Los años en que Tijuana fue el patio de recreo de Hollywood

Hubo un tiempo en que Tijuana fue sinónimo de glamour y fiesta para las estrellas de Hollywood. Hace casi un siglo, en 1928, se inauguraba en la ciudad el Casino de Agua Caliente que, durante unos años, se convirtió en un lugar de peregrinaje para celebridades y millonarios en busca de exclusividad, diversión y esparcimiento.

Mucho han cambiado las cosas desde aquellos años en los que Hollywood vivía una época dorada que se extendió hasta Baja California. Entonces era imposible pensar que un casino se pudiera acabar disfrutando desde un celular, o que la herencia de aquel ambicioso proyecto se acabaría conociendo más por las disputas por el agua que por su actividad recreativa. Los grandes nombres del mundo del cine y de la alta sociedad viajaban hasta el Casino de Agua Caliente para jugar en las mesas del casino y relajarse en fiestas que se celebraban por todo lo alto.

El Hotel y Casino de Agua Caliente fue un proyecto concebido a lo grande por los conocidos como “barones de la frontera” (border barons). Los principales inversionistas fueron los estadounidenses Wirt Bowman, Baron Long y James N. Crofton, que tenían además otros intereses financieros en la zona. Muchos señalan también, entre ellos el historiador Paul J. Vanderwood que escribió en profundidad sobre el tema, que para desarrollar el proyecto fue muy importante la labor de Abelardo L. Rodríguez, quien fue gobernador del distrito norte de Baja California entre 1923 y 1929.

En julio de 1928 se inauguró este lujoso y moderno resort que, además del casino y el hotel, incluía instalaciones dedicadas a la práctica del tenis y el golf, su propio aeródromo, y varios locales para realizar fiestas y espectáculos. El estilo arquitectónico imitaba la arquitectura misional de California, pero se añadieron elementos del arte bizantino, renacentista y mudéjar. Entre los edificios se construyeron zonas ajardinadas que se llenaron de palmeras para que el lugar pareciera un auténtico oasis.
Poco más de un año más tarde, en diciembre de 1929, se inauguró el Hipódromo Agua Caliente, que fue diseñado por el arquitecto angelino Wayne McAllister y tuvo un costo de $2.5 millones de la época.

Rápidamente, el casino-resort se convirtió en un punto de encuentro de grandes estrellas de Hollywood como Charles Chaplin, Clark Gable, Bing Crosby o los hermanos Marx, entre muchos otros. Se debe tener en cuenta que, en aquellos años, imperaba en Estados Unidos la Ley Seca, que estuvo vigente entre enero de 1920 y diciembre de 1933, por lo que Agua Caliente suponía poder disfrutar de placeres que no estaban permitidos allá.
Entre las celebridades que estuvieron en Agua Caliente destaca la famosa actriz Rita Hayworth, que por aquella época todavía era una desconocida.

La famosa actriz, Rita Hayworth

Cuenta la historia que Hayworth fue descubierta para Hollywood mientras bailaba en el Patio Andaluz, el principal escenario de los que acogía Agua Caliente. No solo eso. Una de las múltiples historias sobre el origen del cóctel margarita está relacionada con la actriz que saltaría a la fama con la película ‘Gilda’ en 1946. Parece que el barman del hotel donde se alojaba Margarita Carmen Cansino -verdadero nombre de Rita Hayworth, hija de españoles- quedó prendado de su belleza y creó el famoso cóctel en su honor.

Los días de abundancia y diversión en Agua Caliente no duraron demasiado. En 1935, dejó de estar permitido el juego, y en consecuencia se cerró el casino para convertirlo en una escuela estatal, aunque se acabó abandonando. Sí siguió operativo el hipódromo, que todavía sigue vigente en nuestros días. En 1971, un incendio destrozó la estructura principal, pero se reconstruyó. Aun así, algunos de los edificios originales del complejo todavía sobreviven en la Plaza del Minarete, al final de la Avda. Sánchez Taboada.

En la actualidad, existe un Casino Agua Caliente, pero se encuentra en la reserva que lleva el mismo nombre, en Rancho Mirage, California. El casino es propiedad de la tribu de los indios Cahuilla, que viven en la reserva desde 1896, pero habitan el Valle de Coachella desde hace más de mil años. Comparten su nombre con el Lago Cahuilla, ahora extinto, que fue una amplia extensión de agua que ocupó los valles de Mexicali, Imperial y Coachella, desde la parte sureste del estado de California hasta el noreste de Baja California.

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