Los homicidas de “Gail Toys” se sentaron y comieron a su lado: hay más detalles de las audiencias

Tijuana.– Los asesinos de Gael Castro Cárdenas, “El Gail”, hermano del influencer Marcos Eduardo Castro Cárdenas, conocido como “Markitos Toys”, estuvieron durante una hora a unos metros de la víctima y de su familia, comiendo en otra de las mesas del restaurante Villa Marina, antes de matarlo mientras caminaba de la mano de su hijo.

Los sicarios pidieron ceviche y unas cervezas, pero al momento de pagar, no llevaban suficiente dinero, así que se retiraron de la mesa sin cubrir el total. “Les faltó 20 pesos”, explicó el fiscal del caso.

De hecho, el personal del restaurante ya los vigilaba desde antes del crimen, pues su presencia y actitud les parecieron sospechosas desde su llegada. Vestían ropas oscuras: uno llevaba sudadera azul, pantalón tipo militar, gorra negra y un tatuaje en la frente; el otro, sudadera negra y lentes de sol que no se quitó durante toda su estancia.

El influencer estuvo comiendo junto a su lado a unas mesas de distancia de los sicarios enviados para matarlo

Un testigo clave fue detenido horas después del homicidio, cuando regresó a querer recuperar uno de los vehículos utilizados en el crimen, pensó que no levantaría sospechas, incluso con los agentes de la Fiscalía procesando la escena.

Los detectives también localizaron, dentro de ese carro dos recibos de compra con los que se pudo identificar a los responsables. Un recibo de una recarga telefónica y otro por la compra de pañales. Con esta información, los elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) pudieron rastrear al comprador y confirmar su identidad.

También puedes leer En exclusiva: Gail, de Markitos Toys, viajaba en un Mercedes Benz con placas de Sinaloa

Estos y otros detalles, como la planeación del ataque, la participación de cada uno de los detenidos, los errores cometidos y las conversaciones entre ellos, fueron parte de la audiencia inicial en la que el agente del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado expuso los datos de prueba en el juzgado.

Todo ello forma parte del siguiente reportaje especial.

PUNTO NORTE fue el único medio de comunicación presente durante las audiencias de formulación de imputación y vinculación a proceso, realizadas el viernes 11 y el miércoles 16 de abril, en las instalaciones del Poder Judicial de Ensenada, donde los detenidos fueron acusados de homicidio calificado.

Uno de los involucrados regresó por un carro mientras se procesaba la escena del crimen

Antes de su muerte, Gael Castro Cárdenas se vio envuelto en polémica por sus vínculos con personas relacionadas al crimen organizado, particularmente con el grupo de “Los Chapitos”, nombre con el que se identifica al ala del Cártel de Sinaloa encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la zona de Culiacán, Sinaloa, de donde era originario.

Aunque no contaba con antecedentes penales, su nombre apareció en diversas publicaciones relacionadas con fiestas privadas, en las que también han sido ubicados otros operadores del grupo criminal, el cual mantiene una pugna con “La Mayiza”, otra escisión del Cártel, liderada por los hijos de Ismael “El Mayo” Zambada, con quienes “Los Chapitos” sostienen una guerra violenta en Sinaloa por el control del territorio y por venganzas personales.

“Markitos Toys” y sus hermanos Kevin y Gail encabezaban la lista de influencers en los volantes

De hecho, como parte de la investigación, la esposa narró que “Gail” no había tenido amenazas directas, sólo la difusión de unos volantes con su cara y la de sus hermanos Markitos Toys y Kevin, repartidos presuntamente por “La Mayiza” en Sinaloa, en los cuales se les señalaba junto a varios influencers y cantantes de ser parte del grupo criminal contrario.

“Gail” en San Diego días antes de su asesinato

La Agencia Estatal de Investigación (AEI) realizó numerosas diligencias y búsquedas, aplicó tecnología y métodos de inteligencia, técnicas de localización y entrevistas, con el fin de integrar la carpeta por homicidio.

Una de las líneas de investigación fue indagar la ruta que habían seguido Gail y su esposa, los lugares que visitaron, las personas con quienes se comunicaron y la fecha en que llegaron a Baja California, entre otros datos.

Días antes de su muerte, Gail vivía en California, Estados Unidos, junto a su esposa y su pequeño hijo, en el área cercana a la frontera.

