Tijuana.- Durante el tiempo que permanecieron cerradas las escuelas por la pandemia, hubo algunas que fueron utilizadas como “picaderos”, pues en el lugar se encontraron evidencias de consumo de drogas, reconoció el encargado de despacho de la Secretaría de Educación del Estado, Gerardo Solís Benavides.
No obstante, aseguró que con el inicio del ciclo escolar, ningún plantel se encuentra en manos de la delincuencia, pues el personal acude con regularidad, aunque no haya clases presenciales.
“Traemos 440 escuelas con vandalismo, mínimo un 30 por ciento de esas sí fue una situación que nos sorprendió, porque nunca había habido ese grado de vandalismo, y si lo hubo, es porque existió ese tipo de escenario, donde se metieron, consumieron (drogas), incluso quemaron las escuelas”, reconoció.
Solís Benavides validó las versiones de los docentes, quienes revelaron que en los planteles hubo personas que se metieron a drogarse, a consumir bebidas alcohólicas e incluso a pernoctar, no se sabe por cuánto tiempo.
“¿Hubo gente que entró?, sí, sí lo hubo, ¿se picaron?, sí, se picaron, pero son reportes, no es que se estén utilizando las escuelas para eso en este momento”.
Dijo que los reportes son graves, pese a que los directores nunca dejaron de acudir a las escuelas a hacer rondines.
Sobre la reparación de los daños, indicó que se hizo un diagnóstico “con alta precisión” de las escuelas afectadas por la delincuencia.
Cuentan con fotografías, videos y descripción del tipo de vandalismo dividido en tres niveles.
Las más dañadas no entrarán en la lista de regreso a clases presenciales, al menos para las siguientes semanas.
“De los cinco mil centros educativos que tenemos, de las dos mil 888 escuelas públicas, no vamos a abrir las que están vandalizadas, pero siguen dando clases”.
Ante los señalamientos de directivos, que acusan al Sistema Educativo Estatal de responder con lentitud a las peticiones de reparación, dijo que tienen un programa de atención en infraestructura, pero no contaban con que 440 escuelas iban a ser vandalizadas al mismo tiempo.
Además de que, señaló, el grado de daño que se causó no fue el “normal”.
Lo que lleva tiempo, dijo, es hacer las contrataciones y licitaciones, así como enviar a las compañías en las escuelas.
“No es lo mismo comprar un tubo, que hacer una licitación para una cantidad que rebasa, se complica por la parte normativa, pero está detectado y trabajando el área de infraestructura”.
Negó que estén esperando a que los padres de familia sean los que tengan que aportar de sus recursos para reparar los planteles para después tener que hacer tareas mínimas de reparación, aunque directores afirman que esa es una práctica común.
Solís Benavides indicó que cuentan con el apoyo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para hacer rondines, además de que los padres de familia y vecinos están más atentos, ahora que hay más movilidad.
Reiteró que ninguna escuela, a estas alturas, está tomada por delincuentes, adictos o indigentes.
“Encontraron un campo fértil durante más de un año y medio, y donde antes no lo tenían, nada más era una situación de vandalismo, pero ahorita en este momento que se esté permitiendo, no debe de suceder”, expresó, por lo que pidió reportar la presencia de personas ajenas a los planteles al número de emergencia 9-1-1.
