Buscadores de desaparecidos, damnificados, pacientes de cáncer y bibliotecarios, los que intentaron acercarse a AMLO en Tijuana

Algunos esperaron más de 5 horas. Foto: Aimee Melo.

Tijuana.- Familiares de desaparecidos, afectados de las colonias Sánchez Taboada y Paseos del Vergel, padres de niños con cáncer y trabajadores de la biblioteca Benito Juárez, rodearon el acceso al nuevo cuartel de la Guardia Nacional, en espera de ser escuchados por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El lugar también fue escenario de confrontación, ya que seguidores del presidente encararon a simpatizantes del movimiento Frena, y cuando pasó el contingente de vehículos, exigieron a los manifestantes que se retiraran y lo dejaran pasar, “porque es muy buen presidente”.

Desde muy temprano, más de 200 integrantes del colectivo Erick Carrillo llegaron a las afueras del nuevo cuartel, ubicado en la colonia El Refugio en la Zona Este de la ciudad, desplegando pancartas con los rostros de sus familiares, que se mantienen en calidad de desaparecidos.

Los colectivos de búsqueda de desaparecidos. Foto: Aimee Melo.

El dolor de no saber en dónde están y la falta de respuesta, fue lo que los llevó hasta ahí. Había personas de Mexicali, Tecate y de California, y hasta de otras entidades del país.

“Madres cambian voto por sus desaparecidos”, decía una de las pancartas, mientras que otros gritaban “no los están buscando, no los están buscando”.

Tan solo este colectivo busca a más de siete mil personas en diferentes puntos del país, pero la gran mayoría en Baja California.

“Venimos a hacerle la petición a Andrés Manuel López Obrador para que nos voltee a ver en Baja California, al tema de inseguridad que existe aquí, cada día está desapareciendo mucha gente”, expresó Eddy Carrillo, presidente del colectivo Todos Somos Erick Carillo.

Gran parte de las desapariciones ocurren en la zona este, donde estuvo López Obrador. Foto: Aimee Melo.

Si bien hay personas que desaparecieron en sexenios pasados, señaló las pancartas con el rostro de desaparecidos en 2019, 2020 y lo poco que va del 2021, bajo la administración de López Obrador.

“Mi hijo desapareció el día primero de junio de 2019, este muchacho fue secuestrado el 16 de enero de 2020, ya estaba López Obrador”, dijo mientras apuntaba una de las lonas, con el rostro de un joven.

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Ahí se encontraban madres que desde Chiapas y Michoacán viajaron a Tijuana con la esperanza de ser atendidas por el presidente.

Mencionó que han tenido mesas de trabajo con el gobierno estatal y no ven avances, mientras siguen acumulándose más casos de desaparición forzada.

Cientos de casos. Foto: Aimee Melo

Lo que pedían al presidente es que les diera audiencia, aunque tuvieran que viajar a Ciudad de México o a donde se les indicara.

Expresó que le dieron el voto para ser escuchados, sin importar de qué año o administración sean los desaparecidos, pero a cambio lamentó que se les cierre el paso para acercarse al presidente, con la valla que formaron los servidores de la nación.

“Cuando el señor vino a pedir el voto andaba sin seguridad, no traía toda esta seguridad, dijo que iba a tener la misma gente, hoy hay mucha gente y el señor se metió, es una cara distinta”.

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El activista señaló que López Obrador es el “rey de los bloqueos” y pionero de manifestaciones contra otros presidentes, por lo que iban a esperar a que saliera para tratar de ser escuchados.

Esperaban que los atendiera.

En otro punto del lugar se encontraban los padres de niños con cáncer, que piden la pronta reconversión de la Unidad de Especialidades Médicas (UNEME) a centro oncológico, donde puedan realizarse estudios para continuar con su tratamiento.

De acuerdo a uno de los activistas, Emmanuel García, aunque no en la cantidad que se requiere, el medicamento ha comenzado a fluir, sin embargo los médicos no pueden suministrar la quimioterapia por falta de estudios.

“Ahí los tienen en UNEME por lo del COVID, pero por ejemplo no tienen para hacer rayos X, es muy irresponsable decir, después de cinco protestas en menos de dos meses ya cállenlos, digan que van a hacer un centro oncológico y que no lo hagas”.

