Brown y “Teffy”, el show colérico y de disparates contra Punto Norte

Araceli Brown y Stephanie Esquivel al iniciar su conferencia de prensa. Foto: Alejandro Gutiérrez

Averiguación Previa es la columna del periodista Isaí Lara Bermúdez, director general de Punto Norte.

Sucedió el lunes por la mañana, Araceli Brown y la regidora Stephanie Esquivel, bajo el mote de “Teffy”, como suele llamarse, convocaron a una rueda de prensa con el objetivo de, según palabras de la primer edil, “es para aclarar una nota que salió en Punto Norte… una nota meramente sensacionalista, con dolo, golpeadora políticamente y nosotros no vamos a permitir que quieran desvirtuar una imagen y un trabajo que hemos venido construyendo, somos un gobierno honesto, lo podemos comprobar y es muy claro que esta nota desvirtúa la información”. Literal.

Así, con esas primeras palabras de la presidenta municipal, comenzó el morning show de la ex perredista y ex priista que hoy encabezan la plana mayor de Morena (en sus justas dimensiones) del quinto municipio.

En la conferencia también participó el actual tesorero municipal Manuel Zermeño, ex tesorero de Javier “Tito” Robles, el mal afamado ex alcalde del PRI en Rosarito de 2010 a 2013, denunciados ambos penalmente por fraude cometido durante su administración.

La nota que evocaron a lo largo de su conferencia de prensa, es la publicada en este medio de comunicación el jueves 19 de mayo y la cual se tituló: “Malos manejos DIF de Rosarito: pagos y compras fantasma, gastaron cientos de miles sin comprobar”.

La alcaldesa dijo que la nota era un ataque contra su “buena imagen”. Foto: Alejandro Gutiérrez

Aquella nota, como muchas que publica Punto Norte, se basó estrictamente en documentos públicos, exponiendo datos oficiales, confirmando fuentes, pidiendo la opinión técnica y ejerciendo el periodismo de investigación, procurando el seguimiento y escrutando la vida política en Baja California.

En aquel texto que provocó los arrebatos en la conferencia de prensa de Rosarito, se hicieron públicos los hallazgos detectados por la Auditoría Superior del Estado durante el 2020, año en que la hoy regidora fungía como su directora, el cargo que dejó tirado para brincar a uno de mayor envergadura y de mejor sueldo en la planilla de regidores en la reelección de Araceli Brown.

Las irregularidades señaladas por la Auditoría Superior no fueron un invento de Punto Norte, sino que sirvió para que la Comisión de Fiscalización del Gasto Público en la Cámara de Diputados dictaminara la no aprobación de la cuenta pública de la paramunicipal, hecho que fue votado de manera unánime por los legisladores del mismo partido político que Brown y su edil.

El informe de la Auditoría, en el cual Punto Norte basó su reportaje, explica que de acuerdo a la revisión efectuada a la Cuenta Pública al DIF en el 2020, se detectaron: “errores y omisiones significativos en los estados e información financiera; incumplimiento a los principios de economía, eficiencia, eficacia y las disposiciones fiscales y normativas, en virtud de falta de control en la recaudación de los ingresos” (palabras textuales, plasmadas en el informe del órgano de fiscalización y el cual llevó meses de estudio).

El extenso documento prosigue: “así como falta de cumplimiento a lo señalado en la Ley de Ingresos, falta de expedición de comprobantes fiscales de ingresos, pago de menos, así como la falta de pago de Impuesto Estatal, falta de soporte documental que justifique gastos efectuados, deudores, diverso con antigüedad a un año, bienes inmuebles sin contar con la documentación legal, falta de contratos de comodatos, falta de equilibrio presupuestal, incremento de partida presupuestal sin apegarse a la normatividad aplicable, los cuales –y sigue la cita textual del informe–no han sido solventados”.

Zermeño camina detrás de la regidora y la alcaldesa. Foto: Alejandro Gutiérrez

Frente a todos estos malos manejos (¿podían llamarse de otra manera?), la Auditoría sugiere una “promoción de responsabilidad administrativa sancionadora”, la cual podría terminar incluso en inhabilitaciones para ejercer algún puesto público o la promoción de una denuncia penal por peculado, por decir un solo delito, cuando se trata de los recursos públicos o actos de corrupción.

Pero la conferencia de prensa del lunes por la mañana no fue para explicar a los ciudadanos de Rosarito el desastre en el manejo de los recursos destinados al DIF, ni para justificar los posibles –o evidentes– actos de corrupción y omisiones en las manos de Teffy y en la narices de Brown que provocaron que sus cuentas públicas no fueran aprobadas, tampoco fue para mostrar con documentos imprecisiones del trabajo de la Auditoría, no, la conferencia fue, como bien lo dijeron las de Morena, desmentir la publicación de Punto Norte y su acertada cabeza.

