La no detención de Zulema se acordó y negoció con la GESI

Averiguación Previa es la columna del periodista Isaí Lara Bermúdez, director general de Punto Norte. 

El operativo para detener a la alcaldesa de Tecate, Zulema Adams fue una simulación por parte de los mandos de la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación (GESI), quienes alertaron y negociaron días antes. Desde que la corporación recibió la orden de arresto, se le avisó a la presidente municipal, se reunieron en persona y el día del operativo, se mantuvo comunicación con ella vía telefónica.

De parte de Adams, la petición fue que no desplegaran el arresto en su contra hasta que un juez federal le otorgara un amparo o bien, le dieran tiempo para liquidar los millones de pesos que el Ayuntamiento le debía a la empresa gasolinera. Y así fue.

No por casualidad, Zulema consiguió el amparo un día antes del operativo, al mismo tiempo que liquidó la última parte del adeudo, más de 2 millones de pesos.

La Agencia Estatal de Investigación -antes Policía Ministerial- recibió la instrucción por parte del juez civil para detener a Zulema desde el 16 de octubre y esperaron cinco días hasta que se le concedió la suspensión provisional del amparo y la Tesorería de Tecate entregó los cheques millonarios al juzgado, solo para entonces simular que atendieron la orden.

Para justificar el desenlace de la Guardia Estatal, Carlos Alberto Flores, comisionado de Seguridad en Baja California, hizo lo impensable: responsabilizó de sus fatales resultados a los medios de comunicación.

El jueves 22 de octubre, Flores se apersonó en la transmisión en vivo ante la presencia del gobernador, Jaime Bonilla. Ahí dio un informe de la situación ocurrida en Tecate un día antes. El policía federal comisionado a Baja California habló escasos 90 segundos para intentar excusarse.

Dijo “el día 16 (de octubre) recibimos la notificación de parte del juez donde nos ordena el arresto de la alcaldesa de Tecate y otros integrantes del Ayuntamiento. Sin embargo, hasta el día de ayer, aproximadamente a las 14:30 horas tuvimos conocimiento que la alcaldesa se encontraba en palacio municipal junto con otras de las personas que ya mencionamos”.

La defensa del titular de la GESI continúa “al montar un dispositivo con efectos de lograr darle cumplimiento al mismo, básicamente, desconocemos cómo, pero de alguna manera se filtró dicha orden de arresto en los medios de comunicación. Fue publicado por diversos portales de noticias esta orden de arresto y enterándonos que la alcaldesa en ese mismo instante tenía conocimiento del mismo, por lo cual determinaron no salir del Palacio Municipal por esa noticia que se hizo de conocimiento”.

La declaración de Flores raya en el ridículo. Primero porque tuvo en sus manos la orden de arresto durante cinco días y no actuó. Segundo, porque ese no era el primer día que Zulema se encontraba en palacio o en ubicaciones públicas. Tercero, porque ningún medio de comunicación –tal como lo aseguró frente al gobernador– publicó antes de que iniciara el operativo una sola palabra de la orden de arresto. Y cuarto, porque si la idea era no “avisarle” a la alcaldesa, entonces por qué los agentes estatales llegaron escandalosamente cerrando la calle frente a palacio con nueve unidades.

Responsabilizar falsamente a los periodistas por el vergonzoso actuar de una corporación fue la salida de quien dirige la política de seguridad pública en un Estado.

No existe un pretexto que valga para no haber ejecutado una orden de un juez, quien incluso advirtió a la Agencia Estatal de Investigación que de no hacerlo sería acreedora a una sanción económica.

En su explicación, Carlos Flores continuó: “se montó un dispositivo en las inmediaciones del mismo esperando que en algún momento ella saliera, sin embargo, durante el desarrollo de este dispositivo, nos llegó una orden por parte del mismo juez, el cual nos informaba, notifica, que quedaba sin efecto dicha orden de arresto”.

Gracias a sus palabras, ahora se sabe que la estrategia del comisionado era que sus agentes se quedaran en la puerta de palacio municipal durante horas hasta que “en algún momento ella saliera”. Cosa imprecisa, pues los policías del estado ingresaron en al menos tres ocasiones al Ayuntamiento para dialogar con la presidente y su director jurídico.

El operativo estuvo a cargo de Arturo Toledo Martínez, encargado de la comandancia en Tecate y su escolta José Alfredo Martínez Hernández. Este último, por cierto, ex escolta de Alejandro Corona Zamora, ex mando de la AEI y quien fue separado del cargo por presuntos vínculos con la delincuencia organizada, Toledo fue dejado en ese cargo luego de la salida de Corona.

Toledo Martínez explica a medios por qué no se arrestó a la alcaldesa.

Marco Antonio López Valdez, fiscal regional de Tecate, estuvo resguardado durante horas en su camioneta en la avenida que colinda con la iglesia de la ciudad. La Suburban negra del fiscal estuvo acompañada en todo momento por dos escoltas en un pickup Ford F-150 blanco.

Durante más de cinco horas, los agentes que debieron cumplimentar la orden de un juez simplemente quedaron estupefactos viendo la gran movilización de policías municipales que arribaron a Palacio para evitar que le pusieran una mano encima a la señora presidente.

Incluso, en un momento del operativo, el síndico de Tecate, Gonzalo Higuera se apareció en el lugar para autorizar el ingreso al edificio, pues en su personalidad jurídica recae la administración de los bienes y patrimonio del ayuntamiento y su palabra bastaba para que los estatales pudieran entrar a cumplir, pero la respuesta fue la misma: no actuar, hasta que la presidente lograra la suspensión que finalmente consiguió horas después.

Fuentes confiaron a PUNTO NORTE que un grupo de “ministeriales” mantuvo negociaciones incluso días antes del simulacro y el acuerdo, como ya se dijo, era esperar hasta que Zulema solicitara un amparo (pero lo hizo en contra de una orden de aprehensión respecto a una causa penal en la que se le investiga) o liquidara la deuda con la empresa Gasmart, la cual originó la solicitud para que se le sancionara por no cumplir con los pagos de una vieja deuda.

La misma versión fue confirmada por agentes de investigación, quienes conocieron los acuerdos y algunas reuniones previas al despliegue del miércoles. Para el círculo político y policiaco no son secretos los vínculos de Zulema con ministeriales en Tecate y con personas clave de la Policía Federal, ahora Guardia Nacional, tanto así que el primer director de seguridad en el pueblo se trató del policía federal Marco Antonio Bazo Soto.

Finalmente, todos conocen el desenlace, tras la rara expectación de los agentes de la GESI, Zulema Adams salió triunfante rodeada de su Policía alardeando que ya había finiquitado la deuda y a culpar al gobernador, quien recibió por parte del comisionado Flores una explicación simplona y muy limitada de lo que realmente se fraguó a sus espaldas.

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Fundador de Punto Norte en 2019. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California (Campus Tijuana). 12 años como periodista de investigación, editor y columnista en temas de transparencia, seguridad pública, administración pública y gobierno. Asistente de investigación en el Colegio de la Frontera Norte. Editor de Zoom Político y de la columna Cuentahiloz en Semanario Zeta. Sus reportajes se publicaron en Proceso, Aristegui Noticias, Reporte Índigo, Por Esto, entre otros. Formó parte del equipo de investigación en Southern Pulse de Washington, D.C. Premio al Periodismo de la Cumbre Fronteriza 2020 (San Diego, California).