Así ejecutaron a “El Tito Beltrán” en juegos infantiles de Tecate: era jefe de sicarios de Sinaloa y ex esposo de la activista Angelita

Jesús Roberto Sánchez Beltrán, alias “El Tito”, fue ejecutado por varios hombres encapuchados

REPORTAJE ESPECIAL

Jesús Roberto Sánchez Beltrán, alias “El Tito Beltrán”, fue ejecutado por varios hombres encapuchados, quienes irrumpieron en un centro de diversiones con juegos infantiles llamado La Guarida de la Diversión, en Tecate, lleno de niños y familias.

En el lugar, un bebé de dos años recibió un par de lesiones por disparo de arma de fuego, una en la axila y otra en la espalda, lo que le provocó el riesgo de perder la vida y requiriendo una cirugía de emergencia.

“El Tito” fue un miembro del crimen organizado, señalado por participar y ordenar homicidios para el Cártel de Sinaloa en Tecate. De hecho, estuvo preso durante diez años, debido a que le fue dictada una sentencia por homicidio calificado. La víctima fue un licenciado, consumidor y distribuidor de cristal.

Decenas de niños y sus padres entraron en pánico al ver al grupo armado dispararle en al menos 15 ocasiones a “El Tito Beltrán”, quien seguía siendo rematado en el suelo sobre un charco de sangre.

Fue rematado estando en el piso

Los hechos ocurrieron el domingo 1 de diciembre, cerca de las 7:30 de la tarde, en uno de los horarios más concurridos en el establecimiento de videojuegos y salón de fiestas, el cual está ubicado sobre el bulevar Los Encinos, a unos 300 metros del parque y del swap meet del mismo nombre. 

A pesar de ser una de las zonas comerciales más importantes de Tecate, pues en el mismo cuadrante se encuentra la plaza más grande del municipio, en donde se localiza Cinépolis, Casino Caliente, Soriana y varias franquicias de restaurantes, la Policía Municipal simplemente no respondió rápido al llamado de auxilio. 

La tardía respuesta de la corporación que dirige la amiga del alcalde, Marina Calderón, ex candidata de Movimiento Ciudadano, generó dudas sobre si existe complicidad con el grupo criminal que perpetró el homicidio o si simplemente se trató de un enorme nivel de ineficiencia, pues su llegada varios minutos después de los hechos fue prácticamente inútil al permitir que los delincuentes huyeran sin ser ubicados.

El ataque ocurrió en medio de familias en uno de los horarios más concurridos del establecimiento

De acuerdo a testimonios recabados por PUNTO NORTE, alrededor de las 7:00 de la noche, un carro de cuatro puertas se estacionó frente al comercio. De él descendieron tres sujetos armados, cubiertos de la cara y con cachucha, quienes ingresaron al lugar. Uno más se quedó al volante. 

Investigadores trabajan en identificar si otros cómplices que se encontraban en el establecimiento fueron los encargados de dar la ubicación exacta de “El Tito”, pues, momentos antes de ser acribillado, se había formado en la caja a comprar fichas para los juegos del centro de diversiones.

Dos sicarios se acercaron directamente a él y abrieron fuego sin mediar palabras. En las manos de “El Tito” quedaron dos billetes y, a su alrededor, varias tiras de boletos que son canjeados por dulces o premios en ese tipo de establecimientos. 

Los sicarios lograron escapar del lugar

Según los datos recabados, Beltrán iba acompañado de un niño y la mamá de éste, quien era su actual pareja. El menor y la mujer resultaron ilesos.

Las autoridades contabilizaron alrededor de 16 casquillos percutidos, calibre 9 milímetros. Según los paramédicos, quienes declararon sin vida a Sánchez Beltrán, también apodado “El Baleado”, éste presentaba múltiples heridas de bala en cabeza, ojo, oreja, mejilla, cuello, brazos, tórax y abdomen.

¿Quién era “El Tito Beltrán”?

Jesús Roberto Sánchez Beltrán fue un pandillero de la colonia Benito Juárez en su adolescencia y en sus primeros años de adulto. Posteriormente, incursionó en el consumo y tráfico de cristal, convirtiéndose en un activo responsable de organizar y ejecutar homicidios. 

De acuerdo a declaraciones ministeriales, que fueron incorporadas en carpetas de homicidios, “El Tito” trabajaba directamente bajo las órdenes de Jesús Corrales Ríos, alias “El Viejón”.

“El Viejón” era uno de los cabecillas del Cártel de Sinaloa que, en la década de 2010, estaba encargado de controlar los ajustes de cuentas y la distribución de drogas en Tecate. 

“El Viejón”

El 5 de junio de 2014, Sánchez Beltrán fue detenido en Tecate por la extinta Policía Estatal Preventiva (PEP), al encontrarse en un domicilio en donde –según la versión de la corporación– en ese momento, se hallaba también una joven mujer secuestrada. 

