Tijuana.- Baja California registró un notorio descenso de mil 253 casos activos, al pasar de 9 mil 886 a 8 mil 630 en las últimas 24 horas, lo que contrasta con el aumento en los ingresos hospitalarios, que siguen en aumento.
Y es que, hasta este lunes, a los tres hospitales generales les quedaban 17 camas disponibles en el área COVID.
El comité científico de la Secretaría de Salud del Estado confirmó esta mañana 209 nuevos contagios, pero la cantidad de pruebas estudiadas en fin de semana es menor.
De acuerdo al Jefe de Epidemiología, Efrén Zazueta Fierro, de ese total el municipio que más sumó contagios es Tijuana con 90, seguido de Mexicali con 44 y Ensenada con 53.
Rosarito confirmó cinco casos, Tecate 12, San Quintín cuatro y San Felipe uno.
En cuanto a los casos activos, Tijuana registra 3 mil 357 casos, Mexicali 2 mil 818 y Ensenada mil 581.
Rosarito acumula 300 casos, Tecate 280, San Quintín 216 y San Felipe 78.
A cerca de las defunciones, el epidemiólogo informó que fueron dos, ambas en Ensenada.
Esta cifra dista mucho de la registrada el pasado domingo, en el que hubo 28 decesos relacionados con COVID-19.
“No hemos tenido una cuarta ola de defunciones, no la queremos tener y para esto necesitamos la cooperación de todos”, manifestó Zazueta Fierro.
Desde que la pandemia llegó a Baja California, mencionó que 11 mil 305 personas han perdido la vida a causa del virus.
Por su parte, el Jefe de Evaluación y Seguimiento, Néstor Saúl Hernández Milán, informó que en este momento hay una positividad alta, de alrededor del 70 por ciento, por lo que la recomendación a quienes tienen síntomas respiratorios es aislarse para evitar la dispersión del virus.
Aunque este lunes se agregaron 209 casos a la estadística, señaló que en días anteriores habían confirmado más de mil casos diarios, por lo que todavía no pueden hablar de una tendencia a la baja.
“Continuamos con una alta actividad viral prácticamente en todo el estado”, señaló, relacionados con la llegada de la variante Ómicron a Baja California.
Indicó que es importante que los 8 mil 630 pacientes que están en fase activa y que presentan complicaciones acudan antes de los tres días a alguna instalación hospitalaria para recibir una valoración médica, de lo contrario tienen altas probabilidades de quedarse hospitalizados.
A las personas con comorbilidades, como diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares o renales, las llamó a mantenerse bajo vigilancia médica y llevar un control de sus padecimientos, pues son los más susceptibles a complicarse.
Respecto a la ocupación hospitalaria, Hernández Milán informó que de las 195 camas COVID que tienen asignadas en los hospitales generales, 178 están ocupadas, es decir, están al 91 por ciento de su capacidad.
Si fuera necesario, destinarían más camas al área COVID, que son las que actualmente utilizan para la atención de personas con otros padecimientos.
“Está subiendo la tendencia de hospitalizaciones, así es, pero también tenemos un sistema, hasta este momento, resiliente, que puede llegar a abatir una de las vulnerabilidades tan importantes que tenemos”.
En los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también hubo un aumento y ya se ubican en el 67.5 por ciento de ocupación.
De los 192 pacientes hospitalizados 52 por ciento no cuenta con la vacuna anti-COVID, mientras que de los 81 pacientes intubados, 91 por ciento no estaba vacunado.
Ambos funcionarios de salud señalaron que el semáforo permanecerá en color naranja durante las próximas dos semanas, lo que significa una reducción de los aforos al 50 por ciento.
En este momento, en que hay una alta actividad viral en el estado, reiteraron el llamado a aplicar las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas y la ventilación de los espacios cerrados. Quienes no estén vacunados, pueden acudir a los diferentes sitios donde aplican primera y segunda dosis, así como el refuerzo para mayores de 40 años de edad.
