Tijuana.- Juan Pérez, acusado del feminicidio de Marbella Valdez, la mantuvo secuestrada en la casa donde él vivía en la colonia Xicoténcatl Leyva, antes de arrojar su cuerpo a un basurero clandestino.
Los detalles del caso fueron dados a conocer hoy durante la primera audiencia en la que el imputado fue presentado ante un juez y a la cual PUNTO NORTE acudió.
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Según investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), Juan Pérez no solo llevó a la fuerza a Marbella a su casa, donde la mantuvo incomunicada, sino que la golpeó y abusó sexualmente de ella.
Días antes de su rapto, a Marbella le fueron robadas las llaves de su casa y de su automóvil. En este último, peritos de la Fiscalía localizaron un dispositivo GPS que fue instalado por Juan para tenerla bajo vigilancia constante.
Entre los detalles que PUNTO NORTE recogió de los argumentos presentados por la Fiscalía en la audiencia de hoy, está que el perfil genético de Juan Pérez coincide con el del semen y otros fluidos y tejidos encontrados en el cuerpo y ropa de Marbella.
Hasta debajo de las uñas de Marbella había rastros genéticos de su feminicida, detalló la fiscal a cargo del caso.
Las tomas de ADN del imputado fueron obtenidas por la Fiscalía cuando el hombre acudió a comparecer a las instalaciones hace unos días, al ser el principal sospechoso del caso.
Otro de los datos más sólidos que la Fiscalía tiene respecto al caso, es que la geolocalización de dos teléfonos celulares del detenido refiere que fue la última persona que estuvo con Marbella antes de su desaparición, la noche del 4 de febrero.
Y que la mañana del 5 de febrero, alrededor de las 5:11 horas, el día que Marbella desapareció, tanto el teléfono de la joven como los dos de su feminicida, dejaron registro de haber estado en la colonia Xicotencátl Leyva, donde él vive.
No solo eso, sino que la mañana del 6 de febrero, dos días antes de que el cuerpo de Marbella fuera localizado, los teléfonos de Juan Pérez arrojan que estuvieron en las inmediaciones del lugar donde fue abandonado su cuerpo.
Juan Pérez Hernández conoció a Marbella en la estación de gasolina Rendichicas donde ella trabajaba.
En ese entonces, la joven tenía 19 años y él tenía alrededor de 40 años. En un principio, el hombre intentó entablar una relación de amistad con ella, relataron las compañeras de trabajo de Marbella a la Fiscalía.
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Sin embargo, poco a poco, el hombre que trabajó perito en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) -hoy Fiscalía General del Estado- comenzó a obsesionarse con ella, al grado de seguirla a su casa, según contó Marbella a sus amistades en dos ocasiones.
El comportamiento de Juan la incomodaba y angustiaba, pues la acosaba y se presentaba a fiestas a las que ella asistía para exigirle que dejara a sus amigos y se fuera con él.
Incluso, cuando Juan supo que Marbella había iniciado una relación sentimental con un joven, abordó violentamente a su novio en la calle y lo amenazó, presentándose como policía, para que terminara su noviazgo con ella.
La fiscal explicó que Juan, quien se encuentra en prisión, “estuvo con la víctima en todo momento desde que desapareció, fue violentada física y sexualmente y dejada sin vida”.
Tras escuchar parte de la evidencia en su contra, Juan pidió a la juez esperar 144 horas para que se le vincule a proceso, esto es que el juez Daniel Aguilar Patiño, quien lleva el caso, decida si los elementos presentados por la Fiscalía son suficiente para presumir que Juan cometió el delito de feminicidio y se le someta a juicio.