REPORTAJE ESPECIAL.- La mañana del lunes 29 de julio de 2019, cinco hombres armados esperaron a que los policías ministeriales Jesús Rafael Valenzuela y Edgar Ibarra llegaran a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado al comienzo de su turno.
Instantes después de que la patrulla blanca tipo pickup se estacionara frente a la dependencia ubicada en el poblado de El Hongo en Tecate, los cinco asesinos se acercaron para abrir fuego contra los agentes, usaron armas largas y cortas.
Valenzuela había caminado unos pasos luego de dejar el volante de su unidad. Ibarra, desde el lado del copiloto, respondió al ataque con su arma de cargo, una Glock calibre 9 milímetros y disparó en cuatro ocasiones, pero la fuerza de los delincuentes fue superior, le respondieron con decenas de balas. En el lugar quedaron más de 50 casquillos de las armas asesinas.
Ibarra recibió dos impactos, uno en el tobillo y otro en el tórax, pero sobrevivió. Valenzuela no tuvo tiempo de defenderse, su cuerpo cayó en la avenida principal del poblado a un lado de la llanta frontal de su unidad, su arma quedó fajada en el lado derecho del pantalón.
El ataque armado hacia los policías ministeriales había sido orquestado por Brayan Eduardo Angulo Rojo alias ‘El Goofy’ y un grupo de delincuentes radicados en el poblado que pretendía apoderarse del control criminal en el área como la venta de droga y el tráfico de personas hacia Estados Unidos.
Los asesinos huyeron en un Acura modelo 2014 que había sido robado días antes a un ingeniero de obra mientras se encontraba supervisando los trabajos de mantenimiento de la carretera Tecate-Mexicali.
El homicidio del agente Valenzuela desencadenaría en los próximos cinco días una serie de ejecuciones en la misma zona.
En esos hechos resultaron nueve personas asesinadas, entre ellas, la mayoría de quienes participaron en el crimen contra los policías y un doble homicidio perpetrado con una camioneta de lujo valuada en más de 700 mil pesos propiedad del magistrado en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, Roberto Vidrio Lizardi y la cual le fue despojada por un comando armado.
Hace unos días gracias a una investigación por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), Brayan Eduardo ‘El Goofy’ fue detenido en Mexicali por medio de una orden de aprehensión por un homicidio cometido días antes de su arresto.
La Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida llevó con éxito la audiencia en donde formuló la imputación al detenido, logrando que el juez determinara vincularlo a proceso y mantenerlo en prisión mientras se desahoga el juicio.
El 2019 fue violento para Tecate, aunque no como el actual. En aquel año, desde enero a julio se registraron 41 asesinatos, uno de los récords históricos.
Sin embargo, en ese mismo periodo, pero del año en curso (del 1 de enero al 29 de junio), la ciudad ha registrado 60 casos, una cifra nunca antes vista.
El primer ejecutado después del agente Valenzuela
La noche siguiente a la muerte del agente Rafael Valenzuela, antes de las 10:00 de la noche, sobre la misma calle en donde atacaron a los policías ministeriales, pobladores reportaron a los números de emergencia que luego de haber escuchado varias detonaciones encontraron un cuerpo boca abajo en medio de una calle de tierra.
El primero en llegar fue un policía municipal en una patrulla. En la calle 16 y Benito Juárez vio a un hombre sin camisa y pantalón negro, aluzó con su lámpara de mano y tomó unas fotografías.
El cuerpo era el de David Moreno Espinoza conocido como ‘El Perro’, un hombre que era amigo y parte de la banda de ‘El Goofy’ y de Betuel Bobadilla Carrillo, alias ‘El Bethoveen’, ambos, identificados como los responsables de haber dispararon contra los agentes ministeriales.
De acuerdo a los reportes ministeriales, ‘El Goofy’ había sido enviado desde Mexicali a El Hongo por un grupo criminal vinculado al Cártel de Sinaloa para reclutar a “El Bethoveen” y su grupo para pelear por el control del tráfico de personas y de drogas en la zona. Y ‘El Perro’ era colaborador de la banda que tenía algunas semanas operando en este poblado de Tecate.
La camioneta del magistrado
Antes de haber sido encontrado sin vida, ‘El Perro’ alcanzó a contar a varios de sus cercanos que ‘El Güero’, ‘El Luis’ y ‘El Toño’ querían matarlo.
