Mexicali.- Un grupo de hombres internos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) Mexicali tomó un taller de rap como una dinámica musical que se convirtió en espacio profundo de expresión y liberación emocional.
Por lo que al concluir el curso, varios de los hombres privados de la libertad recibieron un certificado por parte de autoridades de gobierno en una ceremonia a la que pudieron acudir también sus familiares.
El proyecto fue una iniciativa impulsada por la Dirección de Reinserción Social de la Comisión Estatal del Sistema Penitenciario de Baja California (CESISPE) en coordinación con el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Mexicali (IMACUM).
Durante dos meses, los participantes aprendieron a convertir sus vivencias, pensamientos y sentimientos en versos y rimas, siendo este un ejercicio que no sólo fortaleció su creatividad, sino que también se volvió una herramienta terapéutica y de autoconocimiento, demostrando que el arte puede abrir caminos hacia la reinserción y el cambio personal.
En la ceremonia de clausura se entregaron constancias a todos los participantes, quienes además presentaron un espectáculo con melodías al ritmo de rap.
Al concluir la ceremonia, se disfrutó de un convivio entre los privados de la libertad y sus respectivas familias.
En representación del comisionado estatal del Sistema Penitenciario, José Gabriel Gálvez Beltrán, estuvo el director de reinserción social, Fernando Rivera Sosa, acompañado por la directora del IMACUM, Anahí Mendoza García, el instructor del taller de rap, Yoscani Ramírez Pimentel y el director del centro penitenciario de Mexicali, José Antonio Oviedo Ochoa.
El rap, género urbano que tradicionalmente simboliza rebeldía y voz del barrio, fue utilizado como un puente hacia la reflexión, el desahogo y la reconciliación personal.
