Por Isaí Lara Bermúdez, Inés García y Krystel Gómez
Alma Delia Ábrego Ceballos tiene en claro que la cultura no está en los edificios ni tampoco, exclusivamente, en lo que llaman las bellas artes y los eventos de renombre, sino que también “está en la calle, en el barrio”, en las colonias de la periferia y en los diversos creadores y artistas que abundan en Baja California.
Y con esto en mente, planea trabajar durante los próximos seis años como la próxima secretaria de Cultura en la administración de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
La filosofía de la próxima titular en Baja California cree que las Bellas Artes o la “alta cultura” debe prevalecer e impulsarse, pero no pierde de vista el convertir picaderos en centros creativos, en desarrollar proyectos culturales en barrios y colonias de mayor riesgo social, en impulsar las expresiones urbanas para que la cultura sirva de un “catalizador de un cambio social” y valga como “prevención del delito y reestructuración del tejido social”.
La mujer con un posgrado en Gestión y Políticas Culturales en la Universidad de Madrid, España llega a la administración estatal tras una prolífica trayectoria en el arte y la cultura. Comunicóloga de profesión, se ha especializado en la filantropía profesional, la gerencia social y planeación cultural.
Al frente de la Fundación de las Artes Musicales, Alma Delia ha impulsado el programa Redes 2025 para la creación de orquestas y coros comunitarios en zonas vulnerables del estado. También, por esta vía, ha florecido el Centro de Artes Musicales, casa de la Orquesta de Baja California.
Cuando se le cuestiona sobre la percepción de que el arte y cultura son parecen elitistas, Alma Delia asegura que “no es una percepción, es una realidad” y por eso, uno de los programas contemplados en la Secretaría es el de la “Cultura Viva”, para que llegue a todos los sectores.
En entrevista con PUNTO NORTE, reconoce que la cultura juega un papel más allá de la simple contemplación. “El arte es un catalizador de un cambio social, a través de él puedes llegar a cambiar la vida de niñas, niños, adolescentes, adultos mayores, a todo el público”, sostiene la también originaria de la colonia Libertad, la ‘Liber’, un ejemplo de mosaico cultural en el estado.
También prepara una reingeniería de la Secretaría de Cultura, creada apenas hace dos años: menos nómina y más proyectos. Y es que, si un sector es sacrificado, cuando de presupuesto se tratado, es precisamente el de la cultura y el deporte.
Rescatar los espacios culturales, reactivar los Centros Estatales de las Artes, involucrar a gobierno, sociedad e iniciativa privada, son otros puntos torales en la agenda sexenal.
PUNTO NORTE platicó con la próxima secretaria de Cultura de Baja California sobre los planes para dar un golpe de timón esta dependencia y que, en seis años, sea palpable la transformación “de la que tanto se habla”.
Aunque la comunidad la identifica más del ámbito de la sociedad civil, Alma Delia Ábrego no es ajena a las mecánicas públicas, pues trabajó durante años en diversos espacios del Centro Cultural de Tijuana, por ejemplo, el área de Desarrollo y Procuración de Fondos para la Cultura, la Gerencia Comercial y la Subdirección de Planeación. Por ello, sabe y conoce de su estructura y lo más importante, sabe cómo gestionar recursos y subsidios para los programas culturales.
En cuanto a la política, nunca ha militado en ningún partido y su primera experiencia fue precisamente en la campaña pasada, como candidata a diputada local por el 12 Distrito, cobijada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pero en apoyo a la entonces candidata, Marina del Pilar.
Ahí conoció a la próxima gobernadora, empezó a involucrarse en la agenda cultural que bien domina y el resto es historia.
“Mi agenda se llama arte, la pongo al centro de la mesa y todas las decisiones conjuntas serán pensando en eso como número uno. Será un gobierno para todos los pensamientos, podemos estar en contra de muchas cosas, pero al centro de la mesa estarán los ciudadanos y el acceso al arte y la cultura”, puntualiza.
En un estado con tantos retos, carencias y adversidades, hay una comunidad que “hierve” por manifestarse y enriquecer aún más a la población. Para Alma Delia Ábrego, esas son las expresiones a las que hay que apostarle.
A continuación, el encuentro periodístico.
–¿Cómo llegas a la Secretaría de Cultura en Baja California?