El 24 de marzo, cruzaron hacia México por la garita de Tijuana para visitar a la familia de ella, la cual reside en Baja California.

Gail frecuentaba la zona de San Diego, Tijuana y Ensenada

Por esa razón, el día del ataque, la pareja y su hijo llegaron junto con los padres de la mujer y otros tres amigos, alrededor de las 4:00 de la tarde, al restaurante Villa Marina, ubicado frente al mar en El Sauzal. Gail planeaba regresar a Estados Unidos al día siguiente de su asesinato.

Sin embargo, ese 28 de marzo, a las 6:04 de la tarde, en la puerta del restaurante Villa Marina, sobre la carretera Ensenada–Tijuana, “El Gail” fue atacado mientras salía del lugar. Recibió múltiples disparos, incluso cuando ya estaba en el suelo, lo que le provocó 32 heridas: una perforante en la cabeza y otras más en el abdomen, brazos y piernas.

Ese día, Gail había hecho una reservación en el restaurante de mariscos para las 4:00 de la tarde, por lo que su visita no fue fortuita.

Los testigos clave

Durante la audiencia penal realizada el viernes 11 de abril en Ensenada, se imputaron cargos a dos de los cuatro homicidas hasta ahora identificados. Uno de ellos participó directamente en la agresión armada; el otro fue quien condujo el vehículo en el que huyeron.

La audiencia, celebrada de manera presencial, permitió a la Fiscalía formular imputación por el delito de homicidio calificado, cometido con premeditación y ventaja, en calidad de coautores.

El agente del Ministerio Público presentó diversos datos de prueba, entre ellos los testimonios de empleados del restaurante Villa Marina —cuyos nombres se omiten por razones de seguridad—, quienes tuvieron contacto directo con los asesinos el día de los hechos.

Gail hizo una reservación para comer con su familia

Personal del restaurante reportó a la gerencia, la presencia de los dos hombres desde su llegada, debido a su actitud sospechosa, su vestimenta y, según declararon, incluso por su mal olor.

Se trataba de Luis Fernando, alias “Tito” y su cómplice, quienes momentos después dispararon contra el hermano del influencer “Markitos Toys”.

Tras el ataque, los asesinos escaparon en un vehículo conducido por Pabel Erbey, alias “El Colores”, quien también se encuentra detenido e identificado como “el jefe” de ambos sicarios.

Pabel Erbey

El otro gatillero, del que sólo se conoce el nombre, Armando Adrián, continúa prófugo. Hasta ahora, la Fiscalía ha logrado detener a uno de los autores materiales y al conductor que también era su líder: Pabel “El Colores” y Luis “El Tito”.

Un detenido que resultó testigo

Otro de los testimonios presentados durante las audiencias fue el de Kristhian Iram, quien trabajaba para Pabel Erbey, alias “El Colores”, distribuyendo droga en la zona de El Sauzal.

Durante la conferencia “mañanera” del 8 de abril, la fiscal general del Estado, María Elena Andrade, difundió información incorrecta al afirmar que había tres detenidos por el asesinato de “El Gail” y nombró a Pabel Erbey, Luis Fernando y Kristhian Iram.

La fiscal aseguró que Pabel Erbey era el jefe de los detenidos

Sin embargo, este último fue presentado por la propia Fiscalía como testigo durante las audiencias y es quien ha señalado directamente a los responsables, a pesar de formar parte del mismo grupo delictivo.

Según su declaración, fue él quien entregó el vehículo que los asesinos utilizaron para llegar al restaurante y posteriormente huir. Dicho automóvil fue localizado abandonado a unas calles de distancia de la escena del crimen.

Luis Fernando

Kristhian Iram fue detenido por delitos relacionados con narcomenudeo, pero no ha sido vinculado directamente con el homicidio del influencer y actualmente colabora como testigo en contra de su propio grupo criminal.

La planeación del ataque

Además de Pabel Erbey, alias “El Colores”, y Luis Fernando, alias “El Tito”, la Fiscalía tiene identificado a un tercer autor material: Armando Adrián, quien fue el segundo tirador.

Los tres recibieron la instrucción de asesinar al influencer por parte de un sujeto de nombre Pedro, alias “El Bolingas”, uno de los líderes del crimen organizado en la zona de El Sauzal, en Ensenada, y considerado el cuarto involucrado.

De acuerdo con la investigación de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), expuesta durante la audiencia, la mañana del 28 de marzo “El Bolingas” ordenó a Pabel Erbey que usara su vehículo Toyota Corolla rojo, modelo 1999, para “aventarse un jale”.

