Mexicali.- Al igual que en Tijuana, la Guardia Nacional instaló retenes para revisar los vehículos que cruzan de México hacia Estados Unidos por las garitas vehiculares para evitar el tráfico de drogas y personas indocumentados.
Bajo el nombre “Frontera Segura”, el operativo es parte de los acuerdos tomados entre México y Estados Unidos para pausar la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos durante un mes, en el que el gobierno de Claudia Sheinbaum deberá demostrar a la administración de Donald Trump una serie de medidas para reforzar el control en la frontera y frenar el tráfico de drogas y de migrantes indocumentados a Estados Unidos.
Para evitar estas sanciones económicas, la presidenta Claudia Sheinbaum ordenó el despliegue de 10,000 militares a lo largo de la frontera norte.
Esta fuerza de seguridad se distribuyó en 18 municipios clave, entre los que destacan Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez y Nogales.
En el caso de Mexicali, se establecieron tres puntos de inspección en los accesos fronterizos de Mexicali 1 y Mexicali 2.
Ahí, elementos de la Guardia Nacional, apoyados por binomios caninos especializados en la detección de narcóticos, llevan a cabo revisiones aleatorias de vehículos y pasajeros con destino a Estados Unidos.
Si bien, no hubo una declaración oficial por parte de la Guardia Nacional, algunos agentes señalaron que estas inspecciones responden a una instrucción directa del gobierno federal.
Además, argumentaron que su actuación se sustenta en el artículo 266 del Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual faculta a las autoridades a realizar este tipo de revisiones.
De acuerdo con el personal asignado a estos retenes, el primer punto de inspección se ubica en la entrada principal de la garita y consiste en una evaluación visual de los conductores, considerando su comportamiento y tono de voz, con base en protocolos aduanales.
Las opiniones de los ciudadanos sobre estas medidas han sido diversas.
Un automovilista entrevistado por Punto Norte expresó su descontento calificando la situación como “una marranada, un despropósito”.
En contraste, otro conductor opinó que le parecía positivo, aunque reconoció que “se pierde tiempo en la fila”.
Durante la inspección vehicular, los agentes verifican modificaciones recientes en los autos, nivel de aire en los neumáticos y posibles alteraciones en cajuela, cofre o guardafangos.
Por otro lado, los otros dos puntos de control se encuentran en la zona federal y están diseñados para reforzar la inspección en caso de que algún conductor con señales de alerta haya pasado inadvertido en el primer filtro.
En caso de detectarse alguna irregularidad, los vehículos son remitidos a Aduanas, donde se emplean tecnologías de rayos no intrusivos para llevar a cabo una inspección más minuciosa.