Araceli dijo, codo a codo con su ex directora del DIF: “la nota (de Punto Norte) yo sí quiero señalar porque lo mencionó la hoy regidora, malos manejos, dice el encabezado, DIF de Rosarito, pagos y compras fantasmas, gastaron cientos de miles sin comprobar, todo esto es mentira, no es cierto que venga en el informe, eso es lo que queremos que quede bien claro, que no hay desvío de fondos, que no estamos haciendo mal manejo del recurso, que estamos comprobando que estamos trabajando con honestidad”.

Durante la mal llamada conferencia de prensa, las alusiones a Punto Norte fueron desde el inicio, pasando desde la simple negación de malos manejos, hasta la sugerencia de que “la nota fue pagada” por una diputada de Morena e incluso juicios hacia el medio de comunicación y sus periodistas, acusándolos de desvirtuar información, de actuar negligentemente, de tener falta de profesionalismo, entre otras inconexiones conceptuales en la boca de la presidente, la regidora y el tesorero.

La alcaldesa hasta acusó a una diputada de su partido. Foto: Alejandro Gutiérrez

En resumen, en el imaginario de Araceli y sus acompañantes, la nota de Punto Norte fue pagada para “golpearlas” con dolo y acabar maléficamente con la “buena imagen” que ha dejado su impecable gobierno en la Cuarta Transformación. Vaya desvarío, eso de crearse enemigos imaginarios, armar teorías de conspiración y adoptar delirios de persecución.

Siniestra… Brown acusa a diestra

La presidente municipal de Rosarito hizo gala de sus exabruptos durante la mentada conferencia de prensa. Días antes ya había calificado de “chismes” y “fuego amigo” las observaciones hechas por la Auditoría y retomadas en la publicación de Punto Norte.

En la rueda de prensa, la dos veces alcaldesa atinó varias ideas, deshiladas entre sí, pero con un poco de ayuda, entendibles.

Primero, que la Auditoría no esperó a que su gobierno solventara las múltiples irregularidades encontradas, pese a que esa etapa ya concluyó para la no aprobación de la cuenta pública del DIF: “nosotros nos encontramos en tiempo de dar respuesta, el Congreso emite su juicio previo a que hagamos nuestra defensa, ahí hay una incongruencia”.

Tras esa acusación en contra de los procedimientos basados en la Ley, Araceli tiró otra: “…y yo le invito a la diputada Rocío Adame, que es la diputada de este distrito que se ponga a trabajar en coordinación con nosotros, que venga para ver esta clase de situaciones que están en la ley, es importante en lugar de andar grillando o andar pagando notas o desvirtuando información… y no lo digo por la nota de Punto Norte, lo digo en lo general, de frente y públicamente”.

Las acusaciones y justificaciones de Brown no pararon, pues no solo Punto Norte, la diputada, la Auditoría y el Congreso obran en su contra (léase con sarcasmo), sino que también el maloliente manejo de los recursos públicos en el DIF es culpa de los gobiernos del pasado.

Ni Araceli Brown ni la ex directora del DIF respondieron qué empresa les donó 750 mil pesos en efectivo. Foto: Alejandro Gutiérrez

Dijo “bueno, arrastramos cosas del pasado que nosotros tenemos que resolver, problemas muy serios que dejaron administraciones pasadas y que además se vienen arrastrando de muchos años atrás, no nada más del 17 para acá, sino años atrás que en su momento daremos a conocer”.

Curioso que la alcaldesa vocifere del pasado, estando a un lado de Manuel Zermeño, su tesorero y quien fue oficial mayor en el gobierno de Hugo Torres (PRI), recaudador y tesorero en el gobierno de Javier Robles (PRI) e integrante del equipo de transición de José Antonio Macías Garay (PAN) y Hugo Torres (PRI).

Sin contar, que hablando del pasado, a Araceli también se le olvidó decir que su actual regidora y co-conductora de su show, fue la secretaria general del PRI en Rosarito hasta 2019, cuando la 4T llegó al poder en el municipio.

En ese año, Stephanie Esquivel defendía a los gobiernos del tricolor y participó en la selección de candidatos priistas, aunque a los días, se cambió de cachucha y camisa para agitar fuerte las banderas de Morena, que la llevarían a donde está.

Del PRI a Morena. Foto: Alejandro Gutiérrez

Lo que es escupir para arriba, señora alcaldesa.

“… ¿Nos califican con los errores del pasado? no es justo que nosotros procuramos la justicia, que nos califiquen con esos errores del pasado”.

¿Y la persona moral que donó 750 mil pesos?

