Tijuana.- Amontonamiento de cadáveres, precios excesivos, omisiones en las reglas de salubridad, así como documentación fraudulenta para poder operar, fueron algunas de las irregularidades que derivaron en la clausura de la funeraria Monte Ararat.
Hay un listado de al menos 10 funerarias más que han estado operando de manera fraudulenta, informó el delegado federal, Alejandro Ruiz Uribe.
En la inspección que realizaron en esta funeraria, ubicada en la calle Sexta en la Zona Centro de Tijuana, señalaron que se encuentra entre varias carnicerías, a varios metros de bares y en un segundo nivel, sin que pudieran demostrar que contaban con un plan interno de Protección Civil.
La suspensión fue impuesta por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la clausura por el Ayuntamiento de Tijuana, así como por las autoridades sanitarias.
El funcionario federal indicó que estos operativos son para vigilar la correcta operación de las funerarias en medio de la pandemia, ya que detectaron que elevaron sus precios con el pretexto del COVID-19, sobre todo en el servicio de cremación.
Ruiz Uribe mencionó que no están haciendo ningún tipo de distinción entre las funerarias, a quienes les están aplicando las mismas medidas precautorias y les han hecho observaciones para que se pueda evaluar su reapertura.
La principal irregularidad que han detectado durante los recorridos emprendidos esta semana es que funerarias y crematorios obtuvieron permisos de manera fraudulenta, ya que operan junto a iglesias, en estacionamientos de centros comerciales e incluso en casa habitación.
