Enfermera lleva cartas a pacientes Covid; para muchos es el último contacto con sus familias

En sus 12 años como enfermera, Margarita no había visto una crisis como esta

Tijuana.- Media hora antes de que empiece su turno, Margarita Hernández, quien es enfermera en el Hospital Regional número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reparte entre los familiares de los pacientes del primer piso hojas y plumas para que escriban una breve carta a su ser querido, al que no han vuelto a ver desde que lo dejaron en el área de urgencias.

En los últimos días, ha visto cómo recibir esa carta mejora el ánimo de los pacientes y el deseo de salir adelante frente a la enfermedad. También ha sido testigo de cómo algunos han podido morir en paz tras escuchar las palabras de sus familiares.

En entrevista con PUNTO NORTE, Margarita comentó que los pacientes sospechosos o confirmados con COVID-19 viven una doble agonía.

No saben si van a sobrevivir y si van a volver a ver a sus seres queridos, sobre todo cuando les informan que van a ser intubados.

“A mí me toca atender a los pacientes que están en el área del primer piso, en el área de COVID, han sido días muy difíciles”.

Comentó que una compañera de la Clínica 20 adquirió un teléfono celular, producto de varios donativos, el cual usaban de manera permanente en el área COVID para comunicar a los pacientes con sus familiares.

Sin embargo, cuando lo implementó en la Clínica 1, no se daba abasto porque además de repartir el teléfono a quien lo solicitaba tenía que brindar atención a los pacientes.

“Ahí fue cuando se me ocurrió la idea de hacer cartas, porque cuando el paciente deja de hablar con su familiar, el estado de ánimo cambia. Ya no tiene presente ese recuerdo para tomar ánimos y seguir echándole ganas, pero el recibir un papel que te recuerde cosas bonitas de afuera, eso te levanta el ánimo”.

Cuando ubica a los familiares del primer piso, les da unos minutos para que escriban la carta que más tarde llegará a las manos de su ser querido.

Cartas que no reciben respuesta

La enfermera ingresa al área COVID con todo su equipo de protección y en cuanto le es posible, comienza a repartir las cartas. El único inconveniente es que los pacientes no pueden responderlas, porque todo lo que salga de las áreas COVID, sale contaminado, “las cartas no tienen contestación”.

En los 12 años que lleva ejerciendo la Enfermería, Margarita reconoció que no había vivido días tan críticos, tan intensos y tan dolorosos.

“Esto es algo que no te enseñan en la escuela, es algo que estamos aprendiendo, en ninguna clase te dicen cómo manejar las emociones por el exceso de carga de trabajo, cómo manejarte cuando hay una pandemia, he tenido compañeras que entran en shock por lo feo que está todo”.

“Ahorita estoy entrando a trabajar y me encuentro cinco, siete cadáveres por turno”

Ha visto morir a pacientes a quienes horas antes les entregó una carta, sin saber que sería la última.

“Hay pacientes que tienen insuficiencia respiratoria y que necesitan despedirse de su familia, están conscientes de que si los intuban, puede ser que no despierten”.

Relató el caso de un paciente fallecido este domingo.

“Ingresé una carta, la señora me pidió que la entregara, me anotó el nombre del paciente y una foto, cuando llegué revisé la lista y empecé a repartir las cartas supe que iban a intubarlo. Le pedí permiso al doctor para leerle la carta, el señor estaba muy insuficiente, ni siquiera fijaba la vista de lo desesperado que estaba, cuando empecé a leer la carta comenzó a tranquilizarse”.

A las cuatro horas el paciente falleció. “Creo que esa carta le dio la tranquilidad, qué triste porque fue lo último que escuchó, por eso es importante para mí esto de las cartas, porque puede ser la última vez que vayan a escuchar algo de su familia”.

Más personal se organiza para repartir cartas

La recomendación que Margarita les hace a los familiares es que envíen palabras de ánimo, que les pidan que no estén angustiados y que les recuerden que los esperan en casa. Nada de noticias que puedan mortificarlos, porque eso los altera.

“Lo que siempre les digo es que traten de darles un mensaje que le transmita paz y tranquilidad, que no me los preocupen, que no les platiquen cosas del exterior que ellos no puedan resolver”.

Recordó el caso de un paciente a quien le informaron que su hija viajaría desde el sur y eso le causó angustia, porque temía que se contagiara tanto ella como su nieto.

Hay familias que no pueden acudir al hospital, porque se encuentran aisladas por sospecha de COVID, así que a través del área de Trabajo Social reciben información del estado de salud del paciente.

“Adentro hay muy poco personal como para estar dando informes tres veces al día, es muy desgastante para todos mis compañeros, tienen mucha carga de trabajo ahorita”.

Margarita Hernández comentó que hay más compañeros suyos que se están sumando a esta iniciativa de llevar mensajes positivos, de ánimo y de mucho amor hacia los pacientes, que también sufren el impacto emocional de ver morir a otros y temen ser los siguientes.

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