Tijuana.- Con la aplicación de la primera vacuna contra el COVID-19 a la enfermera Perla Guerrero Vázquez del Hospital General de Tijuana, se marca el inicio de cinco días intensos para aplicar las más de nueve mil dosis que llegaron a Baja California la noche del martes.
De manera simbólica, la Secretaría de Salud del Estado aplicó cinco vacunas a representantes de diferentes instituciones de salud, con lo que se dio el banderazo para que en 16 hospitales comenzaran a vacunar simultáneamente.
El titular de la dependencia, Alonso Pérez Rico, explicó que el primer envío fue de nueve mil 750 dosis, que no alcanzará para todo el personal de salud que está en la primera línea de batalla y que serán vacunados hasta la próxima semana.
El plan nacional de vacunación indicaba que llegarían 14 mil 625 dosis en tres cajas, pero por cuestiones de logística solo fueron entregadas dos, que contienen menos de cinco mil cada una.
“La primera línea de batalla contemplaba 10 mil 200 dosis para cubrir el 100 por ciento, si nos mandan tres cajas en este momento nos sobregiraríamos por más de cuatro mil dosis para la primera línea”, indicó.
Para evitar que la vacuna pierda efectividad, se debe aplicar en un máximo de cinco días después de ingresarlas a los refrigeradores.
Faltarán por inmunizar a 450 trabajadores, que en algunos casos no se encuentran activos o están de vacaciones.
“Todos los que están en primera línea van a ser vacunados esta semana, la siguiente semana nos llega una cantidad muy similar, entre 10 mil y 14 mil dosis para empezar a vacunar a las demás líneas”.
El funcionario precisó que tres mil 665 dosis fueron entregadas a los hospitales generales de la Secretaría de Salud del Estado.
A Mexicali le asignaron mil 300 vacunas, a Tijuana mil 365 y a Ensenada mil dosis.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recibió cuatro mil 300 vacunas.
En Mexicali se aplicarán mil dosis, en Tijuana dos mil 400 para dos hospitales COVID, en Ensenada 700 y en Tecate 200 dosis.
Al ISSSTE le entregaron mil 385 dosis, 585 para Mexicali, 300 para Ensenada y 500 para Tijuana.
En ese lote están incluidos los trabajadores de ISSSTECALI y de las Clínicas de Fiebre.
A las fuerzas armadas, que tienen unidades auxiliares y de cuidados intensivos para tratar COVID, les fueron entregadas 250 dosis, 100 para Mexicali y 150 para Ensenada. En tanto que, a San Quintín enviaron 150 dosis.
El secretario de Salud en el Estado destacó que la aplicación de las vacunas contra el COVID en su primera fase es un hecho histórico y atendiendo el plan nacional, serán destinadas exclusivamente a “los héroes que han estado presentes en todo momento en la primera línea de atención del coronavirus”.
Además de Perla Marina Guerrero, quien es jefa de enfermeras del área de Urgencias en el Hospital General de Tijuana, se aplicó la vacuna al médico Jaime Noel Hernández del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
También a Alfredo Vega López, enfermero del ISSSTE, a Cristo Rocío Ramírez, enfermera de ISSSTECALI, así como a la neumóloga Viridiana de la Herrán Rivas, quien labora en la medicina privada.
Todos han estado en la primera línea de batalla, atendiendo a pacientes graves a causa del COVID-19.
En el listado se contempló a médicos, personal de enfermería, laboratoristas, trabajadores sociales, personal de nutrición, así como a camilleros e intendentes, que están expuestos al contagio durante su jornada laboral.
“Ninguna de las 11 categorías que está en el sector salud será excluida en esta fase”.
Los trabajadores de la salud serán convocados para que, dentro de 21 días posteriores a la primera dosis, acudan a recibir el refuerzo.
La meta es vacunar a todo el personal de salud, público y privado, antes de que termine enero.
Entre febrero y abril la vacunación estará enfocada en las personas mayores de 60 años, seguido de las personas vulnerables con hipertensión, diabetes, enfermedades del corazón y pulmón.
De abril a mayo se vacunará a personas de entre 50 y 59 años; de mayo a junio convocarán a las personas de entre 40 y 49 años.
A partir de junio comenzarán a vacunar a la población abierta, lo que se prevé concluirá en marzo del 2022.
Pérez Rico resaltó que la vacuna no es la cura, pero es un arma adicional en la lucha contra la enfermedad y que ayudará a que la población inmunizada no atraviese la fase severa.
“Hoy es el inicio del fin”, expresó, “pero la nueva normalidad la vamos a tener hasta finales de este ejercicio, cuando tengamos suficiente población vacunada”.
El gobernador, Jaime Bonilla Valdez, recordó que el 95 por ciento de su gabinete ya pasó por un contagio de COVID-19, lo que era de esperarse porque acudían a las comunidades.
“Esta pandemia ha cambiado la vida de todos”, pronunció, “este es un momento histórico”.
La aplicación de las primeras dosis se realizó en el Centro de Gobierno, en donde se contó con personal de salud para verificar que los trabajadores vacunados no presentaran reacciones adversas.
