En este momento, toda la información confidencial de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal de Tijuana está en manos desconocidas, fue robada cibernéticamente. Los servidores en los que se guardaba toda la información de la corporación y demás direcciones de la Secretaría fueron burlados.
Los expedientes de cada policía y ex policía, los datos personales de toda la tropa; domicilios, fotografías, datos de sus familiares, teléfonos, los expedientes de policías corruptos y vinculados al narcotráfico están frente a los ojos de algún extraño en la red.
Pero, además, los registros de cada detención, reportes de inteligencia, de homicidios, delincuentes sospechosos, organigramas criminales, los nombres e imágenes de narcomenudistas y asesinos que durante años ha ido recopilando la Policía de Tijuana, registros de cualquier tipo, millones de archivos, todo se perdió a inicios de mayo cuando los servidores de la Secretaría colapsaron frente a un hackeo.
Lo contado en los párrafos anteriores es resultado de testimonios confiados a AVERIGUACIÓN PREVIA por personal de la Secretaría y del propio Ayuntamiento, quienes padecieron el ataque cibernético en el que no solo se perdió la información sino los todos los sistemas de cómputo.
Y es que se hizo lo necesario para descartar que los servidores en donde se almacenan los datos y los sistemas de la Secretaría no hayan sufrido daño físico. Estos servidores solo se desconectaron cuando se detectó el ataque; se encuentran en el edificio C2, justo en el piso conocido como “2 y medio” en donde se ubica la unidad de informática.
Más grave, es que de acuerdo con varios de los expertos en los sistemas informáticos del Ayuntamiento y mandos de la Policía, la información no solo fue sustraída, sino que por ella se solicitó una cantidad de dinero en dólares a manera de rescate. Un secuestro cibernético, como tantos que existen en otras dependencias de México y del mundo.
Sin embargo, no es lo peor. Lo que realmente preocupa al personal de seguridad y de otras instituciones en el Estado que conocen esta problemática es que el secretario de Seguridad, el capitán Jorge Alberto Ayón Monsalve haya negado más de una vez y públicamente la versión.
La semana pasada, el funcionario municipal fue cuestionado por periodistas.
–Secretario, por ahí se estaba manejando información que el sistema de la Secretaría fue víctima de un hackeo ¿Qué información tiene de ello?
“A mí también ayer me dijeron (25 de mayo). Eso no es verdad, eh, no hemos tenido ningún tipo de esos problemas. Seríamos los primeros en hacerlo saber porque es algo grave y es algo que nos afectaría. No hemos llegado a tener problemas, con lo que hemos llegado a tener problemas fue la semana pasada, un día se cayó el sistema del sistema matra, de los radios, estuvimos dos horas más o menos, poquito más, poquito menos, sin la comunicación por matra…
–¿No hubo un problema con el sistema además del matra? Hace como un mes
“No, nada. No tenemos hackeo nada”.
–¿No hubo nadie tratando de chantajear por ahí para que les dieran alguna contraseña o algo? Porque sí se habló de un hackeo…
“Sí, pero no tenemos ningún hackeo, les digo, el día de ayer (25 de mayo) si tuviéramos desde luego que lo haríamos saber”.
Qué extraño que el Secretario lo niegue en este nivel, si fue su oficina de las primeras áreas en solicitar una explicación de la caída de los sistemas de cómputo en la primera semana de mayo cuando ninguna computadora en la Secretaría pudo acceder a internet gracias a que el Servidor que los dotaba de red también sucumbió.
De hecho, los técnicos de la Unidad de Tecnologías de la Información y Comunicación de la Secretaría de Seguridad se vieron superados y tuvo que entrar la Dirección del Ayuntamiento, cuyo personal ha ido recuperando ciertos servicios y sistemas.
Es más, gracias a la intervención de los técnicos, la oficina del Secretario pudo recuperar el servicio de internet casi una semana después del ataque cibernético.
A la fecha, muchos de los sistemas aún siguen sin ser recuperados, la mayoría de los datos; ni se diga, el servidor de correos electrónicos; igual, el sistema de armas no está disponible, es decir, no se pude conocer qué policía tiene qué arma, en recursos materiales aun no recuperan el control a diferencia del área recursos humanos que ha rescatado parte de su funcionamiento.
Es más, ni los registros que los policías llenaban digitalmente en cada uno de sus arrestos para alimentar el Registro Nacional de Detenciones se pudieron rescatar de inmediato, durante semanas se tuvo que hacer de manera manual.
Entonces, que el Secretario niegue el hackeo con tal determinación solo tiene tres posibles razones:
Uno, que todo el colapso cibernético que sufrieron y reconocen los cientos de policías y funcionarios, sea un vil desvarío.
Dos, que el secretario Ayón sea un aficionado de tal categoría que ni enterado está de lo que sucede en su dependencia.
O, tres. Que el Capitán piense que mentir dolosamente sea parte de sus atribuciones y sus cualidades y que el miedo al ridículo esté fuera de su lista de miedos.
¿Cuál será la menos peor? Ojalá que el hackeo sea solo una alucinación de este columnista y de quienes lo vivieron de cerca. Por el bien de todos.
Edición a las 22:19 horas La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal de Tijuana envió una respuesta a esta columna, la cual puede ser consultada de forma íntegra en No fue hackeo, sino una falla en el aire acondicionado, asegura SSPCM
Averiguación Previa es la columna del periodista Isaí Lara Bermúdez, director general de Punto Norte.
Fundador de Punto Norte en 2019. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California (Campus Tijuana). 12 años como periodista de investigación, editor y columnista en temas de transparencia, seguridad pública, administración pública y gobierno. Asistente de investigación en el Colegio de la Frontera Norte. Editor de Zoom Político y de la columna Cuentahiloz en Semanario Zeta. Sus reportajes se publicaron en Proceso, Aristegui Noticias, Reporte Índigo, Por Esto, entre otros. Formó parte del equipo de investigación en Southern Pulse de Washington, D.C. Premio al Periodismo de la Cumbre Fronteriza 2020 (San Diego, California).
