PRI se lanza contra chapulines: Castro Trenti, Nancy Sánchez, Eligio, Román Cota, los priistas de Morena

Tijuana.- El PRI de Baja California promueve una iniciativa a nivel nacional que pretende acabar con los políticos “chapulines”, que renuncian al partido político que los llevó al cargo que ostentan.

Esta iniciativa revive a múltiples “chapulines” de Baja California, los cuales aunque no aplican del todo dentro del supuesto de la reforma, sí abandonaron las filas del PRI hasta que Morena llegó al gobierno, a pesar de haber sido catalogados dentro del movimiento de la Cuarta Transformación como los más corruptos de la política.

Es el caso de Fernando Castro Trenti, Nancy Sánchez, Eligio Valencia hijo, Román Cota, Javier Urbalejo, Jesús García Castro, Javier Robles Aguirre, entre muchos otros, quienes ahora son distinguidos miembros y funcionarios de Morena, pero que trabajaron activamente en la campaña de 2012 en contra de la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.

Se les conoce como “los chapulines del PRI” dentro de las bases de Morena en Baja California, pues brincaron de un partido a otro por conveniencia, por candidaturas o por puestos en los gobiernos de Morena.

Aunque son decenas de casos, la lista de los priistas incrustados en MORENA la podría encabezar Fernando Castro Trenti. Fue candidato del PRI al gobierno del Estado y tras fracasar electoralmente frente al panista Francisco “Kiko” Vega, fue embajador de México en Argentina y Suiza, en el periodo del ex presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Inmediatamente al terminar el sexenio priista, en 2019, Castro Trenti abandonó al tricolor para sumarse a Morena.

En 2023, acogido por Ricardo Monreal, Castro Trenti se unió a la campaña de Claudia Sheinbaum a la presidencia, como coordinador de Organización y Enlace Territorial, para luego obtener su diputación por la vía plurinominal, sin hacer campaña.

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Otro caso similar es Nancy Sánchez Arredondo, quien en 2018 llegó al Congreso de la Unión como senadora suplente de Vanessa Rubio Márquez, por el PRI.

En 2020, decidió adherirse a la bancada de Morena, la cual le retribuyó con una diputación federal por el segundo distrito federal de Baja California en las elecciones de 2024.

Otro caso de chapulín es el de Eligio Valencia López, hijo del líder del sindicato de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Eligio Valencia Roque. El hijo ocupó espacios negociados por su padre por medio de su presencia en el PRI.

Valencia López fue ilegalmente regidor en Playas de Rosarito, pues presentó documentos falsos para acreditar domicilio en el quinto municipio.

Luego, de 2016 a 2019, fue regidor por el PRI en Tijuana. Dos años después, en 2021, renunció al PRI, para sumarse al movimiento de la Cuarta Transformación como candidato a regidor de Tijuana, regresando así a un segundo periodo en el Cabildo de Tijuana y un tercero como regidor.

Morena no sólo permitió su adhesión, sino que lo premió con una diputación local, que actualmente ocupa.

Otro de los chapulines más representativos del PRI, es el actual alcalde de Tecate, Román Cota Muñoz, hankista que logró ser diputado en el Congreso de Baja California por el tricolor, pero meses antes del proceso electoral 2023-2024, saltó a la bancada de Morena, la cual le regaló la candidatura a la presidencia municipal de Tecate, la cual ganó gracias al voto del movimiento Obradorista.

Los políticos que defendían a capa y espada al PRI, pero que tras la consolidación de Morena abandonaron sus “ideales revolucionarios”, no han pasado desapercibidos por sus compañeros del tricolor.

Menos ahora que Morena se encuentra en plena campaña de afiliación nacional con la que pretenden cumplir la meta de Luisa María Alcalde y de Andy López Obrador de registrar a diez millones de militantes en todo el país.

Para blindarse de una desbandada de aquellos legisladoras y legisladores con identidad política tambaleante, que llegaron por medio del tricolor, el PRI se encuentra promoviendo -en el marco de su 96 aniversario de su fundación – la iniciativa de “Ley Anti Chapulín”, para que se impida a legisladores electos o plurinominales de cualquier partido, renunciar a éste y adherirse a otro.

La iniciativa de los tricolores además propone que a quienes intenten “chapulinear”, se les retire del cargo y se nombre en su lugar al suplente, o a la persona que siga en la lista de candidatos de representación proporcional en la elección que los llevó al puesto.

En su campaña de promoción de la iniciativa, el PRI Baja California ha difundido diversos contenidos en sus redes oficiales, con frases dirigidas a quienes pudieran tener alguna intención de salirse del partido.

