Las pistas detrás del homicidio de Taro Yoshida: una trabajadora sexual, relojes de lujo y sicarios del Cártel de Sinaloa

Taro Yoshida, dueño y cocinero del restaurante de comida japonesa Yoshi Ramen, asesinado en uno de sus locales en Playas de Tijuana, no solo se dedicaba a la preparación de alimentos. Era conocido en el círculo de traficantes de drogas y homicidas como un clonador de tarjetas de crédito con las cuales adquiría joyas, relojes de lujo y artículos de marca por Internet.

La mañana del jueves 13 de mayo, el socio de Yoshida llegó al negocio que ambos habían emprendido, ubicado en una de las principales plazas comerciales en Playas de Tijuana. Encontró la puerta abierta del local, así que comenzó a realizar las primeras tareas para abrir las operaciones del restaurante de teriyaki y ramen.

Minutos después, subiría al segundo piso por unas escaleras metálicas, angostas y en formas de caracol, en donde vivía Taro Yoshida. Ahí lo encontró muerto, con sangre en el rostro y en el pecho, semi reclinado en una silla y con uno de sus pies sobre otra. Había recibido un disparo en la parte trasera de la cabeza que le atravesó la cara.

La mañana en que Yoshida fue encontrado sin vida.

La primera versión en aquel entonces se pensó como un robo simple que se salió de control. Había pocas pistas, el o los homicidas se habían llevado la memoria de las cámaras de seguridad del restaurante y tomaron 30 mil pesos de una caja fuerte.

Un tampón con sangre en el baño de Taro, una colección de relojes de lujo, así como artículos de diseñador que estaban siendo vendidos entre delincuentes, y las confesiones de algunos sicarios identificados ante la Fiscalía General del Estado como parte de una célula del Cártel de Sinaloa, son algunos de las pistas que llevaron a detener a uno de los homicidas del famoso cocinero japonés.

Amigos y clientes colocaron veladoras en el restaurante de Zona Centro

Hoy miércoles 14 de julio, la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida, perteneciente a la Fiscalía General del Estado, presentó las pruebas contra un detenido por el homicidio de Yoshida y tras argumentar ante el juez que se trataba del presunto responsable, este vinculó a proceso al sujeto, identificado como ‘El Omar’, quien permanecerá en prisión preventiva mientras se lleva el proceso penal en su contra.

Un tampón y una botella de Sky Blue

Dado que los homicidas se llevaron del restaurante el DVR de las cámaras en donde se resguardan las grabaciones de seguridad, los agentes de Ministerio Público y de investigación iniciaron con pocos datos sobre los responsables.

En el lugar del homicidio hubo algunos indicios que fueron estudiados. Por ejemplo, en la taza del baño un tampón con sangre, lo que permitió suponer que momentos antes o durante el homicidio había una mujer cercana a Taro Yoshida, de tal manera, que se buscó entre el círculo de la víctima mujeres con las que convivía, hasta llegar con una bailarina y trabajadora sexual de la Zona Norte.

Además, se tomaron muestras de una botella de Sky y se buscaron huellas digitales en un automóvil Honda Accord año 2000 con placas de California, propiedad de “Yoshi”, que estaba estacionado afuera del local. Búsqueda que no arrojó resultados.

El vehículo del restaurantero

Había muy pocos pasos que seguir, pues incluso, el único indicio balístico que se localizó en la escena del crimen, tras realizarle un estudio pericial, no se encontraba relacionado con ningún otro evento en Baja California. Es decir, para asesinarlo se utilizó un arma aparentemente nueva.

De las primeras entrevistas que realizaron los agentes de la Fiscalía –además del socio quien encontró su cuerpo sin vida– fue a un empleado de la plaza comercial Calimax, ubicada en la esquina del Paseo Pedregal en Playas de Tijuana, quien aportó que una noche antes, de madrugada, unos hombres habían llegado en una camioneta blanca al local de la víctima, mismos que ingresaron por la puerta principal sin forzarla, es decir, Yoshi o su acompañante les permitieron el acceso. De ahí, la primera versión de que los homicidas eran conocidos del restaurantero.

Una colección de relojes y tarjetas clonadas

Los datos de la investigación llevaron a la Fiscalía a la Zona Norte de Tijuana, ahí se logró ubicar a la mujer que acompañaba a Yoshi el día de su muerte. Pero además en otros operativos, algunos delincuentes declararon que un sujeto de nombre Omar Arnoldo había alardeado de haber asesinado a un “chino” a quien lo despojó de joyas, relojes y artículos de marca.

