Lanzan plataforma para alertar sobre contaminación y erosión en playas de Tijuana y San Diego

Foto: Enrique Cortez

Tijuana.- Niveles alarmantes de bacterias fecales en el agua, erosión acelerada de los taludes costeros y un repunte de enfermedades en residentes y visitantes son parte de los problemas que expone una nueva plataforma digital binacional lanzada para informar y organizar a la comunidad frente a la crisis ambiental que vive la costa entre Tijuana, Rosarito y San Diego.

El sitio web, titulado “Una Comunidad Costera”, fue mostrada durante la presentación en la que se dijo, recopila estudios científicos, mapas interactivos y monitoreos actualizados sobre la calidad del agua y el desgaste del litoral, además de impulsar acciones ciudadanas para exigir soluciones a las autoridades. Sin embargo, actualmente, lo mapas publicados en el sitio no son interactivos y en un intento por verificar los índices de calidad del agua, estos no están disponibles.

El proyecto fue desarrollado por las organizaciones Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA) y San Diego Coastkeeper, con la participación de universidades, investigadores y ambientalistas de ambos lados de la frontera.

Foto: Enrique Cortez

La plataforma digital promete tener públicos los niveles de enterococos —bacterias presentes en el excremento humano— detectados en diversas playas, entre ellas Playa Blanca, donde el 13 de junio se registraron 683 unidades en una muestra de 100 mililitros, es decir, más del triple del límite permitido por COFEPRIS (el cual es de 200) para actividades recreativas.

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En la última semana de mayo, otras zonas como Parque México, El Vigía y Cañada Azteca presentaron concentraciones entre mil 300 y mil 900, lo que da una idea del nivel alarmante de contaminación y de aguas negras llegando a las playas de ambos países.

Además de los datos científicos, el portal incluye encuestas ciudadanas que documentan los efectos en la salud: 51 por ciento de los encuestados reportaron enfermedades respiratorias tras acudir a la playa, 23 por ciento padecimientos gastrointestinales, 20 por ciento irritaciones oculares y 11 por ciento problemas dermatológicos.

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En cuanto a la erosión costera, los mapas revelan que las zonas de mayor vulnerabilidad están en Playas de Tijuana, en áreas de alta densidad inmobiliaria como Costa Azul y el Parque Norte México, donde hay riesgo inminente por el colapso de taludes y estructuras. El malecón, por su parte, presenta una erosión clasificada como media o baja.

El miércoles 18 de junio, el proyecto fue presentado públicamente por Margarita Díaz, directora de PFEA, y Phillip Musegaas, de San Diego Coastkeeper, durante un evento en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), al que asistieron científicos, estudiantes y funcionarios del sector ambiental.

Foto: Enrique Cortez

El proyecto busca crear puentes entre ciudadanía, academia, sector público y empresas inmobiliarias para generar mesas de trabajo y estrategias ante el deterioro de la costa, provocado en gran medida por las descargas de aguas negras sin tratar, la urbanización desordenada y el abandono de las plantas de tratamiento.

Una de las críticas más fuertes fue hacia el retraso en la operación de la Planta Tratadora San Antonio de los Buenos, construida por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) pero aún sin inauguración oficial, a pesar del anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum en abril de que comenzaría a operar “en unos días”. También se señaló la falta de mantenimiento de la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales (PITAR) de San Diego.

Foto: Enrique Cortez

Durante el evento, la directora de PFEA señaló que la crisis ambiental no puede atenderse desde un solo sector, y destacó la importancia de la participación ciudadana. Daniela Coronado Medrano, funcionaria de la Secretaría de Medio Ambiente del estado, reconoció que la información generada será clave para mejorar la toma de decisiones.

El portal también pone en evidencia la falta de continuidad del programa federal de Manejo Integrado de la Zona Costera (MIZC), implementado por Conagua en 2011 y sin actualización desde que concluyó su vigencia en 2021. Ante ese vacío, activistas como Nereyda Ayala advirtieron que el cambio de uso de suelo y el desarrollo inmobiliario están agravando los riesgos en la franja costera.

Foto: Enrique Cortez

“Una Comunidad Costera” pretende llenar ese vacío institucional con evidencia científica, acción comunitaria y presión pública. Los responsables del proyecto anunciaron que en las próximas semanas se publicarán estudios completos y herramientas para que cualquier persona pueda consultar y compartir los datos sobre el deterioro ambiental de la región.

El proyecto One Coastal Community, coordinado por las dos asociaciones civiles (PFEA y San Diego Coastkeeper), formó parte de los proyectos ganadores de un fondo otorgado por The San Diego Foundation, en el marco de su programa Iniciativa de Resiliencia Binacional (Binational Resilience Initiative, BRI), orientado a fortalecer la resiliencia de comunidades costeras.

Foto: Enrique Cortez

Este programa tiene como propósito apoyar a organizaciones binacionales que trabajan en contextos costeros y fronterizos. El financiamiento otorgado por el programa asciendió a un total de 100,000 dólares, divididos en partes iguales entre las organizaciones.

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