Tijuana.- Con el avance a semáforo amarillo, la alcaldesa Karla Ruiz MacFarland informó que abogará por la apertura de ciertos espacios, como las playas, porque cree que es mejor tener espacios abiertos y regulados, que dar pie a que la ciudadanía incurra en actos que son más difíciles de controlar.
Señaló situaciones como las fiestas en propiedad privada, a donde la autoridad municipal está impedida para ingresar, así como en hoteles. En cambio, si están abiertos, hay forma de aplicar la reglamentación.
“Si les soy sincera, yo voy a empujar eso, creo firmemente que es mejor abrir espacios y tenerlos bien regulados, a estar cerrados y que esté todo irregular, yo vengo a pelear eso”.
Comentó que este tema lo abordaría con el gobierno estatal y con la Secretaría de Salud del Estado, con el compromiso de que serán reaperturas responsables.
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“Yo prefiero que estén abiertas las playas con un 20, los bares con un 10 y yo ya tengo las herramientas para ir y decir, ¿sabes qué? Tienes más de, 10 por ciento, te clausuro, pero todo cerrado no tengo yo las herramientas para poder regular”.
Opinó que este es “el principio del fin” de la pandemia y que la vacunación en California en parte ayuda a Tijuana, porque hay personas que están cruzando a recibir la vacuna.
“Veo que eso nos está ayudando, pero yo sí quiero ir empujando para abrir de una manera consciente y responsable”.
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Este lunes, el semáforo avanzará a color amarillo, por lo que se empatará con el del gobierno federal.
A partir de ese día, los bares podrán contar con un 50 por ciento de aforo. Los antros deben permanecer cerrados y en ese mismo concepto entran los table dance.
De acuerdo con el secretario de Salud en el Estado, Alonso Pérez Rico, se intensificarán los operativos de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS), para verificar que se respete el número de ocupantes.
Recalcó que los bares que sirven “aceitunas o nachos” no son considerados restaurante bar, por lo que si los sorprenden con un aforo superior al 50 por ciento, serán sancionados.
El funcionario recalcó que “nada está escrito en piedra” y que al momento en que observen que una actividad se está saliendo de control o que repuntan los contagios, ordenarán que baje su aforo o que cierre hasta nuevo aviso.
