Mexicali.- Un nuevo acto de huachicoleo volvió a afectar el poliducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) Rosarito-Mexicali, esta vez en el kilómetro 132+200, cerca de la zona desértica de Laguna Salada, lo cual dejó un severo daño ambiental en la zona.
El poliducto Rosarito-Mexicali, uno de los dos principales en Baja California, transporta gasolina y diésel, atravesando Playas de Rosarito, Tijuana, Tecate y Mexicali.
La toma clandestina se descubrió poco antes del mediodía del martes 3 de diciembre, cuando automovilistas que circulaban por el kilómetro 32 de la carretera de cuota Mexicali-Tijuana observaron un “géiser” que se desprendió del área en el que se ubica el poliducto.
Esta columna de gasolina provocó un derrame de combustible que se extendió por un arroyo de gasolina con una longitud de 150 metros en la zona agreste, poniendo en riesgo el ecosistema circundante y del subsuelo.
El sitio afectado se encuentra a menos de un kilómetro de la carretera Mexicali-Tijuana, en una región árida y de difícil acceso, lo que complica las labores de contención y saneamiento ambiental.
El director de Bomberos de Mexicali, Rubén Osuna, compartió que personal especializado de Pemex viajó desde Playas de Rosarito a Mexicali para los trabajos de contención, apoyados por bomberos y Guardia Nacional.
“Estuvimos aproximadamente tres horas trabajando con ellos, en apoyo y de manera preventiva”, refirió el funcionario municipal.
Este incidente no es aislado. El área ya había sido blanco de huachicoleros el 18 de noviembre de 2021, cuando se perforó el mismo ducto para una toma clandestina de gasolina.
Históricamente, autoridades locales de seguridad han identificado que el 85 por ciento de las tomas clandestinas en el estado se concentran en el tramo entre Tecate y La Rumorosa.
De enero a septiembre de 2024, Pemex reportó la detección de 353 tomas clandestinas, de acuerdo a un reporte elaborado por el observatorio ciudadano Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM).
Este documento elaborado por la asociación civil comparó el número de reportes con el mismo periodo, pero del año 2023, cuando se registraron 314 tomas clandestinas, lo que representa un incremento del 12.42 por ciento.
Hoy miércoles 4 de noviembre, PUNTO NORTE realizó un recorrido por el área afectada, confirmando que las autoridades estatales ni federales han aplicado medidas para la atención ambiental.
De igual manera, ni la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ni la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Baja California, encabezada por Mónica Vega, han informado de las afectaciones ambientales ni de las labores para reducir el daño producido.
El arroyo formado por la gasolina sobre el suelo aún se percibe húmedo, desprendiendo un fuerte olor a combustible que se extiende por el lugar, afectando a la flora y fauna.
Justo a un costado de uno de los señalamientos de advertencia por la presencia de tubería de alta presión es el punto en el que huachicoleros perforaron para llevar a cabo la extracción de gasolina.
En el sitio se encuentran indicios de que la tubería nuevamente fue cubierta con arena, pero la densidad del líquido generó una mancha fangosa de gasolina.
No obstante, al tratarse de un espacio abierto y desértico, no hay riesgo latente a la población.
Además del impacto económico, el derrame plantea preocupaciones ambientales y de seguridad, pues la gasolina derramada puede filtrarse al subsuelo, afectar la flora y fauna local, así como representa un alto riesgo de incendio.