Escocia no es un banco: la película que llega al Festival de Cine de Guadalajara para contar la nostalgia del punk

Tijuana.- Cuando todo indica que el punk ha muerto, Cristian Maevan es movido por la nostalgia y viaja hasta Tecate para reencontrarse con sus excompañeros de banda y convencerlos de revivir la gloria, pero querer y poder son cosas muy distintas.

Así se desenvuelve “Escocia no es un banco”, una película dirigida por Carlos Matsuo y Cristian Franco Martín y producida por Abraham Ávila, colaborador de PUNTO NORTE.

Se trata de un filme que inició con un espíritu libre, “que nos fue llevando hacia un lugar donde no sabíamos exactamente cuál era el punto final” y que hoy llega hasta las pantallas del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, el más importante de Latinoamérica.

“Escocia no es un banco” es una de las cuatro películas con talento de Baja California presentes en la edición número 37 de este festival.

Sus creadores cuentan a PUNTO NORTE que en este caso, hay una mezcla de Jalisco con el norte de México representada a lo largo del largometraje.

El cartel oficial de “Escocia no es un banco”.

La primera función, el estreno de “Escocia no es un banco” en una pantalla grande fue el pasado 11 de junio y ayer 17 de junio, fue la segunda proyección.

Este sábado se anunciará la premiación de su categoría “Hecho en Jalisco” y por supuesto, la intención es que el largometraje llegue a más espacios.

Por 80 minutos, los espectadores son testigos de cómo Cristian, integrante de la banda de punk bajacaliforniana Los Nuevos Maevans, sale de Jalisco rumbo al pueblo mágico (o trágico) de Tecate para una misión y después, atrapado, busca regresar a casa.

“Lo bonito de la película es que tiene una pregunta muy sencilla, en cuanto a un personaje buscando la forma de reunir a sus compañeros, va sobre eso, pero en el relato van ocurriendo una serie de situaciones que ponen en jaque esta situación”, comenta Abraham Ávila, productor.

Y añade: “trata de esta idea de poder lograr algo y a lo largo de la película hay muchas situaciones tanto del contexto mexicano que van poniendo en aprietos que se pueda lograr, se trataría de esta lucha entre lo que deseo y lo puedo lograr en el contexto que existe”

En esta historia, nuestro ¿antihéroe? quiere reunir a Los Nuevos Maevans, una banda de punk que rompió la escena mexicana en sus buenos tiempos, pero hoy, cada quien tiene su vida hecha, apuntando a otra dirección.

Entonces el personaje atraviesa toda una serie de escenarios, que abonan al drama, hundimiento y resistencia del mismo, a través de un falso documental que raya entre la realidad y la ficción.

“La transición de gobierno del PRI a AMLO; la derrota de la Selección Mexicana como estamos acostumbrados en el mundial que se atraviesa; las marchas feministas”, enumera Cristian Franco, uno de los directores.

Menciona que “la pandemia fue una situación que no estaba planeada pero se pudo amplificar esa idea, tomar como escenarios naturales estos sucesos, que le dan mucha personalidad a la película”.

Aunque “Escocia no es un banco” compite en la categoría “Hecho en Jalisco”, el talento de Baja California está latente.

De hecho, los tres bromeaban sobre esto e incluso mencionan que las anomalías de este largometraje van desde su concepción hasta llegar a este punto.

Carlos Matuso nació en Tijuana, pero residió un tiempo en Guadalajara y su trabajo ha sido proyectado en múltiples festivales de cine.

Cristian Franco nació en Tecate, pero lleva mucho tiempo trabajando en Guadalajara; ahí realizó estudios en la Escuela de Artes Visuales y ha expuesto sus obras en Jalisco, en Ciudad de México, Los Ángeles, Suiza, Bogotá, entre otros museos.

Y Abraham Ávila, originario de Coahuila pero residiendo en Tijuana, es un artista, productor y guionista cuyo trabajo ha sido presentado en Estados Unidos, Colombia, Venezuela o Francia, además de asesorar, producir o postproducir una larga lista de filmes.

Otro bonus: el soundtrack es original, compuesto por Aris Chagoya, ex integrante de San Pedro el Cortez, una icónica banda tijuanense que transita desde el rock a la psicodelia.

Que la premier de “Escocia no es un banco” haya sido en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara no es cosa menor y tuvo buen recibimiento por el público y la crítica.

“Es el festival más importante, haber estado aquí, en español, en México, en este festival, pone a la película en el mapa; se hizo de forma anómala, un poco a oscuras pero logró estar en un circuito serie del cine”, celebran.

El largometraje se realizó con talento de Baja California.

Por eso, el siguiente paso es conseguir más salas de cine, cinetecas o alguna plataforma para que el espectador entre a este juego de “Escocia no es un banco”.

“El público reaccionó muy bien, le entra al chiste sobre las realidades…”, comenta Abraham.

Carlos agrega que “hay muchas piezas que buscan dar respuestas, mensajes y si uno necesita eso, aquí difícilmente la va a encontrar”.

Lo que es un hecho, es que en la película encontrarán una nueva forma de contar una historia, aderezada con personajes políticos, deportivos, populares.

Es decir, nos podremos encontrar en la cinta, mientras Cristian Maevan busca resistir contra todo y todos para revivir su punk de playback.

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