Ahí mismo firmaron un documento enlistando los estudios que requieren los pacientes, tanto niños como adultos, en el que dan un plazo de 48 horas, que se cumplen el martes, para que den una respuesta, “en vista de la falta de cumplimiento desde el 11 de noviembre”.

También piden se les informe qué equipo se va a adquirir, para saber si se cumplirá con las necesidades de los pacientes con cáncer.

Reclaman reparación del daño

Afectados de la colonia Sánchez Taboada también se dieron cita para ser atendidos por el presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Señalaron que ya son cinco años y más de 490 viviendas afectadas por un colapso, provocado por fallas de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt).

Piden la restitución de su patrimonio y no una pequeña fracción de terreno, como les ha ofrecido el gobierno.

Paseos del Vergel, otra colonia afectada por deslaves.

“Solamente prometen que nos van a ayudar y no nos dan nada, han ido, hemos estado con el señor Bonilla, con Ruiz Uribe, nada más dicen que nos van a ayudar, pero no hacen nada, además nos quieren dar una casa de 120 metros cuadrados, cuando las casas son de más de 200 metros”, comentó Zury Covarrubias.

Las casas colapsaron, algunas están a dos metros por debajo de la superficie en que fueron construidas. Hay quienes siguen viviendo ahí, porque no tienen a donde ir, pese al riesgo.

La señora Norma Alicia Alarcón, que vive en la calle Casiopea, comentó que su casa es de las más afectadas. “Mi casa está toda partida, toda rajada, pero yo no me salgo de mi casa, es mi único patrimonio, yo ya soy de la tercera edad, no tengo quién me salve”, dijo con la voz entrecortada.

Francisco Javier Martínez, otro residente afectado, lamentó que la Cespt no quiera hacerse responsable de los deslizamientos de tierra, que han afectado a 490 familias, pese a que siguen los derrames de aguas negras. De esas, 170 familias ya no pudieron quedarse en sus casas, “se hundieron o ya no existen”.

Por eso tenían la esperanza de ser escuchados por López Obrador, lo que no lograron.

Se oponen a la donación del Centro de Gobierno a la UABC

A la lista de manifestantes se sumó un pequeño grupo de personas para reclamar que se mantenga abierta la biblioteca Benito Juárez y se frene la donación del Centro de Gobierno a la UABC.

Jesús Sánchez, quien ha sido bibliotecario por 30 años, con mucha tristeza dijo que les ordenaron empacar los más de 36 mil libros, que serán enviados a una bodega por tiempo indefinido.

Con esto, dijo que no solo se afecta a la comunidad educativa, sino que se deja desprotegidas a las personas con discapacidad, que en dicho lugar aprendían braille y lengua de señas mexicana.

“Pedimos el cese al robo a la biblioteca Benito Juárez, hablo de un robo porque no hay ningún oficio, ni algo escrito, ni tampoco se tomó en cuenta a la población para sacar los muebles, las computadoras y los libros de la biblioteca, la más grande de Baja California”.

Quienes lograron cerrarle el paso. Foto: Aimee Melo

Sin poder contener el sollozo, dijo que muchas generaciones –incluidos sus hijos y nietos- han pasado por esa biblioteca y lamentó que “con la mano en la cintura” se lleve a cabo este despojo, al igual que el del Centro de Gobierno, por lo que piden a la UABC rechace la donación.

A la única actividad que tuvo el presidente en Tijuana, acudieron simpatizantes suyos, que lanzaron gritos de apoyo como “es un honor estar con Obrador” y “es un honor servir a la nación”.

Alrededor de cinco integrantes de FRENA, quienes tenían un par de pancartas y a través de un altavoz señalan lo que consideran han sido equívocos del gobierno federal, fueron confrontados por simpatizantes de López Obrador, al grado de que se les acercaron a ponerles pancartas en el rostro y a lanzarles insultos.

También lo esperaban simpatizantes. Foto: Aimee Melo

Cuando salió la unidad que llevaría al presidente rumbo al aeropuerto, los manifestantes le cerraron el paso, formándose una turba, y aunque bajó el vidrio del vehículo para recoger cartas y peticiones, hubo decepción porque no fueron atendidos y servidores de la nación hicieron lo posible por impedirles que se acercaran.

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