Reportaje Especial
Uno de los implicados en el asesinato del ex comandante de la Policía Federal en Tijuana, Leonel Almazán Clemente y su esposa, María del Rosario Arredondo Carmona, dueña de una empresa de grúas y arrastre de vehículos en Tecate, fue detenido por el Grupo de Homicidios de la Fiscalía General del Estado (FGE), tras una investigación por parte de elementos de la Agencia Estatal de investigación.
Los agentes en menos de una semana realizaron varios operativos en campo y de inteligencia para poder reunir testimonios, vídeos de cámaras de seguridad, indicios y otros datos de prueba que fueron presentados en un juzgado.
PUNTO NORTE fue el único medio de comunicación presente durante la audiencia inicial, celebrada el martes 6 de mayo, en la que Juan Esteban, alias “El Cholo”, fue vinculado a proceso por el delito de homicidio doloso.
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El imputado es señalado por la Fiscalía de haber proporcionado el vehículo en el que los asesinos materiales huyeron tras disparar contra el matrimonio Almazán Arredondo, cuando viajaba en su camioneta tipo pick-up Ford Lobo sobre la carretera Aeropuerto Tijuana, la tarde del lunes 28 de abril.
De acuerdo a lo expuesto por el agente del Ministerio Público frente a la jueza en la audiencia, los asesinos están vinculados a una célula del Cártel de Sinaloa que se dedica a la venta de droga y a cometer homicidios en la Zona Este de la ciudad.
La investigación reveló que la pareja estaba siendo vigilada por sus homicidas, pues en la camioneta Ford Lobo Platinum gris en la que viajaban al ser atacados a balazos, había dos localizadores GPS, uno de cada lado del chasis trasero.
Un falso detenido
El día del doble homicidio, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal informó que la Policía Municipal detuvo a uno de los presuntos responsables, identificado como Julio César, a quien en un boletín calificaron como ‘generador de violencia’. Sin embargo, fue dejado en libertad.
Sobre ese sujeto, la Policía <unicipal dijo ese día que “se tenía la sospecha de su posible participación en el homicidio, ya que de acuerdo con información de los testigos, reunía las características de uno de los atacantes”.
Julio César fue turnado con unas dosis de droga, por parte de la Policía Municipal, la cual aseguró que fue arrestado junto al vehículo utilizado para el ataque armado.
No obstante, el sospechoso fue dejado en libertad una vez que los investigadores de la Fiscalía descartaron que estuviera involucrado en crimen.
Una vez que Julio César fue dejado en libertad, los agentes de la Fiscalía lograron la detención de un segundo sospechoso, identificado como Juan Esteban, “El Cholo”, y en este caso, con suficiente evidencia de que era parte del grupo criminal encargado del doble homicidio. ​
“Se iban a aventar un jale para matar a unos señores”
Uno de los testimonios recabados por elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), adscritos al Grupo de Homicidios de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida de la FGE, es el de la novia de Juan Esteban “El Cholo”, quien presenció cuando los asesinos se reunieron con él antes del crimen.
El día del ataque, entre las 2:00 y las 2:30 de la tarde, Juan Esteban y su novia se encontraban trabajando en una recicladora ubicada en la colonia Hacienda Santa María, en la Zona Este de Tijuana, recogiendo latas, cuando llegaron seis hombres aún no identificados a bordo de una camioneta Ford Edge.
La mujer dijo en su entrevista que esos sujetos eran los amigos de Juan Esteban. Además explicó en su entrevista que su novio, junto con los otros hombres, forma parte de una célula del Cártel de Sinaloa, en la cual “los ponen a vender droga y a matar gente”.
De acuerdo al relato de la mujer, uno de los amigos de Juan Esteban se bajó del vehículo y empezó a hablar con él.
Fue entonces que la mujer escuchó a Juan Esteban decirle “yo no quiero pedos, güey”, pero el hombre con el que hablaba le indicó que eso le dijera a otro de los que seguían en el vehículo.
Tras hablar con ese sujeto, a quien la mujer identifica como el líder del grupo, Juan Esteban les entregó las llaves de su vehículo, un Chevrolet HHR gris, el cual abordaron cuatro de los seis hombres, mientras que los otros dos se fueron en la camioneta Ford Edge en la que llegaron.
Una vez que se fueron, Juan Esteban le indicó a su novia que llamara al 9-11 y reportara el vehículo como robado, pero cuando ella le preguntó el motivo, éste le contestó “no hagas preguntas pendejas y haz lo que te dije”.
