Empresarios de Tijuana fueron ejemplo en la frontera: cruzaron a 30 mil personas para vacunarse en San Diego

Una patrulla del SAT acompaña a un camión de trabajadores para vacunarse en San Ysidro. Foto: Omar Martínez

Tijuana.- Alrededor de 30 mil trabajadores de Tijuana, incluidos policías municipales, bomberos y elementos de la Guardia Nacional, fueron vacunados contra el COVID-19 del lado norteamericano, como parte del programa transfronterizo que impulsó el Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana (CDT) y que el martes 29 de junio llegó a su fin.

Ahora, entidades fronterizas como Sonora y Chihuahua han solicitado información al organismo para replicar ese modelo y acelerar la vacunación de la población mayor de 18 años de edad.

El presidente del CDT, Luis Lutteroth del Riego, explicó a PUNTO NORTE que este programa de vacunación emergente inició con la intención de importar vacunas, pero la autorización del gobierno federal no llegó.

“Se fue dilatando, porque Cofepris no permitía importar vacunas de ningún tipo”, indicó, mientras que a San Diego le sobraban dosis, porque el 30 por ciento de su población no se quería vacunar.

De ahí que, con el respaldo del Consulado de México en San Diego, lograron tener un acercamiento con autoridades de California, que aceptaron donar 10 mil vacunas, pero a cambio debían hacer una donación a la Universidad de California San Diego para operar el módulo.

“Era para que ellos pudieran recuperar sus costos, fueron 60 personas, mobiliario, carpas y un seguro especial”.

Después vinieron las gestiones para que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) solicitara la autorización en Washington para el programa transfronterizo de vacunación.

“A nuestros empleados, los cruzamos a San Diego sin documentos, ese fue el ‘gol’ de por qué sí se pudo, buscamos que no se desperdiciara el tiempo, ahí estuvimos tanteando cuántos camiones a la vez”.

Comenzaron enviando tres camiones a la línea, pero cuando ya se le tomó el ritmo al programa llegaron a mandar hasta 18 camiones.

La primera fase consistió en vacunar a trabajadores de seis grandes empresas de origen norteamericano, que pertenecen al sector manufactura y producción de alimentos.

Fue necesario hacer un registro y una revisión exhaustiva de los procedimientos, pues pisarían territorio norteamericano.

“Fue un periodo de aprendizaje, porque no existía este ejercicio, no había un patrón a seguir”, recordó.

El representante empresial detalló “no sabíamos cuántas vacunas íbamos a poder poner por hora, era dependiendo de la gente que mandara la universidad y del ciclo de llevarlos, registrarlos, el tiempo de espera y regresarlos a México”.

El primer día, lograron vacunar a mil personas y el tope fue de 2 mil 400 vacunados.

En la segunda fase, convocaron a 12 mil trabajadores, en donde pudieron incluir a trabajadores de hoteles, supermercados y restaurantes, así como a choferes de transporte, entre otros giros esenciales.

También se abrió un espacio para que cerca de mil policías municipales y bomberos de Tijuana obtuvieran la vacuna, junto con 300 empleados del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y del área de aduanas.

A ellos se sumaron 120 trabajadores de Cruz Roja, 40 elementos de la Guardia Nacional y algunos integrantes del Ejército Mexicano, quienes participaron en los operativos para que los camiones ingresaran a territorio norteamericano.

La última fase fue de 8 mil trabajadores. El martes, salió el último camión rumbo a El Chaparral.

Lutteroth del Riego explicó que, por la cercanía con el campamento migrante instalado en esa zona debían extremar precauciones, pues si una sola persona hubiera tratado de ingresar, el programa se hubiera cancelado.

El presidente del CDT recalcó que este fue un esfuerzo de varios organismos, entre ellos el clúster médico, el Club de Empresarios, abogados y Canacintra, a través de su presidente Jorge Figueroa, con quien hizo mancuerna para la logística de la vacunación.

Aunque la idea era vacunar a 50 mil trabajadores, con el donativo de vacunas Johnson & Johnson que hizo Estados Unidos y que llegó a Baja California, cambió el plan, porque se facilitaba más enviar los camiones hacia los puntos de vacunación que estableció la Secretaría de Salud del Estado.

“Estamos muy contentos y honrados de poder haber participado en este ejercicio binacional, ser ejemplo del resto de la República”.

Los trabajadores que no se vacunaron, dijo, fue porque decidieron no hacerlo, ya sea por temor o por falta de información.

+ posts