Playas de Rosarito.- “Se escuchó como una bomba, un estruendo fuerte”, así se refiere un vecino de Popotla sobre el accidente de un camión turístico la noche del martes y que hasta el momento reporta un saldo de siete fallecidos y 42 personas lesionadas, de los cuales seis están en condición delicada y con la amputación de alguna de sus extremidades.
En conferencia de prensa esta mañana, el director del Hospital General de Playas de Rosarito, Gustavo Estolano Ojeda, explicó que a raíz del accidente se activaron los protocolos para atender a las víctimas, llegando al área por lo menos 30 ambulancias de Rosarito, Tijuana, Tecate y Ensenada.
Las víctimas son en su mayoría personas de entre los 20 y 30 años y solo dos personas eran menores, específicamente de 15 años.
Relató que, por la cantidad de lesionados, en el Hospital General más cercano al accidente se recibieron únicamente a 17, pero la mayoría fue atendida y salió por su propio pie con algunas raspaduras, heridas menores o esguinces.
Sobre los pacientes en condición roja, son cuatro hombres y dos mujeres, con edades entre los 20 y 47 años. Solo uno de ellos, una mujer de 25 años con amputación de extremidad superior permanece en el Hospital General de Rosarito.
Mientras que en el Hospital General de Tijuana, se encuentra estable una mujer de 20 años con la pérdida de un brazo.
“La mayoría son por amputaciones de sus extremidades, prácticamente los seis, o de brazo o de pierna…(ocasionado) muy probablemente por la volcadura”, explicó Estolano Ojeda.
El médico detalló a PUNTO NORTE que, por las lesiones recibidas, estos pacientes necesitan un periodo de entre dos y tres semanas para ser dados de alta y dependiendo de su cicatrización se valoraría otro tipo de tratamiento.
Indicó que aunque en casos de amputación por accidentes es posible la reinserción de la extremidad, en ninguno de los pacientes se ha realizado este procedimiento y es que depende mucho del estado de la herida.
Aunque se trató de un paseo laboral, los médicos dijeron desconocer si los pacientes contaban con algún tipo de seguro.
Sobre el consumo de alcohol, tanto el director del Hospital General como Gerardo Mendoza, director del Centro Regulador de Urgencias Médicas indicaron que no se hizo una prueba de alcoholemia pero “sí había hieleras, botes, hasta ahí”.
La magnitud de la volcadura no fue menor. Para el rescate de las víctimas se coordinaron Cruz Roja, Bomberos y Protección Civil de Playas de Rosarito, Bomberos y Cruz Roja de Tijuana, ambulancias voluntarias y particulares.
Mientras que los lesionados que aún están hospitalizados, se encuentran distribuidos en los hospitales generales de Rosarito, Tijuana, Tecate, clínicas de ISSSTE e IMSS.
“Este tipo de accidentes sí es muy frecuente, obviamente no tantas veces al año, pero mínimo una o dos veces al año hay un accidente en ese crucero de alta velocidad es algo muy parecido como a la 5 y 10”, explicó.
Gustavo Estolano Ojeda destacó a PUNTO NORTE la importancia de la coordinación a través del Centro Regulador de Urgencias Médicas que anoche dio respuesta favorable.
“Desafortunadamente es la velocidad, falta de civismo y van a seguir aumentando; estos sistemas son importantes para todo tipo de accidentes, quemaduras, volcaduras, temblores”, abundó.
“Con lo que se tenía, se resolvió todo, pero afortunadamente estos pacientes lo permitieron, por el tipo de lesiones, pero si hubieran tenido lesiones torácicas, hubiera sido otro tipo de resultado”, agregó Estolano Ojeda.
Al bulevar 2000 muchos le llaman “el corredor de la muerte”, por los accidentes fatales que registra en su superficie.
Los camiones de transporte turístico trasladaban a los empleados de una empresa de un paseo que habían realizado en Tecate, ingresaron a Playas de Rosarito procedentes de Tecate, por el acceso al Corredor.
Sin embargo, una de las unidades rotulada con el nombre de Coordinadora de Viajes Turísticos se volcó al momento de dar la vuelta para incorporarse a la carretera Rosarito-Ensenada, cayendo en un terreno justo al lado de los Estudios Baja.
Todavía por la mañana se encontraban peritos realizando las diligencias correspondientes y haciendo el levantamiento de restos humanos que quedaron en el área.
Para mediodía, las cintas amarillas habían desaparecido y aún quedaban en la superficie algunos asientos del transporte de pasajeros, material médico utilizado por la noche para la atención de los heridos, prendas de vestir, zapatos, botes de cerveza y otros artículos.
Vecinos del área se acercaban a la zona y externaron a PUNTO NORTE sus impresiones del accidente. Ninguno de ellos fue testigo del accidente y expresaban sus condolencias.
“Nosotros estábamos trabajando, de aquel lado se escuchó como una bomba, un estruendo fuerte, al rato empezó a llegar la Guardia Nacional, la Policía Municipal”, comentó un hombre que se detuvo por varios minutos en la zona del accidente.
“Qué tristeza la gente”, concluyó para retirarse; después se acercaron otros más al lugar, donde ya fue colocada una cruz, por las vidas perdidas en el accidente.
