Castro Trenti la hace de vocero contra el Poder Judicial… pero fue parte de una red de corrupción de jueces y magistrados

Uno de los representantes de Morena por Baja California más notables en la Cámara de Diputados federal es ni más ni menos que el tijuanense Fernando Castro Trenti, ‘El Diablo’, como gustan llamarlo sus discípulos y adversarios desde los tiempos –no tan alejados– cuando era el mandamás del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado.

Y en las últimas semanas se ha intentado posicionar como uno de los voceros de la Cámara baja en el tema de las reformas constitucionales en contra el Poder Judicial.

A sus 68 años y tras su evidente fracaso como candidato del PRI a la gubernatura de Baja California, actualmente Castro se acurruca en los brazos de la llamada “Cuarta Transformación”, en donde parece tener mejores posiciones y favores que la mayoría de los legisladores de su bancada, gracias a su cercanía con el otro ex priista incrustado en Morena, Ricardo Monreal.

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En los últimos días, el priista de Morena todavía pasea en diferentes medios de comunicación para fijar posturas a favor de la Poder Judicial y defender sus consecuencias, como la preselección de jueces y magistrados por medio de una tómbola, los absurdos requisitos para ser magistrado o ministro y demás chuladas.

Hace unas semanas, el 30 de octubre, Castro Trenti también subió a la máxima tribuna para defender el entonces proyecto de reforma en materia de inimpugnabilidad, y de paso regaló una joya para las memorias de la incongruencia y la auto expiación, pues escupió un discurso contra la corrupción en los jueces y magistrados, de la cual al parecer fue parte para su goce y disfrute durante años.

Antes de pasar a ese episodio, es necesario saber que la mentada reforma en materia de inimpugnabilidad, fue uno de los últimos cambios que Morena y sus aliados hicieron a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para que cualquier cambio u ocurrencia que le hagan a ésta, ya no pueda ser impugnado o revertido por el Poder Judicial, por ningún juez, magistrado o hasta ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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El que las reformas pudieran ser revisadas por el Poder encargado precisamente de preservar el orden constitucional era –antes de su reforma– una posibilidad, pues las leyes aprobadas por los brillantes diputados y senadores podrían salir con contradicciones, errores, vacíos, o incluso, en un sentido, contrarias a la convencionalidad de los derechos humanos o, bien, opuestas al principio democrático de la separación de poderes.

En palabras técnicas, esa reforma de Morena, la cual finalmente se aprobaron, logró borrar de un plumazo las posibilidades de controversias constitucionales, y dio nacimiento a la inaplicabilidad del juicio de amparo cuando se trate contra las reformas a la Constitución Política que este gobierno se mande a hacer. Acabaron pues con las herramientas de revisión jurisdiccional en esta materia.

 

El caso es que, en ese contexto, don Fernando se atrevió a montarse a la tarima legislativa para dar cátedra en pro de su bancada y del proyecto morenista iniciando con una muy muy original oración: “quisiera yo evocar aquella frase que repito por segunda vez en esta tribuna… la patria es primero, y sí, justamente la patria”.

Aquí la participación de Castro Trenti: https://www.youtube.com/watch?v=wiQHefACyL8

En sus pocos días que tiene de morenista –renunció al PRI apenas en 2019–, Trenti ya aprendió muy bien la maroma de acusar corrupción en las instituciones que no están bajo el control del obradorismo para justificar su injerencia, su reformación o su intento de exterminio, así ocurrió con el Instituto Nacional Electoral (INE), la Suprema Corte, los órganos autónomos, las farmacéuticas que distribuían medicamentos al sector público, las guarderías infantiles, fideicomisos, por nombrar algunos de la larga lista.

“Hay corrupción brutal, lo sabemos”, continuó Trenti en la Cámara para referirse al Poder Judicial. Y luego aseguró: “Quién podría levantar la mano en este Pleno, que no haya sido víctima de una atrocidad jurisdiccional (en los tribunales)… de un atraco jurisdiccional, despojos de viviendas, expedientes guardados por siglos para no cobrar los emolumentos… el actuario que esconde el expediente, el ministro que pone a su primo, al hermano de su primo que lo hace juez, el Consejo de la Judicatura que regalaba los exámenes a sus incondicionales para probar y convertirse en jueces de distrito o magistrado”.

Muy bonito y todo, pero seguro “El Diablo” pidió a todos los cielos que nadie se acordara de aquel capítulo vergonzoso de corrupción, en el cual se le involucró junto a varios de sus compañeros priistas, algunos de ellos, al igual que él, actualmente ya en las filas de Morena.