La Zona Norte de Tijuana

Una de las entrevistas que logró el agente del ministerio público fue con un hombre, quien se identifica como “bataca” de un grupo de sicarios del Cártel de Sinaloa en la Zona Norte encargados de ajustes de cuentas y homicidios, él señaló directamente a ‘El Omar’ de poseer relojes robados a la víctima de Yoshida. Aseguró que conocía al presunto delincuente porque eran parte de la misma banda criminal y se juntaban a consumir cristal en el hotel en donde se hospedaba.

Este informante, además, reveló datos de las actividades de Yoshi. Según dijo, tiempo atrás, ‘El Omar’ les había contado del propietario del restaurante japonés quien además era “tarjetero”, es decir, clonador de tarjetas de crédito con las cuales adquiría relojes y artículos costosos por internet.

Más importante aún, en un operativo encabezado diez días después del homicidio, se localizaron identificaciones y pertenencias en una habitación del Hotel Michoacán en la avenida Constitución en donde ‘El Omar’ vivía.

Una mujer en la Zona Norte dio más información sobre el crimen

Una mujer más en la Zona Norte, relacionada a actividades de narcomenudeo, también señaló a Omar como uno de los homicidas de Tashiro, pues él mismo se lo confió porque se vendieron relojes de marca que habían despojado el día del asesinato de la recámara del japonés.

‘El Omar’ fue detenido por la Municipal

Un hombre más aportó a la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida, unos tenis deportivos marca Chanel robados también a Taro Yoshida, los cuales habían estado en manos de ‘El Omar’, también conocido como ‘El Sarnas’.

El 15 de junio, la Policía Municipal detuvo a una persona con heroína y otros artículos, señaló a ‘El Omar’, quien fue arrestado ese mismo día en posesión de droga. Aquel día, al momento de ser abordado por municipales, el presunto homicida preguntó a los uniformados si se le estaba deteniendo por el “jale” que había cometido semanas antes y confesó su crimen.

‘El Omar’

En aquella detención, ‘El Omar’ llevaba cadenas de oro colgadas en el cuello.

Sin embargo, en el nuevo sistema de justicia penal, la confesión no tiene valor ante el juez e incluso pudiera ser ilegal, por lo que no fue imputado por homicidio en ese momento, únicamente presentado por el delito de narcomenudeo.

La Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida continúo integrando la carpeta de investigación y el ministerio público realizó otros ejercicios como el reconocimiento por medio de fotografías de ‘El Omar’, quien fue identificado por el empleado de la Plaza Calimax y otros testigos, como uno de los hombres que ingresaron al restaurante de Yoshi el día de su muerte.

Empleadas del restaurante lloran la muerte de Yoshida

Tres semanas después de haber sido detenido con droga, el agente del Ministerio Público solicitó la orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado a un juez para Omar Arnoldo, la cual fue concedida y cumplimentada ese mismo día.

El cuerpo de Yoshida

Una vez que los médicos legistas del Servicio Médico Forense (SEMEFO) concluyeron la necropsia a Taro Yoshida concluyeron que la causa de muerte fue una “herida perforante de cráneo por proyectil de arma de fuego”, se puede leer en el acta de defunción.

Dado que el japonés no contaba con familia en Tijuana ni en México, su cuerpo fue identificado ante SEMEFO por dos de sus empleadas en el restaurante de Playas.

Una vez que el Ministerio Público liberó el cuerpo, fue entregado al Cónsul de Japón en México, Nobuaki Takahashi, ya que contaba con una carta poder  por la madre de Taro Yoshida desde Japón para trasladarlo a su país natal.

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Fundador de Punto Norte en 2019. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California (Campus Tijuana). 12 años como periodista de investigación, editor y columnista en temas de transparencia, seguridad pública, administración pública y gobierno. Asistente de investigación en el Colegio de la Frontera Norte. Editor de Zoom Político y de la columna Cuentahiloz en Semanario Zeta. Sus reportajes se publicaron en Proceso, Aristegui Noticias, Reporte Índigo, Por Esto, entre otros. Formó parte del equipo de investigación en Southern Pulse de Washington, D.C. Premio al Periodismo de la Cumbre Fronteriza 2020 (San Diego, California).