En ese operativo, realizado en la calle Roque González de la colonia Lomas del Cuchumá, los “pepos” detuvieron a “El Tito” y a su acompañante Ramiro Correa Ramírez, quienes estaban en posesión de un arma larga tipo AR-15 calibre .223 y de un “cuerno de chivo” AK-47, así como un pick up Dodge Ram blanco, tipo patrulla y un BMW. 

Ante la presencia de la Policía Estatal, “El Tito” brincó una barda para intentar escapar, pero se fracturó la pierna al caer y comenzó a pedir a gritos ayuda, siendo descubierto por los agentes.

Se les detuvo con varias armas

A decir de la versión de la PEP, “El Tito”, al momento de ser detenido, dio la ubicación de otro domicilio, en donde había más armas, por lo que el operativo policiaco se dirigió a pocas cuadras de distancia, hacia la colonia Bella Vista. 

Ahí se detuvo a cuatro delincuentes más: Javier López Ríos, de 26 años; Rogelio Pimentel Rodríguez, de 27 años; José Antonio Ruiz Félix, de 28 años y Jesús Rosario Quintero Gilm de 25 años. Todos en posesión de una dosis de cristal, un arma de fuego calibre 40 y cartuchos útiles de diferentes calibres.

El resto de los detenidos

A pesar de que la Secretaría de Seguridad del Estado boletinó a los seis detenidos como “secuestradores”, nunca se les acusó formalmente por ese delito, únicamente por lo que hace a posesión de armas de fuego y dosis de droga. 

Y, desde luego, mucho menos la entonces Procuraduría General de la República los investigó por delitos de delincuencia organizada.

¡Ahí está el lic, compa, chíngueselo!

En junio de 2014, cuando “El Tito” se encontraba encarcelado y fracturado de la pierna, dos agentes de la entonces Policía Ministerial se enteraron de su arresto. Meses antes, lo habían ubicado como encargado de sicarios para el Cártel y responsable de varios homicidios en la ciudad. 

Tan sólo unos días después de su detención, los agentes de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ya le estaban cumplimentando una orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado.

Antes de ser detenido, “El Tito” ya contaba con una orden de aprehensión

Los investigadores habían recolectado mucha información, declaraciones, peritajes y el arma involucrada, que probaban la participación de “El Tito” y de dos hombres más en el asesinato de un licenciado, de nombre Alfredo Cardona Córdova, un hombre de 62 años que había estudiado Derecho en la Universidad Autónoma de Tepic, pero que su adicción al cristal lo tenía viviendo prácticamente en la indigencia, en un cuarto de madera y láminas, improvisado en un área de invasión, al lado de las vías del tren, en Tecate.

Lo conocían como “El Lic” o “El Abogado”, era originario de Guadalajara, cargaba un maletín con documentos; el hombre prometía “regularizar” los terrenos a un grupo de paracaidistas que invadieron el derecho de vía del ferrocarril, a un lado de donde se construyó el Centro Estatal de las Artes (CEART).

Bajo la promesa de obtener la legal propiedad de los predios invadidos, “El Lic” cobraba unos 300 pesos eventualmente, redactaba escritos y los entrega en el Ayuntamiento de Tecate para obtener los sellos de “recibido” y, con eso, justificar su “trabajo”. Otros de sus “clientes” le pagaban con dosis de cristal. 

“El Licenciado” vivía en una zona de invasión

Él aseguraba que tenía contactos en la compañía Ferrocarriles Nacionales de México, en donde había trabajado y, por ello, sabía cómo conseguir los títulos de propiedad.

En aquel entonces, “El Abogado” también vivió un tiempo en un terreno de la colonia Militar, el cual prometió regularizar a la viuda de un vendedor de droga, quien murió en prisión y supuestamente le había dejado esa inmueble su familia. 

Sin embargo, la mujer se dio cuenta que “El Abogado” lo había vendido por 20 mil pesos a otro narcomenudista, de nombre Guadalupe Torres, a quien le entregó un contrato de compraventa con la firma falsificada de la mujer.

La noche del 8 de febrero de 2014, “El Lic” se encontraba dormido en un cuarto tipo picadero, en las vías del tren, en donde vivía con un amigo que le permitía dormir en su “casa”.

Marco Antonio Félix Reyes ,“El Sapito” era conocido de “El Lic”, pues consumían cristal juntos, al igual que al menos una docena de adictos de la zona. “El Sapito” tenía poco de haber llegado de Sonora a Tecate, reclutado como sicario por el Cártel.

De acuerdo a varias declaraciones ministeriales, la noche del crimen, “El Sapito” se encontraba en un comercio de pollos al carbón, ubicado contraesquina de la escuela secundaria Francisco I. Madero, en donde se quedaban de ver los consumidores de cristal con sus vendedores de droga, cerca de la invasión de las vías del tren. 

A decir de otro testigo y del propio “El Sapito”, estando en ese punto, miraron llegar una camioneta Isuzu blanca, donde iba Jesús Roberto Sánchez Beltrán “El Tito” con otro sicario, de apodo “El Flaco”, según lo declarado ante el Ministerio Público. 