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Y es que, entre 2012 y 2014, el Poder Judicial y el Gobierno Federal, por cierto, en ese entonces de extracción priista, reveló una red de tráfico de influencias y corrupción entre empresas importadoras de carros, políticos y jueces.

En aquellos años, los titulares de los principales medios de comunicación hablaban del caso, que involucraba además a altos mandos del Sistema de Administración Tributaria, jefes aduanales, y a priistas de Baja California.

Un esquema de sobornos millonarios a funcionarios y políticos para la importación de “autos chocolates”, es decir, de origen estadounidense que se introducían ilegalmente a territorio nacional.

Aquella investigación dada a conocer por el gobierno federal incluía a 18 empresas, investigadas por pagar millones de pesos a funcionarios federales, políticos y jueces de Baja California y del Estado de México a cambio de amparos federales, así como la introducción de los vehículos.

Entre los implicados se señaló al juez Daniel González Vargas, entonces titular del Juzgado Segundo de Distrito en Mexicali, quien fue suspendido por esos hechos. Igualmente al entonces juez Héctor Guzmán Castillo, actualmente magistrado.

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La misma investigación, también realizada por la Suprema Corte, apuntaba tanto a los propietarios de las empresas como a los políticos del PRI, encargados de cabildear los sobornos con los funcionarios del SAT y los jueces, entre ellos, Enrique Acosta Fregoso, ex diputado, ex líder de la CNOP en Baja California y compadre de Fernando Castro Trenti.

Junto a Enrique Acosta se identificó a uno de los entonces más obedientes subordinados de Castro Trenti: Elí Topete Robles, ex diputado del PRI en Baja California, ex candidato a la alcaldía de Mexicali y, hasta hace semanas, coordinador de gabinete de la hoy ex alcaldesa de Tijuana por Morena, Montserrat Caballero.

“se hizo pendejo… es de nuestro negocio güey…”

En 2012, el periódico Reforma hizo pública una llamada telefónica justamente entre Enrique Agosta Fregoso y Elí Topete Robles, en la que el primero presumía sus acuerdos con magistrados, altos funcionarios y políticos para el negocio de los carros chocolates.

En esta comunicación, también reveló que estaba involucrado Castro Trenti, entonces embajador de México en Argentina: “es de nuestro negocio güey…”, diría el hoy esposo de Adriana López Quintero, ex aspirante a la alcaldía de San Felipe por Morena, y ex candidata del Partido Verde Ecología en ese municipio.

–Acosta Fregoso: Andaba en México, cabrón.
–Topete: Órale ¿y eso?
–Acosta Fregoso: Pero me fui ayer en la mañana.
–Topete: ¿Y eso?
–Acosta Fregoso: Y regresé ayer mismo; fui a una reunión al SAT, güey. Y a la Corte.
–Topete: Órale.
–Acosta Fregoso: Y a la Corte, fui a ver un ministro allá y nomás. Me fui en el avión de las ocho; llegué a la una y allá fueron por mí y tuve una reunión en el SAT y comí con un Ministro de la Corte y con Moreno Collado y vi un abogado allá y para atrás güey y es una chinga, llegué a la casa aquí, llegué como a la una, güey.
–Topete: Órale.
–Acosta Fregoso: Y éste ayer me fui temprano a México y regresé.
–Topete: ¡Ah!, pues nomás dile ahí al Senador (Castro Trenti).
–Acosta Fregoso: No, ahorita al hijo de su rechingada madre, fui a una pinchi audiencia a una reunión del SAT y le dije: cabrón, acompáñanos, es de nuestro negocio, güey.
–Topete: Ajá.
–Acosta Fregoso: De los carros y no fue el cabrón, se hizo pendejo y ya nomás yo le mandé un mensaje, estoy aquí en México, vine aquí, ando con Hansel. No contestó y a las pinchis dos de la mañana me mandó un mensaje, no se lo contesté y ahorita le mandé uno y me dice que a unos jueces suspendieron, no sé qué chingados.
Sabiendo esto, cobra mucho sentido las elocuencias del señor Fernando en tribuna cuando dijo que en el Poder Judicial “hay corrupción brutal, lo sabemos”. Pues, claro.

Ahora desde Morena y con varios años de su oscuro paso por el poder, Castro Trenti pudo pronunciar una muy conmovedora amenaza: “Basta de los robos que hay al amparo de la justicia que hace el Poder Judicial. Los vamos a sacar a la calle y los vamos a dejar sin empleo, a los rateros, a los corruptos, a los que se han vendido por años y años…”

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