De acuerdo con la mujer, Juan Esteban la golpeaba de manera frecuente, por lo que prefirió seguir sus instrucciones, a pesar de que ella fue testigo de que el carro no había sido robado.
Ese mismo día, por la noche, cuando la novia de Juan Esteban revisaba Facebook en su celular, vio la noticia del asesinato de un matrimonio en la carretera Aeropuerto.
La mujer explicó en su entrevista que al leer los detalles, se enteró de que los asesinos habían utilizado un automóvil Chevrolet HHR gris, el que Juan Esteban les había dado a sus amigos horas antes.
Por lo que le enseñó la noticia a Juan Esteban, quien le comentó “a ese jale me invitaron esos güeyes” en referencia a la visita de sus amigos que había recibido en la recicladora.
Luego, “El Cholo” le explicó a su novia que sus amigos “se iban a aventar un jale para matar a unos señores, necesitaban otro carro para que no los atraparan” y por eso él les dio el carro que tenía consigo.
Un matrimonio de décadas
Leonel Almazán Clemente y María del Rosario Arredondo Carmona era un matrimonio de varias décadas, ambos originarios de Guerrero, pero que desde hace años migraron a Baja California, donde formaron una familia.
“El Puma”, como era conocido en la extinta Policía Federal, se jubiló apenas el año pasado, tras ser el encargado de la Zona Noroeste de la Policía Federal, una de las más grandes, que abarcaba Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Chihuahua y fue titular de Estación Tijuana de la Policía Federal.
Ahora, el hombre de 63 años se dedicaba a administrar junto a su esposa, María del Rosario, de 60 años, su negocio, Grúas Arredondo en Tecate y algunos depósitos vehiculares.
La empresa es concesionaria de los servicios de grúas en el municipio de Tecate y del tramo carretero federal Tijuana-Tecate, localizado también en aquel municipio.
En enero de 2025, su corralón, donde se resguardan los vehículos remolcados en el tramo carretero y en Tecate, fue atacado con bombas molotov.
A 40 metros de los homicidas, la Guardia Nacional no pudo detenerlos
A las 3:35 de la tarde del lunes 28 de abril, Leonel iba al volante de su camioneta Ford Lobo gris. Su esposa María del Rosario lo acompañaba en el asiento del copiloto. Habían llegado a Tijuana desde Tecate, por la carretera libre desde donde los seguían.
El pick-up circulaba en el carril central de la carretera Aeropuerto, en dirección a la colonia Libertad. Unos metros atrás, un carro Chevrolet HHR, el mismo que Juan Esteban les entregó a sus amigos para cometer el doble homicidio, iba rebasando a varios vehículos, algunos testigos así lo confirmaron.
A la altura de la oficina de renta de vehículos Hertz, el automóvil se colocó en el carril de la izquierda y se emparejó a la Ford Lobo, el copiloto sacó su brazo por la ventana y disparó en varias ocasiones contra Leonel y su esposa.
Leonel perdió casi de inmediato el control del volante y la camioneta terminó estrellada en un poste del camellón de la carretera.
Los asesinos continuaron su camino sobre la carretera Aeropuerto y a pesar de que una patrulla de la Guardia Nacional se encontraba a unos 40 metros de distancia de la escena del crimen, los elementos no iniciaron una persecución para dar con los responsables, se quedaron en espera de la llegada de la Policía Municipal.
Paradójicamente, la Guardia Nacional que no hizo anda por detener a los asesinos, es la corporación que reemplazó a la Policía Federal, a la que “El Puma” dedicó varios años de su vida.
Los agentes federales fueron las primeras autoridades en llegar a la escena del crimen.
De acuerdo a su Informe Policial Homologado, observaron una camioneta Ford Lobo con impactos de bala en la ventana del piloto.
En el interior, vieron a un hombre y una mujer con “líquido rojo” en el rostro, por lo que notificaron a la Fiscalía General del Estado (FGE) y a la Cruz Roja, mientras permanecieron en el sitio.
Mientras los elementos de la Guardia Nacional se limitaban a abanderar la escena del crimen, a unos cinco kilómetros, en la colonia Libertad, los asesinos cambiaban de carro para continuar con su huida.
Los agentes ni siquiera implementaron un operativo de búsqueda ni compartieron los datos de los responsables, quienes fueron observados por varios testigos que transitaban sobre la carretera al momento del ataque armado.
La huida
Luego de que los sujetos cometieron el doble homicidio a bordo del Chevrolet HHR del “El Cholo”, continuaron su trayecto sobre la carretera Aeropuerto con dirección a la colonia Libertad.