Las autoridades no lograron identificar ni a ‘El Güero’ ni a ‘El Luis’, a quienes El Perro señaló, pero sí a ‘El Toño’, un hombre fichado como parte del grupo de arraigo en la zona, se trata de José Antonio Gómez Sierra.
José Antonio Gómez Sierra ‘El Toño’ pronto aparecería en las investigaciones, pero no solo porque ‘El Perro’ mencionó su nombre en un mensaje dirigido a uno de sus familiares, sino porque a los pocos días, la camioneta de lujo robada al magistrado Vidrio fue utilizada por ‘El Bethoveen’ para acribillar a ‘El Toño’ con un arma larga cuando se estacionaba a comer tacos junto a su esposa y su pequeña hija.
Al magistrado lo habían despojado de su camioneta tres días antes, el 1 de agosto de 2019, cuando en un traslado de Mexicali a Tijuana se detuvo en la zona de la Rumorosa.
Sobre el camino vecinal para tomar la autopista, una Jeep Cherokee le cerró el paso a Vidrio, cuatro hombres con armas largas le apuntaron y lo agredieron, lo despojaron de su celular, su reloj, cartera y una computadora propiedad del Tribunal. Ese día, el magistrado tuvo que caminar y pedir ayuda en el despoblado sitio.
La camioneta negra Toyota Highlander modelo 2017 y valuada en más de 700 mil pesos (según una cotización en un sitio de internet) fue videograbada en el momento exacto del ataque a ‘El Toño’ y su familia en donde la única que sobrevivió, a pesar de haber sido lesionada por las balas, fue la menor.
La noche del 4 día agosto de 2019, esto es, cuatro días después del asesinato de David Moreno ‘El Perro’, José Antonio Gómez Sierra ‘El Toño’ iba al volante de un pickup blanco cabina y media de la marca GMC sobre la calle Cuarta y Benito Juárez, a metros de las oficinas de la PGJE en donde asesinaron al agente Valenzuela, en el poblado de El Hongo.
‘El Toño’ se estacionó frente a un puesto de tacos, su esposa iba de copiloto y su hija en la parte trasera de la cabina.
A pocos metros, lo seguía la camioneta negra de cuatro puertas, segundos después de que el pickup quedó estacionado, la Highlander se le emparejó, un hombre sacó medio cuerpo por el quemacocos y con una arma larga disparó en al menos 10 ocasiones a no más de dos metros contra la familia.
La Highlander sería recuperada días después en medio de unos arbustos en una zona despoblada en La Rumorosa, a unos 25 kilómetros de donde ocurrió el ataque.
Dentro, localizaron chalecos antibalas, casquillos percutidos y manchas de sangre.
El ataque hacia Gómez Sierra y su familia se interpretó como un hecho de venganza por parte de ‘El Goofy’ y ‘El Beethoven’ por el homicidio de su amigo y colaborador ‘El Perro’, en la incipiente lucha del territorio.
Mientras que el asesinato de ‘El Perro’ se consideró como un acto de respuesta de parte del grupo criminal asentado en la zona rural de Tecate contra el grupo de ‘El Beethoven’ y ‘El Goofy’ por haber asesinado al agente Valenzuela. La ofensiva contra los ministeriales había sido interpretada como un desafío a la zona que controla el grupo local.
Quíntuple homicidio
La siguiente noche a la muerte de Antonio Gómez Sierra, un comando armado de varios pickups y carros irrumpieron en una casa en el Ejido Jacume en donde se encontraba Betuel Bobadilla Carrillo alias ‘El Bethoveen’.
Llevaban armas largas y cortas. Eran más de 12 hombres armados. Respetaron que en el domicilio se encontraban mujeres, a quienes no les hicieron daño, pero a los hombres los asesinaron de varios disparos.
Cinco víctimas en total, entre ellas, ‘El Beethoven’, uno de sus cuñados, de nombre José Palomares Barajas alias ‘El Pote’ y Saúl Guillermo Valenzuela Silvas, a quienes se les identificó como parte del grupo que participó en el ataque de Valenzuela y contra Gómez Sierra y su familia.
En el multihomicidio también murieron los hermanos José Alberto y Edgar Eduardo García Medina, todos con varios impactos de arma de fuego.
Los cuerpos de ‘El Beethoven’, de su cuñado ‘El Pote’ y de Valenzuela Silvas quedaron en el patio de la casa, luego de haberse bajado de un pickup guinda Toyota Tundra modelo 2005.