“El Bolingas” ordenó el homicidio del youtuber sinaloense

Ese Toyota era utilizado entonces por Kristhian Iram —hoy testigo— para distribuir la droga que vendían, por lo que se lo entregó a Pabel Erbey cerca de la gasolinera Arco, en la colonia El Sauzal, alrededor de las 11:30 de la mañana del mismo día del homicidio.

Al momento de entregar el carro y las llaves, Kristhian Iram narró que, además de “El Bolingas”, también se encontraba presente otro sujeto apodado “El Kiko” y una persona más junto a Pabel Erbey. Todos estaban a bordo de un vehículo Chevrolet Aveo azul, viejo, de cuatro puertas el cual utilizarían para su plan criminal.

Alrededor de las 5:00 de la tarde, Pabel Erbey “El Colores”, Luis Fernando “El Tito” y Armando Adrián llegaron al restaurante. Pabel se quedó afuera esperando en el Toyota, mientras que Luis Fernando y Armando Adrián ingresaron y pidieron una mesa.

La mesa 67

A los asesinos se les asignó la mesa 53, donde cada uno pidió dos cervezas, y uno de ellos ordenó ceviches, luego de revisar su cartera para contar su dinero. Estos detalles fueron obtenidos del personal del restaurante entrevistado por los agentes de investigación de la FGE.

Los empleados del restaurante los notaron sospechosos, pues además permanecían atentos insistentemente a la mesa 67, donde se encontraba “El Gail” con su familia.

Gail y su familia llegaron en una camioneta Mercedes Benz al restaurante

Cuando el hermano de “Markitos Toys” se levantó de la mesa, de la mano de su hijo, los sicarios se pusieron de pie de forma repentina y pidieron la cuenta. No completaron el total del consumo y quedaron debiendo veinte pesos, según narró uno de los trabajadores del establecimiento.

Sin mostrar prisa, Gail se dirigió hacia la puerta de salida del restaurante Villa Marina, hasta donde fue seguido por los agresores. Justo a unos pasos de la entrada, le dispararon al menos en 21 ocasiones, provocándole más de 30 lesiones entre heridas de entrada y salida.

Algunas de las balas perdidas impactaron la puerta de vidrio principal del restaurante, ubicada a varios metros de distancia. También dañaron la entrada y otras áreas del lugar, aunque ninguna otra persona resultó herida.

Ruta del escape

Tras el ataque, “El Tito” y Armando salieron corriendo hacia el estacionamiento del restaurante, donde abordaron el Toyota Corolla en el que los esperaba Pabel, y huyeron del lugar.

Pabel Erbey conducía con una capucha puesta, pero fue videograbado por distintas cámaras de seguridad.

Primero, los homicidas se incorporaron a la carretera con dirección a Ensenada y tomaron el primer retorno frente a la Planta de Almacenamiento de Pemex, ubicada a pocos metros del restaurante.

Luego, avanzaron aproximadamente medio kilómetro hasta la gasolinera que se encuentra antes de llegar al hotel El Sauzalito, donde giraron por la calle Colinas del Sol. Recorrieron dos cuadras en dirección a la zona residencial y doblaron en la calle Colinas Redondo Beach, detrás del Calimax, donde abandonaron el vehículo.

Desde el restaurante Villa Marina hasta el punto donde dejaron el auto, recorrieron 950 metros, lo cual representó unos cuatro minutos de trayecto en carro. El Toyota quedó estacionado a la mitad de la calle, con la ventana del conductor abajo, frente a un domicilio.

En ese punto, los sicarios fueron recogidos en el automóvil Aveo azul, en el cual continuaron su escape.

Una llamada para el Toyota

Según la declaración de Kristhian Iram —expuesta durante las audiencias por el agente del Ministerio Público, frente al juez y los detenidos—, luego de cometido el homicidio y tras abandonar el vehículo, Pabel le llamó por teléfono para decirle dónde lo habían dejado y le dio la instrucción de ir por él “a desafanarlo”.

Kristhian se dirigió a la calle Colinas Redondo Beach, donde aún se encontraba el Toyota, pero la escena ya estaba resguardada por agentes de la Fiscalía, quienes inspeccionaban el automóvil.