En la Calle Quinta de esa colonia, a las 3:49 de la tarde (según cámaras de seguridad), el copiloto, quien disparó contra la pareja con una pistola calibre 9 milímetros, descendió del automóvil. Solo él.
En ese punto, lo esperaban en una camioneta Ford Edge otros dos cómplices del doble homicidio, con quienes Juan Esteban también platicó cuando acudieron a la recicladora por el vehículo.
El asesino se subió a la camioneta, mientras que los tres hombres que lo acompañaban en el carro al momento del crimen continuaron su camino en el Chevrolet HHR hasta la colonia El Refugio, en donde fue localizado el automóvil abandonado más tarde por la Policía Municipal.
Jueza al detenido: “escucha, no es necesario que hagas gestos”
Al inicio de la audiencia del 6 de mayo, Juan Esteban se reservó su derecho a declarar. Cuando concluyó de exponer los datos el agente del Ministerio Público, la jueza Pamela Tom Jiménez le explicó que la solicitud de vinculación a proceso podía resolverse en ese momento, en 72 o en 144 horas y le sugirió consultar su decisión con su abogado.
Juan Esteban respondió “que se resuelva hoy mismo”, por lo que la jueza le concedió la palabra al abogado del imputado, un defensor público, quien pidió a la jueza no vincular a proceso “El Cholo”.
El defensor del imputado, citó inconsistencias en el IPH elaborado por los elementos de la Guardia Nacional que fungieron como primeros respondientes. Además, mencionó que el testimonio de la novia de Juan Esteban era subjetivo, pues se trataba de lo que Juan Esteban le narró y no lo que a ella le consta.
Sin embargo, la jueza procedió a resolver la vinculación a proceso, pues explicó que los datos proporcionados por la FGE guardan relación, además de ser idóneos, claros y contundentes, pues los testimonios coincidían en tiempo, modo y lugar.
Conforme la jueza hacía mención de las declaraciones de la novia del detenido, “El Cholo” comenzó a mover su cabeza a modo de negación.
En un momento, la jueza se dirigió a él para indicarle “Juan, nada más escucha, no es necesario que estés haciendo señas y gestos”.
La jueza le explicó al detenido que al tratarse de una etapa inicial del proceso penal, sólo se requiere probar su probable participación, lo cual se había logrado, por lo que dictó el auto de vinculación a proceso.
Además, sin necesidad de que el agente del Ministerio Público lo solicitara, determinó la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, pues refirió la reforma de diciembre de 2024 al Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP) en esa materia.
Por su parte, la Fiscalía solicitó un plazo de investigación de tres meses, el cual fue respaldado por la defensa y brindado por la jueza.
“A mí el carro, me lo quitaron con un arma…”
Antes de concluir la audiencia, el abogado defensor le pidió a la jueza girar un oficio para que su representado realizara una llamada telefónica desde prisión, para informar a sus familiares que se encuentra preso, a lo que la juzgadora accedió.
En ese momento Juan Esteban interrumpió a la jueza: “a mí el carro, me lo quitaron con un arma…”, pero antes de que siguiera, la juzgadora le explicó que ya había renunciado a realizar una declaración en la audiencia, por lo que no podía referirse a los hechos.
“¿Va a haber otra audiencia?”, le preguntó a la jueza, quien ya había explicado que su resolución podía ser controvertida en tribunales, por lo que simplemente le aconsejó “platícalo con tu defensa”.
Pero eso no terminó con las dudas de Juan Esteban, quien le expuso a la jueza un problema de salud que atraviesa.
–“Oiga, disculpe. El 9 de mayo me iban a operar de la colostomía ¿sí me pueden llevar de aquí”, dijo el detenido.
Una colostomía es una cirugía en la que se crea una abertura en el abdomen para desviar el paso del intestino grueso cuando este se lesiona y con ello permitir que las heces salgan del cuerpo hacia una bolsa especial, en lugar de hacerlo por el recto.
La jueza le explicó que será el Sistema Penitenciario el encargado de atender sus necesidades de salud, a lo que Juan Esteban le respondió “muchas gracias, porque ocupo bolsas”.
Con el primer detenido vinculado a proceso por el doble homicidio de Leonel Almazán Clemente y de María del Rosario Arredondo Carmona, continúan las investigaciones por parte de la Fiscalía General del Estado para detener al resto de los implicados.
Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Autónoma de Baja California. Especialidad en Periodismo Policial y Judicial de la Universidad Iberoamericana, Campus Ciudad de México. Más de 12 años en medios de comunicación de México y Estados Unidos, como Semanario Zeta, Sin Embargo o la agencia española EFE.