Tijuana.- Adrián Alexander Parra López, el conductor que en estado de ebriedad mató a un joven quien se encontraba a bordo de su motocicleta, lesionó a dos personas más y causó daños materiales a una gasolinera, mintió a los policías municipales y a los agentes de la Fiscalía General del Estado al momento de ser detenido.
Esto puesto que aseguró ser de origen estadounidense y que contaba con un domicilio en Chino, California, Estados Unidos.
En realidad, se trata de un ciudadano mexicano, quien ha sido deportado en tres ocasiones de al menos dos estados distintos de la Unión Americana.
Sin embargo, al momento de ser arrestado se identificó con una licencia de manejo expedida por el estado de California.
De acuerdo a los dictámenes y exámenes médicos, Adrián Alexander, de 30 años, habría estado consumiendo alcohol antes de asesinar a su víctima, a Jonathan Noé, un empresario de la ciudad, quien esa noche se encontraba a bordo de una Yamaha deportiva 2015.
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El conductor ebrio aseguró ser de origen estadounidense e incluso, bajo ese entendido, fue registrado tanto en la Policía Municipal como ante el agente del Ministerio Público de la Fiscalía local.
A pesar de lo anterior, una investigación de PUNTO NORTE, realizada tras consultar diversas bases de datos de Estados Unidos, da cuenta que una persona de nombre Adrián Parra López, igualmente nacido en 1992, ha sido detenido en al menos tres ocasiones en el país norteamericano.
En el documento de detención más reciente se detalla que Parra López fue detenido en Arizona el 15 de enero de 2019, por el delito federal de reingreso a Estados Unidos tras haber sido removido del país por su estatus legal.
La acusación presentada ante una Corte federal explicó que el sujeto ya había sido deportado desde El Paso, Texas el 14 de noviembre de 2017.
“Las preguntas de los agentes al acusado revelaron que este es un ciudadano mexicano sin posesión de documentos válidos que le permitan entrar o permanecer en Estados Unidos”, se explica en el documento.
La primera vez que fue detenido ocurrió en el año 2011, en Tucson, Arizona y en 2017 se le encontró nuevamente en territorio estadounidense en el Distrito Sur de California (con base en San Diego), por lo que se le fincaron cargos penales.
Información del gobierno de Estados Unidos indica que Parra López salió de prisión, tras ser encontrado culpable del delito que se le imputó en 2019, el 27 de abril de 2020.
Como PUNTO NORTE dio a conocer hace unos días, el asesino del joven motociclista fue dejado en libertad por la juez de control Griselda Rábago Lara.
Adrián fue liberado por la juez el sábado 4 de septiembre, pues consideró que la Policía Municipal de Tijuana, al momento de detenerlo tras el accidente, debió turnarlo al ministerio público y no ante un médico en instalaciones municipales para que certificara su estado de salud, tal como sucedió.
Por lo anterior, y por considerar que se violó el debido proceso, la juez decidió dictarle inmediata libertad, sin siquiera dar la oportunidad a la Fiscalía de imputarle los delitos de homicidio por culpa, lesiones, daños en propiedad ajena y manejar vehículo en Estado de ebriedad.
Los hechos sucedieron la madrugada del viernes 2 de septiembre, cuando Adrián Alexander conducía a toda velocidad su automóvil Mazda 3 modelo 2007 gris con placas de Arizona, sobre el bulevar Agua Caliente, en dirección de Calete hacia el Grand Hotel.
Adrián Alexander embistió con una fuerza excesiva a un motociclista, quien se encontraba totalmente detenido respetando un semáforo en rojo, contra esquina del restaurante Rodeo.
Tanto la motocicleta como su tripulante salieron expulsados por varios metros, lesionando a otras personas y causando destrozos a una gasolinera.
El joven, identificado como Noé Jonathan, perdió la vida en el lugar tras sufrir varias fracturas.
