Buscan a hombre que desapareció luego de ser deportado a Tijuana

Tijuana.- Carlos Ramírez Arias, de 57 años de edad, desapareció en Tijuana luego de haber sido deportado de Estados Unidos, donde tenía una vida con sus nietas y la madre de sus hijas desde hace más de 50 años.

Carlos, quien se dedicaba a la plomería en Los Ángeles, California, fue visto por última ocasión el 28 de abril, 19 días después de haber llegado a Tijuana, Baja California.

De acuerdo con Isabel Pérez, pareja sentimental de Carlos, el 9 abril de este año, agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) lo detuvieron y deportaron a México.

Isabel compartió en entrevista con PUNTO NORTE que la última persona que lo vio fue el entrenador del gimnasio TJ Fitness de la Zona Centro, a donde Carlos acudía diariamente.

De acuerdo al registro del gimnasio, Carlos registró su ingreso a la 1:36 de la tarde y salió a los 30 minutos, en lugar de entrenar de entre dos y cuatro horas, como normalmente lo hacía.

Además, antes de salir del gimnasio, Carlos le preguntó al entrenador si el establecimiento, donde había entrenado por varios días, tenía cámaras de seguridad.

Horas antes de su desaparición, la madrugada del 28 de abril, el ahora desaparecido había marcado al número de emergencias 9-11.

Esto de acuerdo al registro de llamadas al que tuvo acceso la familia tras no saber nada de Carlos.

Una llamada que no compartió que realizó con su pareja, a pesar de que hablaban diario varias veces al día.

La mujer, quien continúa viviendo en Estados Unidos, pues es ciudadana de ese país, agregó que Carlos estaba viviendo en un cuarto rentado en una zona cercana al bulevar Cuauhtémoc Sur.

La primera noche que Carlos llegó a Tijuana la pasó en el Centro de Atención al Migrante, que el gobierno federal estableció dentro del anterior Centro de Espectáculos Flamingos, también ubicado sobre el bulevar Cuauhtémoc Sur.

Sin embargo, Carlos le comentó a su pareja que estaba buscando un lugar que rentar para vivir de manera más cómoda y que fue un taquero que trabajaba cerca del Centro Migrante quien le ofreció un cuarto y lo llevó personalmente para que lo viera.

“Yo fui ahí con los taqueros y ninguno dijo que lo conocía”, narró Isabel sobre la búsqueda que ha emprendido en esta ciudad para dar con su pareja.

Carlos, aunque nacido en México, había vivido desde los seis años en Estados Unidos.

Tras ser deportado, Carlos no había buscado trabajo, pues tenía dinero suficiente para establecerse por un tiempo en la ciudad fronteriza.

El día de su desaparición, Carlos había dejado en visto un mensaje de su pareja a las 2:08 de la tarde, cerca del tiempo en el que se le vio por última vez en el gimnasio. Después de ese momento, ni ella, ni ningún amigo ni familiar ha podido contactarse con él.

Y es que el padre de sus hijas nunca le compartió la dirección donde vivía a Isabel, justificando que las calles no tenían nombres.

La mujer reportó como desaparecida a su pareja ante la Fiscalía General del Estado (FGE), pero la investigación no ha arrojado información sobre él.

Por lo que ella misma ha realizado la búsqueda en Tijuana, visitando el restaurante Nelson de la avenida Revolución, donde Carlos solía comer, el gimnasio al que acudía e incluso la ruta de transporte público que posiblemente tomaba para ir del centro hacia el lugar donde rentaba.

Y por tratarse de una persona desaparecida, Isabel se unió al colectivo Todos Somos Erick Carrillo para realizar búsquedas en campo junto a los familiares de los cientos de desaparecidos que hay en la ciudad.

Hace unos días, el miércoles 2 de julio, acudió con los integrantes del colectivo a colocar fichas de búsqueda en los postes, teléfonos públicos, paredes y demás espacios de la vía pública del área donde Carlos le dijo que vivía.

Isabel compartió que tenía planeado mudarse a México y comprar un terreno para construir una casa para iniciar una nueva vida.

Para su identificación, Carlos es de tez morena, tiene bigote y barba larga y canosa, es rapado y complexión mediana.

Como señas particulares, tiene varios tatuajes en el abdomen, uno es de un jaguar. Tiene otro de un pez en el tobillo y otros más en el brazo.

Para cualquier información sobre el paradero de la víctima, se puede marcar al 9-1-1 o a la línea de denuncias anónimas, el 089, así como al número telefónico del colectivo Todos Somos Erick Carrillo, 664 118 2525, donde se pueden compartir datos de forma anónima.

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