De acuerdo a testimonios “El Tito” ordenó el homicidio

“…a estos dos sujetos, –detalló ‘El Sapito’– los conozco porque se dedican a vender droga en Tecate y son muy peligrosos, cuando ‘El Tito’ me miró, detuvo el carro y me dijo que me acercara él, y me dijo que quería que me aventara un jale, yo le pregunte que si qué tipo de jale, y ‘El Tito’ me dijo que quería que matara a un Licenciado… y me dio temor de que ‘El Tito’ me matara, ya que es muy peligroso, por lo que le dije que estaba bien, y me subí al carro con ellos, de ahí le dieron para unas casas de madera que están a un lado de las vías del tren, creo que es un lugar que le dicen la invasión”.

La razón para quitarle la vida a “El Lic” era que “El Viejón” y “El Tito” creían que “El Abogado” le había puesto el dedo a una de sus “tiradoras”, de nombre Yasmín Briseño, y a su novio, de nombre Sergio Gómez alias ‘El Negro’.

En declaraciones ministeriales quedó asentado cómo se llevó a cabo el crimen

Y que por culpa de “El Lic”, a ambos los había detenido la Policía Municipal, la cual, en ese entonces era comandada por la policía Alejandra Hernández Villa.

En efecto, en los archivos de la corporación local y de la Fiscalía, semanas antes de la muerte de “El Lic”, a Yasmín y a su novio los detuvo la Policía Municipal con varias dosis de cristal. 

En hechos aislados, la vendedora de droga de “El Viejón”, Yasmín Briseño fue asesinada a tiros en diciembre de 2016, mientras que la policía Alejandra Hernández Villa, murió de la misma forma en junio de 2023.

La ex comandante Alejandra Hernández fue asesinada en una gasolinera

El caso es que la noche del homicidio de “El Lic” en las invasiones del CEART, “El Tito” y “El Sapito” fueron por un cuarto cómplice, Miguel Ángel Zavala López “El Miguelillo”, quien sabía exactamente dónde estaba durmiendo “El Licenciado”. 

El sicario prosigue su narrativa: “Me dijo ‘El Tito’ que el mentado ‘Miguelillo’ me iba a llevar hasta la casa del ‘Licenciado’ que tenía que matar y que después me iba a guiar hasta donde me iban a recoger después de matar al mentado ‘Licenciado’, después de eso nos subimos al carro, iba manejando ‘El Flaco’, ‘El Tito’ iba en el asiento del copiloto ,‘El Miguelillo’ y yo en la parte de atrás… ahí ‘El Tito’ arriba del carro me dio una pistola revólver, de color negro, de calibre 38 especial”.

Prácticamente el resto es historia, “El Sapito” y “El Miguelillo” se bajaron por el CEART con rumbo a la invasión: “nos bajamos del carro… yo me fui siguiéndolo, caminamos por las vías del tren unos minutos, hasta llegar a un cuarto de madera, ‘El Miguelillo’ me dijo que ahí era, pero que él iba a ver si estaba adentro ‘El Licenciado’, por lo que abrió una como sábana (que tenían de puerta) y gritó ‘¡Lic!’, y alguien contestó, después de eso me dijo ‘El Miguelillo’: “¡Ahí está ‘El Lic’, compa, chíngueselo!”.

El homicidio de Angelita y su relación con “El Tito”

La activista Angelita Meraz León, conocida por su labor de encabezar el colectivo Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos, fue asesinada el 8 de febrero de 2024, cuando se encontraba en su salón de belleza en la colonia Loma Alta, en Tecate.

Un hombre ingresó al lugar y le disparó en el rostro para luego huir, abandonando y quemando el automóvil utilizado en el ataque cerca de las instalaciones del hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Angelita fue asesinada en el interior de su negocio

La motivación de Angelita para encabezar un colectivo de búsqueda era la de encontrar a su hermano, José Juan Vázquez, desaparecido desde 2018. 

Páginas de Facebook vinculadas al crimen organizado publicaron desde el anonimato que Angelita colaboraba con un grupo criminal, versión igualmente sostenida por algunos altos mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Baja California y por la propia Fiscalía General del Estado.

Organizaciones de Derechos Humanos condenaron su asesinato

Ante su incompetencia, titulares de las áreas de gobierno y algunos miembros del Mecanismo de Protección para Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos, justificaron internamente que Angelita Meraz fue la pareja sentimental de un delincuente, con tal de no reconocerle el riesgo que representaba su activismo, brindarle protección y resolver su homicidio. 

En efecto, Angelita fue la pareja de Jesús Roberto Sánchez Beltrán “El Tito” cuando éste fue detenido en 2014. 

La activista buscaba a su hermano desaparecido

Incluso, ella registró visitas en los centros penitenciarios en donde él se encontraba recluido. 

Hasta la fecha, el homicidio de la activista se encuentra en la impunidad y sin avances, como la mayoría de los casos en Tecate, incluyendo el de “El Licenciado” y, muy seguramente, como ocurrirá con el de “El Tito Beltrán”.

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