“Yo conocí a Marina del Pilar evidentemente a través de la prensa, después en la campaña y una vez ahí, me invitó a la presentación de los programas de cultura y ahí empezó la relación. Ella no me conoce de antes, no es mi amiga y esa confianza que me ha conferido, supongo yo que, por la experiencia y mis credenciales, no la voy a defraudar. Hago alusión a esta parte porque noto que los nombramientos en su gabinete no son necesariamente sus amigos, eso habla muy bien desde fuera, como ciudadano siempre he criticado los compadrazgos. Ahora me toca vivir esa posibilidad en una rama tan importante como es la cultura y estoy muy emocionada de ver que sí suceda”.
–Pasar de la gestión cultural, la dirección o asesoría a asociaciones civiles y ahora, estar en gobierno, ¿cómo sientes esa transición?
“Trabajé siete años en el gobierno federal, sé muy bien el funcionamiento que tienen porque desde la sociedad civil organizada es una obligación conocer las estructuras de gobierno para conseguir apoyos y gobiernos. No es nuevo, pero hay mucho que aprender. Algo muy importante es que la Secretaría debe pasar por una restructuración administrativa, como saben es muy nueva, tiene de la mano al Instituto de Cultura que lleva 20 años sin modernización administrativa; entonces una de las primeras acciones es hacer un diagnóstico y cambiar esa tendencia porque no es de la pasada administración, ni de la pasada, pero el 80% de los ingresos del ICBC se van en nómina y el 20% en proyectos. Hay que hacer cambios estratégicos que permitan tener más fondos para los proyectos”.
–Existe una percepción de que el arte es elitista, que queda en manos de unos cuántos, ¿hay posibilidades de crear espacios para el grueso de la población?
“No es una percepción, es una realidad, porque cuando quieres tener acceso a un espectáculo de alto nivel, vale 500, 600 pesos, ¿cuánta gente puede pagarlo? Y ese es uno de los ejes fundamentales, el programa ‘Cultura viva’ que la gobernadora prometió en campaña y ahora es mi trabajo hacerlo realidad, cómo reactivar espacios públicos que eran picaderos para convertirlos en centros creativos y cómo hacer llegar la cultura. Pero no solo nos queremos quedar ahí, es una reflexión más a fondo de cómo el arte es catalizador de un cambio social, como a través de estos proyectos se pueden volcar a las comunidades con mayor riesgo social para hacer prevención del delito y reestructuración del tejido social”.
–¿De qué forma se incorporarán el arte urbano?
“Yo tengo la convicción de que el arte no está en los edificios, también está en la cultura urbana, en el hip hop, en el rap, el graffiti, los murales. Las instituciones hemos vivido ignorando todas las expresiones y arte urbano que son importantísimos en una Tijuana que hierve. Nunca antes una Secretaría de Cultura había volteado a ver esa parte y estamos convencidos de que la cultura está en la calle, en el barrio, tenemos que entenderlo y canalizarlo. El otro día escuchaba a Danger AK decir “el hip hop me salvó”, esa parte me conmueve. Creo que las Bellas Artes o la “alta cultura” debe prevalecer e impulsarse, porque además hay un gran catálogo de artistas de alto nivel en Baja, pero en un análisis periférico, la mesa está puesta: artistas de gran nivel, esa calle que hierve, con esas necesidades, entonces debemos generar ambientes, una ecología simbólica y suficientemente fuerte para que refuerce nuestra identidad”.
–¿Cómo planean potencializar todos estos ecosistemas culturales?
“Ya hay muchos espacios, tenemos cinco CEART con problemas de infraestructura porque los edificios no se usan y se echan a perder. Hay que hacer una real evaluación de lo que hay, de los lugares que se usan, no se usan, espacios que se puedan convertir en centros creativos, retomarlos del lado de la comunidad, porque no es algo que podamos hacer solos, el artista no se pone solo en una calle y hace arte. Necesitas darle ambiente, condiciones, y es algo que se ha hecho en muchas partes del mundo para combatir el delito como Colombia, Barcelona, Bilbao, tenemos un nicho de oportunidad enorme”.
–¿Cuáles serían los factores que jugarían en contra de tu proyecto?
