Tijuana.- Amigos, familiares, vecinos e integrantes de la comunidad de bikers en Tijuana se unieron esta mañana en una marcha para recordar a Jonathan Vélez y exigir justicia a las autoridades por su homicidio, luego de que una juez liberó al conductor en estado de ebriedad que lo arrolló mientras este esperaba en un semáforo a bordo de su motocicleta.
Reunidos en la glorieta Cuauhtémoc en Zona Río, para de ahí caminar a la Fiscalía General del Estado (FGE), compartieron recuerdos del joven de 29 años, quien estaba a punto de casarse con su novia.
Jorge Daniel Luján Toledo, uno de los mejores amigos de Jonathan, pidió tanto a la Fiscalía General del Estado (FGE) como al Poder Judicial que se reinicie un proceso penal que sea transparente e imparcial.
El joven, quien dirigió la manifestación por medio del micrófono, describió a Jonathan como una persona siempre disponible y servicial.
“Lo conocí desde niño, cuando él vendía tarjetitas de Yu Gi Oh, para juntar dinero y apoyar en su casa… Muchas personas saben querer, pero Jonathan sabía cómo demostrarlo muy bien. Él era de los que sí nos decía ‘Te quiero’”, compartió con lágrimas los ojos.
Como casi todos los asistentes, el señor Óscar Peña, vecino desde hace cinco años de Jonathan, tenía algo bueno qué contar sobre Jonathan, a quien describió como un “angelito” por su disposición de ayudar y cuidar a los otros.
“Ayudó mucho a mi sobrino. Él le lavaba los carros, y como andaba en drogas, cuando yo le dije que quería meterlo a un centro de rehabilitación pero yo no tenía dinero, Jonathan me apoyó”, contó.
Fueron alrededor de 200 personas quienes marcharon por las calles de la zona del Río para pedir justicia por la muerte de Jonathan Noé Vélez.
Bajo la etiqueta #JusticiaParaJona, la manifestación fue convocada a través de redes sociales después de que PUNTO NORTE dio a conocer que durante la audiencia de control de detención, celebrada el 4 de septiembre, la jueza de control, Griselda Rábago Lara, decretó la libertad a Adrián Alexander, el hombre responsable de la muerte de Jonathan.
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Movidos por la indignación de lo que calificaron como una injusticia, los manifestantes se reunieron desde poco antes de las 10:00 de la mañana.
Vestidos de blanco y portando cartulinas y letreros que pedían justicia y acusaban de corrupción a la jueza, los asistentes permanecieron por un lapso de una hora a los pies de la estatua.
Al lugar arribaron unos 50 motociclistas, acelerando el motor en señal de solidaridad.
Algunos de ellos eran amigos y conocidos de Jonathan, pero también otros que aunque no lo conocieron en vida, se unieron al clamor de justicia de la familia de su compañero de camino.
Durante la manifestación, la madre de Jonathan, Vanessa Juárez, denunció una serie de irregularidades en el proceso por la muerte de su hijo. Dijo por un lado, que no fue notificada que se llevaría a cabo la audiencia de control de detención.
Tampoco tuvo acceso a la carpeta de investigación del caso sino once días después del hecho, tras insistir en varias ocasiones, y solo recibió una copia que no está certificada.
La madre de familia dijo además, que a pesar de ser su derecho, no se les asignó un asesor jurídico ni se le ofreció ayuda psicológica, sino hasta hace dos días.
“Estamos exigiendo que se haga justicia y que sea transparente. Y que si algo está mal en las leyes, que se haga algo para cambiarlas, porque no es el único caso que ha sucedido en que una persona en estado de ebriedad ocasionó muertes y aun así no pasa nada”, expresó.
También dio a conocer que hasta el momento no se le ha informado de cuándo habrá otra audiencia, ni se le ha informado de alguna otra acción por parte de las instancias de gobierno.
En la manifestación se encontraba también la pareja de Jonathan, Carolina, con quien vivía desde hacía más de cuatro años, y con quien planeaba una boda próximamente.
Durante la congregación en la glorieta Cuauhtémoc, se presentó José Daniel Gutiérrez, subsecretario de Gobierno del Estado en Tijuana, quien abordó a Carolina y con quien mantuvo una breve plática, mientras se escuchaban las consignas de la manifestación.
Ante el cuestionamiento de PUNTO NORTE, el funcionario dijo que estaban al tanto del caso, de la apertura de la carpeta de investigación y de su judicialización, y que asistía al lugar para escuchar lo que estaban planteando los familiares de Jonathan.
“Queremos escuchar el planteamiento para efecto de, una vez escuchado, ver cómo el Estado puede coadyuvar ante la situación que lamentablemente se registró”, expuso el subsecretario.
Dijo también que programó una cita para una mesa de trabajo del secretario de gobierno, Catalino Zavala, con la pareja de Jonathan, el miércoles 21 de septiembre a las 10:00 de la mañana en las oficinas de la Secretaría General de Gobierno.
Los familiares de Jonathan dijeron que acudirán a la reunión convocada por el secretario de Gobierno por instrucción de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, y que luego de eso seguirán evaluando con la asesoría de una abogada qué otras acciones tomarán.
Jonathan Noé Vélez Juárez era el segundo de cinco hijos; tenía 29 años recién cumplidos el pasado 20 de julio. Vivía con su pareja, con quien había abierto un café hace un año y trabajaba en una tienda Costco de San Diego, por ello había adquirido una motocicleta, para agilizar la espera para cruzar la frontera.
La madrugada del viernes 2 de septiembre, conducía su motocicleta Yamaha FZ09 modelo 2015 por el bulevar Agua Caliente, cuando se detuvo en el semáforo en rojo, a contra esquina del restaurante Rodeo.
Un automóvil Mazda 3 modelo 2007 que era conducido a exceso de velocidad por la vialidad por Adrián Alexander, lo embistió lanzando a la motocicleta con Jonathan arriba por los aires.
El impacto provocó varias fracturas expuestas al joven motociclista, que le ocasionaron la muerte casi al instante.
La motocicleta también golpeó al guardia de seguridad de una gasolinera que se encuentra a unos metros, y al chófer de un taxi rojo con negro que cargaba combustible.
Era tal la velocidad con que fue impulsada, que no se detuvo hasta chocar con una bomba de gasolina.
Adrián Alexander fue asegurado en ese momento por policías municipales, quienes lo trasladaron a la Estancia Municipal de Infractores, para evaluar el nivel de alcohol en la sangre.
Sin embargo, en la audiencia de control de detención, la jueza Griselda Rábago Lara ordenó liberar a Adrián Alexander bajo el argumento de que su detención había sido ilegal, porque los agentes municipales lo llevaron primero ante un médico para obtener su certificado de integridad física y de toxicología, para luego presentarlo ante el ministerio público.
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