Tijuana.- Mientras dormían, de madrugada, dos familias sufrieron la pérdida de sus hogares cuando una avalancha de lodo se deslizó desde el talud detrás de sus casas, derrumbando una barda, una construcción y entrando hasta la cocina.
Las dos casas afectadas, ubicadas sobre la avenida Enciso de la colonia Artesanal, a cinco minutos en carro del acceso al Libramiento Salvador Rosas Magallón, forman parte de las afectaciones dejadas por las lluvias que trajo la sexta tormenta invernal en llegar a Tijuana este 2024.
“Oí un ruido, pensé que se había volado una lámina, pero no le tomé atención porque pensé que era nomás una lámina, luego oí un ruido más fuerte, algo quebrado, un derrumbe, me levanté y vi el lodo”, narró Hipólito Vargas, dueño de una de las dos casas afectadas por el deslizamiento y quien se encontraba con su nieto, menor de edad, y su esposa con discapacidad.
A unos pasos de su recámara, se encuentra un pasillo que conecta la cocina con la parte posterior de la vivienda, por donde entró una torre de lodo que arrastró herramientas, tablas y otros artículos que estaban en el patio trasero.
El lodo llega hasta el refrigerador, en cuya puerta hay diversos imanes y un dibujo, coloreado por su nieto, de un niño junto a sus abuelos.
Hipólito tiene más de 35 años viviendo en esta casa y a pesar de que lluvias más intensas habían caído, es la primera vez que sufre esta situación.
La Dirección Municipal de Protección Civil de Tijuana indicó que una de las estaciones de monitoreo más cercanas al lugar de este incidente, en la colonia Pórticos de San Antonio, se registró la acumulación de 39.09 milímetros de agua.
La dependencia municipal atendió este incidente a las 3:08 de la madrugada de hoy martes 6 de febrero, tras lo cual colocó dos engomados rojo, que indican alto riesgo.
Protección Civil indicó a PUNTO NORTE que el reporte se reclasificó, pues inicialmente se había considerado un derrumbe, pero luego pasó un “flujo de lodo”.
De igual manera, la Dirección informó que aún no se ha concluido el análisis necesario para determinar si hay más viviendas en riesgo.
Aunque el engomado rojo es una recomendación para que los habitantes de las dos casas salgan de ellas de inmediato, por el riesgo que corren, Hipólito consideró que esto no es una opción para él.
“Vino en la mañana Protección Civil, me hicieron preguntas del problema. (Les dije) ‘lo que está viendo, sí hay un problema’. (Me ofrecieron) ‘lo podemos sacar y llevarlo a otro lugar’. Yo no voy a salir porque este es el refugio que tengo, no tengo donde caer, y nunca había pasado esto, nunca había visto, tierra, fue demasiado lo que cayó”, afirmó mientras intentaba remover parte del lodo de su cochera hacia la calle.
El adulto mayor pidió maquinaria para remover el lodo hoy mismo “porque mañana a lo mejor ya va a ser demasiado tarde y se va a hacer el derrumbe allá atrás, que saquen todo el lodo que está aquí”.
Hasta la mañana de hoy, ninguna autoridad federal, estatal ni municipal había acudido a ayudar a los damnificados de este derrumbe, por lo que sus propios familiares y vecinos les ayudaban a sacar los cúmulos de lodo.
Hipólito explicó que la primera persona a la que le llamó tras sufrir este incidente en la madrugada, fue a su hijo, quien, junto con un vecino, lo ayudó a sacar algunos muebles y pertenencias hacia la banqueta, como una cama.
Quienes no lograron ser rescatados a tiempo, fueron un total de 12 gallos que estaban en el patio trasero y quienes murieron al momento del deslave.
Los interesados en llevar algún tipo de ayuda a Hipólito, su familia y su vecino afectados pueden acudir a su domicilio, ubicado sobre la avenida Encinos de la colonia Artesanal, frente a la tienda de abarrotes ‘El Amigo’ y la ferretería ‘Justo en el clavo’.
Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Autónoma de Baja California. Especialidad en Periodismo Policial y Judicial de la Universidad Iberoamericana, Campus Ciudad de México. Más de 12 años en medios de comunicación de México y Estados Unidos, como Semanario Zeta, Sin Embargo o la agencia española EFE.