Entre tantas maromas, lo que no pudieron responder –o no quisieron, que es peor– fue una pregunta de Punto Norte sobre quién fue la “persona moral” que les donó 750 mil pesos en efectivo durante 2020. Lo único que dijo la regidora fue que se destinó a la compra de despensas (datos que el informe y la nota periodística ya habían explicado). Pero no pudo detallar o profundizar en el tema: ¿a cambio de qué recibió ese dinero en efectivo? ¿esa empresa ha recibido contratos del gobierno municipal? ¿existe conflicto de intereses? ¿hay otros “donativos” no reportados”? Esas preguntas y otras, quedaron sin respuesta.

Aun así, el concierto de la alcaldesa contra el medio de comunicación siguió por varios minutos: “aquí, esta nota es con dolo, aunque Punto Norte lo niegue, es con dolo, claro que es con dolo…”.

La regidora se molestó porque en la nota se mencionó su apodo ‘Teffy’, pero compartió la conferencia en sus redes con el hashtag #RegidoraTeffyEsquivel Foto: Alejandro Gutiérrez

El griterío de Teffy, la regidora y sus modales

Fue extraño –y un poco desconcertante, o quizá tragicómico– ver a la hoy regidora y ex directora del DIF de Rosarito, responsable del desaseo financiero comportarse enfurecida, pero sonriente durante la conferencia de prensa, en momentos, interrumpiendo y levantando la voz a la periodista de Punto Norte.

La regidora cuestionó a la reportera, de manera golpeada que le respondiera en qué parte del dictamen estaba la palabra “pago fantasma”, término utilizado en la nota y que se entiende coloquialmente cuando existen pagos, cobros o actos reportados como tales, pero que no existe evidencia de que sucedieron, tal como lo detectó la Auditoría con los dineros del DIF en 2020. Al intento de una respuesta por parte de la reportera, la edil hizo gala de su majadería y la interrumpió con griterío y enfado.

A lo largo de sus irritables y desnutridas intervenciones, Stephanie Esquivel reprochó en al menos tres ocasiones por qué Punto Norte había mencionado el mote con el que ella se autonombra “Teffy”.

Con la cuenta pública reprobada por por el Congreso. Foto: Alejandro Gutiérrez

En la conferencia, y nuevamente dirigiéndose a la publicación de Punto Norte, la ex priista dijo: “…les agradecemos la buena voluntad que tienen de transmitir información veraz, objetiva, aquí tenemos una nota, está muy larga, donde veo se adentraron a algunos detalles personales ¿Verdad? como mi apodo”.

Más adelante, la regidora volvería en dos ocasiones más a proyectar su frustración al decir que la publicación de Punto Norte carecía de objetividad, pues en el dictamen de la auditoría en que se basó no aparecía su alias Teffy. Otro disparate:

“…yo la verdad no tenía el gusto de conocer a Punto Norte, la verdad lo conocí el día que me pasaron la nota, la verdad pues no, no, no los ubicaba, sin embargo, sí por ejemplo dicen es (que) todo (el contenido de la publicación) lo que dice el informe (de la Auditoría), yo no creo que en el informe decía que yo me autonombro Teffy Esquivel o, hay muchas cositas”.

Por la importancia que la señora Esquivel hizo a su sobrenombre, en una búsqueda en sus redes sociales, tal como se publicó en la primera nota sobre los malos manejos en su paso por el DIF, ella se autonombra Teffy en sus publicaciones.

Una de las publicaciones de la hoy regidora. Foto: Facebook

Aquí un ejemplo, en 2011, cuando la hoy regidora escribía a una amistad en su cuenta de Facebook, firmando su texto con su motete:

“… Amiga aunke te lo dije anoche en persona, te lo reitero, cuentas conmigo para lo ke sea, se ke es dificil encontrar las palabras adecuadas para reconfortarte, pero al menos te repito que te kiero mucho y estoi contigo y tu familia en su dolor… cualkier cosa ya sabes friend!!! xoxo teffy”, con esa elegancia en ortografía, queriendo dar clases de periodismo doña Teffy.

En resumen, la conferencia de Rosarito fue un penoso acto de cólera, pasarela de malos modales, así como acusaciones en contra Punto Norte, y demás enemigos imaginarios.

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Fundador de Punto Norte en 2019. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California (Campus Tijuana). 12 años como periodista de investigación, editor y columnista en temas de transparencia, seguridad pública, administración pública y gobierno. Asistente de investigación en el Colegio de la Frontera Norte. Editor de Zoom Político y de la columna Cuentahiloz en Semanario Zeta. Sus reportajes se publicaron en Proceso, Aristegui Noticias, Reporte Índigo, Por Esto, entre otros. Formó parte del equipo de investigación en Southern Pulse de Washington, D.C. Premio al Periodismo de la Cumbre Fronteriza 2020 (San Diego, California).