación que se hizo en aquel entonces, el celular de la víctima marcó su última ubicación en la calle Donato Guerra, en donde vivía Santiago y donde mantuvo su cuerpo debajo de basura y cubierto por bolsas negras.
El hombre también murió de un traumatismo craneoencefálico.
Sus familiares lo buscaron durante casi dos meses, hasta que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California les confirmó que su cuerpo había sido localizado en la casa donde Santiago Rizo vivió durante años.
Los cómplices
El 19 de enero de 2020, la juez Tania Guadalupe Vega escuchó la evidencia recabada por la Fiscalía en contra de Santiago y determinó que existen elementos suficientes para que se le investigue por la desaparición forzada de sus suegros.
El hombre habló poco durante la audiencia, pero cuando la juez estaba por salir, pidió a su abogada hablar con ella para explicarle que era inocente.
Durante la audiencia, la Fiscalía aportó pruebas como vídeos de vigilancia y testimonios de testigos que señalan que Santiago estuvo acompañado de su novia, María de la Paz, y otro hombre en las horas previas y posteriores a la desaparición de sus suegros.
Santiago vivía en la casa propiedad del matrimonio, cuya hija había estado casado con Santiago.
El 19 de junio, Santiago volverá al juzgado para continuar su proceso.
Ya que siguen abiertos los casos del resto de las víctimas, la Fiscalía puede acusarlo de cargos adicionales por desaparición y homicidio.
También se espera que los investigadores puedan dar con quienes se sospecha fueron cómplices de Santiago en estos crímenes.