“Lo principal, la pandemia, que ya pasemos a semáforo verde para reactivar los espacios que estaban abiertos antes. Y aprovecharemos el inter para este cambio estructural desde dentro de la Secretaría. Otra amenaza es el presupuesto, en eso ya tenemos un plan de cómo trabajarlo para incentivar el apoyo, a través de la Ley del Mecenazgo”.
–Uno de los principales problemas desde la llegada de la actual administración federal, fue el recorte presupuestal a la cultura. ¿Cuál es tu análisis?
“Es muy lamentable, no creo que vayas a encontrar un gestor cultural, un artista, un creador que le dé gusto la noticia, porque vemos que deporte y cultura son los primeros con los que arrasan. Yo creo que tenemos que ser muy creativos en esta área. Una de mis áreas de especialización es la procuración de fondos y ahí tenemos una gran área de oportunidad porque pienso impulsar fuertemente, porque es una instrucción de la gobernadora”.
–¿En qué consiste esta Ley del Mecenazgo?
“Esta iniciativa, que es una propuesta de campaña, busca otorgar incentivos fiscales suficientes para el empresario que apoye el arte y la cultura. Hay mucho empresario en Baja California que ya lo está haciendo, entonces buscamos potencializar este apoyo con una posible deducción efectiva. Esta Ley nos permitirá generar más recursos adicionales. Pero la verdad, no todos los problemas son de dinero, hay muchos problemas por falta de vinculación entre secretarías, con el estado, municipio y Federación, pero soy una persona 100% institucional, creo que todos compartimos la misma convicción, entonces vengo a hacer equipo y juntos enfrentar estos retos de los recortes presupuestales”.
–¿Qué otros proyectos forman parte de la agenda cultural?
“El 5 por 1 es una propuesta de campaña que se logrará de manera intersecretarial con la Secretaría de Educación, para que cada niño, al término del año, haya leído cinco libros. Hay una red importantísima de 92 bibliotecas, ya se imaginarán las condiciones en que están. ¿Cómo reactivas estos espacios? En este programa vamos a intentar que cuando estos niños crezcan, se hagan políticos y les pregunten cuántos libros han leído, tengan qué contestar, aunque sea los que leyeron en el 5 por 1. Es una cosa tan básica, de sentido común, pero no pasa. No es cierto que el niño vaya a la biblioteca a sacar libros para leer. Ahí están los retos, cosas que dejamos de ver quizá por clavar la mirada en otras cosas más espectaculares, pero esto es casi doméstico”.
–Da la impresión de que los gobiernos no le apuestan a la cultura porque no es redituable por ser a largo plazo…
“Seis años son suficientes para que se note que hay algo distinto, hasta en el nivel de política pública, esta transformación de la que todo mundo habla tiene que ver con eso y yo confío mucho en el liderazgo de la gobernadora, que nos sabrá guiar para llegar a eso. En seis años alcanzas a hacer muchas cosas distintas y espero que se institucionalicen, pero de forma horizontal, donde los actores sociales confluyen: artistas, creadores, edificios, empresarios, comunidades. Tenemos que trabajar por un ambiente que en seis años le deje a la comunidad la posibilidad de defender sus propios proyectos culturales”.
–Entonces, no será el solo administrar el presupuesto para la nómina…
“Ni siquiera hubiera aceptado si así fuera. He aceptado esta invitación con mucha conciencia de las limitaciones presupuestales que tenemos, pero también con mucha claridad de que no estoy sola. Baja California tiene mucho talento, el gran activo de Baja es su gente y sus artistas. Yo estoy de una mano con los artistas y la comunidad cultural y con la otra, los empresarios que nos quieren apoyar”.
–¿Cuál va a ser el trato respecto a los diferentes grupos culturales?
“Soy una mujer de trabajo y la ventaja que puedo tener es que los conozco a todos, desde hace más de 20 años. En el recorrido me los he encontrado y quiero que sepan que será un gobierno abierto, de puertas abiertas. No voy a ser la bandera de unidad porque entiendo que todos tienen sus propios intereses y me parece correcto, eso es lo rico del pensamiento, no estar de acuerdo en muchas cosas, pero en el centro de la mesa está el arte y eso es lo que a todos nos sienta alrededor. Ahí le tenemos que apostar”.
