Tijuana.- César Moisés Hernández, el homicida de Abigail Esparza Reyes, comandante de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), hizo uso de la voz durante su primera audiencia penal.
Frente a su abogado, la jueza, su abogado y la agente del Ministerio Público, así como frente a PUNTO NORTE, el detenido adelantó que pediría un procedimiento abreviado que le permitirá obtener una sentencia lo más rápido posible.
Además, el delincuente, quien en diciembre de 2024, escapó de una prisión en Estados Unidos, hizo una serie de peticiones para la celda donde se encuentra recluido en la Penitenciaría de Tijuana, en la que ni siquiera ha cumplido 24 horas.
“Yo no tengo familia, no tengo a nadie aquí. No tengo nada, no tengo cobija, ni colchón, duermo en un metal… no tengo ni cobija y hace un friyazo”, manifestó a la jueza de control, tras pedir la voz durante la audiencia inicial, celebrada hoy viernes 18 de abril.
“No llegaste a un hotel, César”, le respondió la juzgadora y le explicó que en el penal le proporcionarán lo básico para protegerse del clima, así como alimentos.
“Tal vez no sea lo más cómodo, pero sí te dan lo básico para estar en condiciones dignas…”, agregó la jueza, pero también le aclaró “vas a tener que esperar lo que esté en condiciones de proporcionarte el Penal”.
César Moisés fue presentado ante una jueza de control diecisiete horas después de su captura por parte de un grupo élite de la Fiscalía General del Estado (FGE), cuando se encontraba escondido en un cuarto de madera levantado en un terreno que se utilizar como estacionamiento de trailers en la colonia El Pípila, muy cerca del bulevar Cucapah, la noche de ayer jueves 17 de abril.
En la audiencia, llevada a cabo por medio de una videoconferencia, el Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado (FGE) le imputó los delitos de homicidio calificado, en agravio de la jefa de la Unidad de Enlace Internacional de la Fuerza Estatal, homicidio calificado en grado de tentativa, contra el resto de los agentes que acompañaban a la comandante, así como delitos cometido contra miembros de instituciones policiales.
Una vez que el Ministerio Público expuso los datos de prueba con los que cuenta para imputar los delitos en contra de Hernández, su defensor público le adelantó a la jueza que su representado haría uso de la voz.
Fue entonces que César Moisés, sin reconocer haber asesinado a la comandante Esparza Reyes, manifestó que prefería que la jueza le dictara una sentencia en ese momento para ahorrarse tiempo.
“Tres meses se me hace mucho tiempo”
Vestido con uniforme penitenciario gris y frente al monitor de la computadora, César Moisés se enlazó a su primera audiencia en México.
El ciudadano estadounidense escuchó el contenido de la carpeta de investigación que la FGE integró para demostrar ante la jueza que es responsable del homicidio de la comandante Esparza Reyes, además de los otros dos delitos que se le imputan por abrir fuego contra un grupo de policías estatales.
Por ejemplo, el Informe Policial Homologado por parte de los elementos de la FESC que participaron en el operativo del miércoles 9 de abril, y que terminó con el asesinato de la comandante del grupo, en el fraccionamiento Barcelona Residencial.
Ahí habían acudido porque Hernández era requerido por una Corte en Estados Unidos, tras haberse fugado de prisión el 2 de diciembre de 2024 en California, donde purgaba una condena de 80 años, con posibilidad de cadena perpetua, por homicidio y enfrentaba nuevos delitos cometidos durante su reclusión.
De igual manera, el Ministerio Público explicó la forma en que Hernández fue localizado en su nuevo escondite, lo que permitió a la FGE capturarlo, entre otros datos de prueba aportados ante la jueza.
Tras la formulación de imputación, la Fiscalía además pidió a la jueza que resolviera la solicitud de vinculación a proceso.
Para resolver la petición de la Fiscalía y tras escuchar al detenido, la jueza hizo una pausa de casi una hora, en la que se retiró de la videoconferencia.
En ese tiempo, César Moisés continuó conectado a la sesión de ZOOM y aprovechó tanto para hablar con su defensa, como para pedirle al oficial que lo vigilaba que le permitiera ir “a tirar el agua”, en referencia a ir al baño.
Con el regreso de la jueza, la audiencia se reanudó y ésta ponderó que los datos de prueba presentados por el Ministerio Público son suficientes y pertinentes para abrir una investigación formal contra César Moisés por su presunta responsabilidad en los hechos en los que perdió la vida la agente estatal.
La juzgadora también se pronunció por imponer al imputado la prisión preventiva oficiosa al ser acusado de un delito que así lo amerita, según el catálogo de medidas cautelares derivado de la reforma judicial del año pasado.
En el momento de establecer el plazo para la investigación complementaria, la Fiscalía solicitó que fuera de tres meses.
Aunque el abogado de César Moisés señaló que él concordaba, también puntualizó que su representado “quiere terminar su proceso de manera anticipada”, por lo que pidió que él mismo lo dijera.
Con una actitud distinta, más demandante en comparación a la primera vez que hizo uso de la voz, César Moisés expresó “tres meses se me hace mucho tiempo”.
Y continuó con su exposición: “la fiscal dice que tiene todas esas pruebas que repite y repite y repite, y ella tiene todo su equipo, y personal que le ayudan. Si ya tienen todo, podemos hablar la Fiscalía, mí abogado y yo para que mi proceso sea más rápido, no sé cómo se dice the fast way, porque se me hace mucho tiempo”.
César Moisés le explicó a la jueza que “si ya voy a estar aquí, voy a estar en la cárcel, no es que yo vaya a salir, y no quiero estar saliendo a Corte, a Corte, a Corte”.
Tras escucharlo, la jueza le aclaró que únicamente la Fiscalía tiene facultad para proponer un procedimiento abreviado, y esto es una vez que el Ministerio Público reúna los datos de prueba que considere.
De igual manera, la juzgadora resaltó que así como los imputados tienen derecho a un proceso rápido, las víctimas y ofendidos tienen derecho a presentar sus pruebas en su favor.
Por lo que valoró que los tres meses que pidió la Fiscalía para su investigación son razonables.
Sobre todo, considerando que se le imputan de tres delitos, así como la cantidad de víctimas y personas ofendidas.
“Pudieron ser seis meses”, apuntó la jueza sobre los plazos de investigación complementaria contemplados en la ley, por lo que le explicó que en los siguientes tres meses, su defensa puede reunir pruebas en su favor.
De esta manera, tras ser vinculado a proceso y serle dictada prisión preventiva, César Moisés continuará recluido hasta su próxima audiencia, en tres meses.
