Tijuana.- Ex funcionarios de la administración de Juan Manuel Gastélum Buenrostro incumplieron con el pago del seguro del helicóptero “Pegaso”, que se desplomó en noviembre de 2017, por lo que el gobierno municipal perdió la posibilidad de obtener recursos para adquirir otra aeronave para las tareas de seguridad pública.
El primero de julio de ese año se canceló automáticamente la póliza por falta de pago. Al año, la prima del seguro ascendía a siete mil 237 dólares, casi 140 mil pesos, para asegurar el helicóptero marca McDonell Douglas Hughes 500 modelo 1972.
De haber estado al corriente, el monto asegurado era de 184 mil dólares, por lo que el Ayuntamiento de Tijuana hubiera recibido cerca de 3 millones 500 mil pesos de indemnización.
En sesión de Cabildo celebrada hoy, regidores aprobaron dar de baja los restos del helicóptero, en el que perdieron la vida los policías Jesús Alfonso Aldaz Galaviz y José Alejandro Bohon Ramírez mientras realizaban tareas de persecución en la colonia La Morita.
Son cinco ex funcionarios de la pasada administración los señalados por omisiones y por causarle un daño patrimonial al Ayuntamiento.
La síndico procuradora, María del Carmen Espinoza Ochoa, confirmó que existe una carpeta abierta para determinar responsabilidades, pero dijo que no podía revelar más información porque incurriría en violaciones a la ley.
No obstante, en el dictamen 144 de la Comisión de Hacienda resaltan los nombres de José Lamberto Portillo Saldate, quien fungía como director de Recursos Materiales de la Oficialía Mayor, de José Luis Gil Laborín y de Eduardo Bravo Guerrero, quienes ocuparon el cargo de jefe de Adquisición de Bienes y Servicios en el periodo en el que se debió haber cubierto la póliza.
Sin embargo, la principal señalada es la ex oficial mayor, María de los Ángeles Olague Contreras, pues era la responsable de suscribir el contrato y de vigilar su cumplimiento.
“Con su actuación omisa provocó que, por la falta de pago de la prima del seguro, dicho bien inmueble no se encontrara debidamente asegurado, causando con motivo del fatal accidente un perjuicio económico a la hacienda municipal”, sostiene un documento firmado por el ex Consejero Jurídico del actual Ayuntamiento, Salvador Gómez Ávila y turnado a la Sindicatura Procuradora.
En tanto que, al ex consejero jurídico de Gastélum, Leonardo Martínez Delgado, también se le atribuyen omisiones, como no haber brindado asesoría y asistencia jurídica para cubrir los intereses del Ayuntamiento.
Además, la investigación arrojó que en 2019 el consejero interpuso una demanda en contra del proveedor, Grupo Mexicano de Seguros (GMX), pese a que desde el 8 de diciembre de 2017 la empresa había informado al Ayuntamiento que no procedía el reclamo de una indemnización, pues la póliza había sido cancelada por falta de pago.
El argumento del gobierno de Gastélum Buenrostro fue que no pagaron, porque no les emitieron la factura correspondiente, según lo asentado en el expediente 871/2019.
Sin embargo, según consta el análisis jurídico del propio Ayuntamiento, no había elementos para continuar con la demanda. Esto abría la puerta para que se obtuviera una sentencia contraria, con un daño al erario municipal.
Durante la sesión de Cabildo, la regidora Mónica Vega Aguirre, señaló que esta situación deja un precedente de lo que no puede volver a suceder.
“Es un ejemplo de la irresponsabilidad y de no proteger el patrimonio, hoy estamos dando de baja un helicóptero porque el Ayuntamiento no pudo cobrar su póliza de seguro”, manifestó, con lo que se merman los recursos que tanto demanda la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal.
“Lamentablemente el tiempo nos sigue dando la razón”, indicó en torno a la gestión de Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
Por su parte, la síndico procuradora, María del Carmen Espinoza Ochoa, informó que el expediente sobre este asunto se generó desde mayo de 2020, mismo que aún se encuentra en etapa de integración.
De acuerdo al informe de la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes e Incidentes de Aviación, la tarde del 22 de noviembre de 2017, tras 50 minutos de vuelo, el piloto del helicóptero perdió el control, mismo que se impactó contra un terreno.
Según testigos, la aeronave descendió sacudiéndose a los lados y en una trayectoria circular. Al estrellarse, la mayor parte fue consumida por el fuego; los dos tripulantes fallecieron.