Grupo se hacía de camionetas y armas para pelear la plaza
La zona rural de Tecate que colinda con Mexicali, abarca varios poblados, ejidos y largas extensiones de tierra conocidas por su actividad en delitos del orden federal: el trasiego de narcóticos, el tráfico de personas hacia Estados Unidos, el huachicol o robo de combustibles y la siembra de droga.
El Ejido Jacume, El Hongo, Chula Vista o Lomatova y La Rumorosa son las zonas más conocidas por su índice delictivo.
Los policías ministeriales Rafael Valenzuela y Edgar Ibarra eran los únicos policías de la Procuraduría General de Justicia del Estado asignados a la zona rural con su base en El Hongo en 2019, en donde les dispararon el 29 de julio.
En los primeros meses de ese año, los robos con violencia de vehículos se dispararon en el área, al menos una docena de eventos fueron reportados con el mismo modo: hombres que se transportaban en una Cherokee gris, utilizaban armas largas para despojar a sus víctimas de sus camionetas.
Las víctimas de esos robos coincidían con la descripción física de los delincuentes, Betuel y su grupo, incluyendo a Brayan Eduardo ‘El Goofy’, de quien coincidía su llegada meses atrás al poblado con el incremento de robos y violencia. A Brayan se le identificó en varios robos por un lunar que tenía en un lado de la cara.
El móvil contra el agente Valenzuela
A Valenzuela se le asignó, a mediados de mayo de 2019, la investigación de un robo de vehículo con violencia, se trataba de una camioneta Acura RDX año 2014 robada por un grupo de hombres quienes amenazaron a su víctima con armas largas en la carretera Tecate-Mexicali a la altura del Ejido Jacume.
El policía ministerial ya se había cruzado en varias ocasiones con Betuel Bobadilla Carrillo, alias ‘El Bethoveen’ por estar señalado en varios de los delitos denunciados. Valenzuela acudió a un domicilio en el Ejido Jacume para entrevistar al sospechoso.
De acuerdo a varios testimonios, ‘El Bethoveen’ y su pareja, conocida como ‘La Chiva’ agredieron al policía para que se retirara del lugar. Según uno de los testigos, Valenzuela tuvo que defenderse de la mujer para quitársela de encima.
Otro de los testigos aseguraría que ‘El Bethoveen’ contó a varias personas que él mismo se vengaría contra Valenzuela por haber “agredido” a su novia.
El 29 de julio, Rafael Valenzuela fue asesinado por el grupo de ‘El Bethoveen’ y ‘El Goofy’ en el Acura que habían robado semanas antes y en cual se les vio en distintos puntos de la zona durante varios días.
La camioneta Acura blanca –pintada de guinda luego de ser robada– fue localizada totalmente calcinada sobre la carretera entre Jacume y El Hongo el mismo día del ataque a los agentes de la Procuraduría.
El Goofy detenido
Brayan Eduardo Angulo Rojo ‘El Goofy’ huyó de la zona rural de Tecate luego de los homicidios registrados. Se escondió por un tiempo con su familia en Guamuchil, Sinaloa y luego regresó a Mexicali, donde continuó en actividades como el ajuste de cuentas.
El pasado 4 de junio, elementos de la Agencia Estatal de Investigación lo detuvieron luego de que la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida lograra una orden de aprehensión en su contra.
Actualmente está preso acusado del homicidio de César Antonio Meza Blanco atacado el 15 de mayo en la banqueta de un domicilio ubicado en la avenida Zompantle del Fraccionamiento Agaves en Mexicali.
‘El Goofy’ fue presentado ante un juez, quien lo vinculó a proceso tras encontrarlo probable responsable del delito y le dictó prisión preventiva mientras se realiza una investigación complementaria por parte de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida.
Actualmente, ‘El Goofy’ se encuentra recluido en la penitenciaría del Estado, pero por el crimen cometido en Mexicali, no por el de los policías, su aprehensión por el caso de Valenzuela aún no se formaliza.
Fundador de Punto Norte en 2019. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California (Campus Tijuana). 12 años como periodista de investigación, editor y columnista en temas de transparencia, seguridad pública, administración pública y gobierno. Asistente de investigación en el Colegio de la Frontera Norte. Editor de Zoom Político y de la columna Cuentahiloz en Semanario Zeta. Sus reportajes se publicaron en Proceso, Aristegui Noticias, Reporte Índigo, Por Esto, entre otros. Formó parte del equipo de investigación en Southern Pulse de Washington, D.C. Premio al Periodismo de la Cumbre Fronteriza 2020 (San Diego, California).