“El cargo no es del político, es del pueblo”, “Si dejas el partido, dejas el espacio”, “Chapulín que brinque, que renuncie al cargo”, “Se acabó el chapulineo impune”, son algunos de los slogans acompañados de la imagen de un sillón de recinto legislativo y de un grillo o chapulín ha sido publicadas en las redes sociales del tricolor.

“Desde el PRI impulsamos que quienes cambien de partido renuncien al cargo que les otorgó el pueblo. No más políticos que usan a los votantes para beneficio propio”, se lee en las publicaciones e historias.

Otro chapulín que ha saltado del PRI a Morena, es Jesús García Castro, actual titular de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT). Este funcionario fue el dirigente del PRI en el Estado en 2017 y en 2018 peleó electoralmente contra MORENA, al ser candidato por el PRI a diputado federal.

Tras fracasar en sus aspiraciones electorales, García Castro fue recibido en MORENA. En 2019, se sumó a la “transformación” y tras su salida, el PRI nacional lo calificó como “traidor y desleal”, incongruente, poco serio, y que con su adhesión a MORENA, mostraba “su bajeza y carencia de principios”.

Ningún descalificativo del PRI sirvió, pues en 2020, el priista fue nombrado titular de la Auditoría Superior del Estado de Baja California, avalado por la mayoría de MORENA en el Congreso del Estado.

En 2022, se convirtió en secretario de Gobierno de Tijuana y un año después en titular de la CESPT.

También figura entre estos perfiles Marcelo de Jesús Machain Servín, quien hoy compartió su afiliación a Morena, junto a la ex alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, de quien fue oficial mayor durante su gobierno (2021-2024).

Otro caso es Alejandro Arregui Ibarra, quien fuera diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y actualmente se desempeña como secretario del Trabajo y Previsión Social del Estado (STPS).

Además de Javier Urbalejo Cinco, ex presidente municipal de Tecate de 2010 al 2013 por el PRI, descubierto por desfalcar las arcas del municipio por varios millones de pesos, pero quien recientemente dejó el Instituto de Infraestructura Educativa del Gobierno de Baja California.

Uno años atrás, también lo hizo Amador Rodríguez Lozano, ex senador y diputado federal por el tricolor, quien fue nombrado secretario general de Gobierno del estado de Baja California, durante la gestión de Bonilla.

El actual secretario de Bienestar de Tijuana, Erick “El Terrible” Morales, quien fue funcionario y candidato del PRI para luego ser diputado federal por Morena en 2018 y desde entonces ocupar cargos en gobiernos de este partido.

En este grupo también se encuentra Sergio Moctezuma Martínez López, que del PRI saltó a Morena, logrando ser funcionario estatal y diputado local de este partido, para luego afiliarse al Partido del Trabajo (PT).

La lista de priistas chapulines a MORENA podría seguir y seguir: Miguel Ángel Badiola, Elí Topete, Antonio Serret, entre muchos más.

La propuesta del PRI

La iniciativa que propone acabar con los chapulines en la política es de la diputada federal del PRI, Abigail Arredondo Ramos, originaria, residente y con carrera en Querétaro, pero quien fue registrada en la circunscripción de Baja California con residencia en Mexicali para poder acceder a la diputación.

La Cámara de Diputados, integrada por 500 legisladores, se conforma por dos tipos de representantes: 300 distritos electorales a lo largo del país, es decir, un candidato ganador por cada uno de los distritos, y el resto, 200 diputados, son los nombrados “plurinominales”, los cuales no hacen campaña ni compiten en la elección, sino que cada partido registra listas de sus candidatos.

Los 200 diputados plurinominales son resultado de las listas por cada circunscripción electoral conformada por varios estados de la República, son cinco en total. Tras los resultados electorales, y aplicando una fórmula matemática cada circunscripción, aporta los primeros diputados de cada lista registrada por partidos.

Por ejemplo, la Circunscripción 1 está integrada por Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Chihuahua, Durango y Nayarit. En cambio, Querétaro pertenece a la Circunscripción 5.

De tal suerte, que en la elección de 2024, la actual diputada Abigail Arredondo Ramos, fue registrada por el PRI en la Circunscripción 1, sin tener domicilio real ni pertenecer a ella.

La diputada brincó, no de un partido a otro, pero sí de una circunscripción a otra de manera irregular.

Debido a que apenas fue presentada, la iniciativa de ley “antichapulín” aún no ha sido dictaminada, pero el partido se encuentra haciendo promoción de la misma en distintas entidades del país.

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