Al intentar cruzar la línea colocada para delimitar el área, Kristhian fue abordado por elementos de la Agencia Estatal de Investigación y, tras entablar conversación con ellos, les proporcionó detalles sobre sus amigos y la instrucción que había recibido.

Como dato de prueba, la Fiscalía también presentó el acta de inspección del vehículo. En su interior se localizó un cartucho con punta azul debajo del asiento del copiloto, un recibo de Mercado El Sauzal por la compra de pañales y, en la guantera, un recibo de recarga telefónica.

El vehículo donde huyeron los asesinos del influencer fue dejado abandonado

Los agentes obtuvieron los videos de vigilancia del mercado y, con la fecha y hora marcadas en los recibos, confirmaron que Kristhian había conducido el Toyota días antes del crimen, lo que fortaleció su declaración como testigo.

Además, imágenes captadas por cámaras de seguridad instaladas en viviendas de la calle Colinas Redondo Beach mostraron el momento en que los tres sujetos descendieron del vehículo y lo abandonaron.

Las identidades de los dos imputados por el homicidio de “El Gail” fueron confirmadas por tres personas, mediante diligencia de reconocimiento por fotografías, como quienes estuvieron dentro del restaurante.

La identidad del tercer responsable fue confirmada a través de las huellas dactilares encontradas en los vasos utilizados por él en el restaurante, las cuales coincidieron con dos registros previos en la base de datos de la Fiscalía General del Estado, relacionados con carpetas de investigación anteriores.

Casquillos y necropsia

Como parte de las indagatorias, peritos de la Fiscalía reportaron el hallazgo de ocho casquillos calibre 9 milímetros, trece calibre .380 y cinco ojivas de bala deformadas.

Un dictamen de balística comparativa e identificativa, realizado por la propia Fiscalía, determinó que los casquillos calibre .380 no arrojaron correlación con armas registradas en el banco de datos de la institución.

Sin embargo, los de 9 milímetros sí coincidieron con dos homicidios previos cometidos este mismo año.

En la necropsia, se concluyó que el cuerpo de “El Gail” presentaba 32 heridas en total: tres de forma circular, 28 irregulares y una excoriación.

Un militar observa la escena del crimen

Durante la audiencia, que duró alrededor de una hora y media, Pabel y Luis Fernando, vestidos con uniformes color anaranjado del Centro de Readaptación Social y esposados de los pies, permanecieron tranquilos.

Cuando el juez les preguntó, en la audiencia de formulación de imputación, sobre el momento en que preferían que se resolviera la solicitud de vinculación a proceso hecha por la Fiscalía, ambos —ya asesorados por su defensa— optaron por acogerse al plazo de 144 horas.

En esa primera audiencia del 11 de abril, fueron representados por una abogada y un abogado de la Defensoría Pública, quienes solicitaron al juez que apercibiera a la Fiscalía para que no compartiera información completa de sus representados ni datos que permitan que los medios de comunicación los presenten como culpables.

Gail quedó con 32 heridas por los disparos

Mientras que en la segunda, del 16 de abril, únicamente Pabel Ervey tuvo abogada privada.

Su abogada solicitó auxilio judicial para presentar 14 testigos, aunque solamente se presentaron cinco. Dos de ellos, testigos de la Fiscalía, incluido Kristhian Iram.

No obstante, ambos fueron considerados no procedentes por el juez, debido a que la defensora no justificó la pertinencia de sus testimonios para el caso.

La versión de la defensa de Pabel Erbey giraba en torno a que en el día y la hora del homicidio de “Gail”, el imputado se encontraba preparando un espacio para una fiesta infantil de su hijo.

Los dos detenidos por el homicidio de Gail continuarán en prisión

Sin embargo, las dos personas que testificaron en su favor no coincidieron en el horario de su presencia en el lugar. Una tercera testigo presentó su testimonio incompleto, puesto que un video que proporcionaría a la defensora no llegó a tiempo durante la audiencia.

Ante ello, el juez ponderó que existían datos de prueba suficientes para considerar a los detenidos como presuntos responsables, que los argumentos de la defensa no eran suficientes y dictó el acto de vinculación a proceso.

Finalmente, el juzgador le dio a la Fiscalía un plazo de tres meses para culminar la investigación complementaria, que incluye más entrevistas con más testigos y el análisis de videos de videovigilancia, que sería el 17 de junio y así pasar a la siguiente etapa previa a un juicio. Mientras eso ocurre, ambos permanecerán en prisión.

+ posts