Tijuana.- Con la participación de miles de personas, el Festival El Florido realizado por Distribuidora El Florido de manera gratuita para sus clientes en el Parque Morelos ayer sábado 29 de abril, fue todo un éxito que cerró con el concierto de la Banda El Recodo, cuyos integrantes pusieron a cantar y bailar a familias completas.
Si bien el concierto era el mayor atractivo, desde antes de las 4:00 de la tarde, familias completas fueron recibidas por “Floridín”, la mascota de Distribuidora El Florido y por edecanes que entregaban una bolsa reusable para mandado, en donde los asistentes podrían guardar varios obsequios sorpresa.
En decenas de puestos, los asistentes pudieron disfrutar de comida y bebidas totalmente gratuitas, además de divertidos juegos en los que ganaron algunos de los artículos de venta en los supermercados El Florido.
Además, usaron photo booths para tomarse fotografías y videos aesthetic y subirlos a las redes sociales.
Y en tanto esperaban a “La madre de todas las bandas”, las familias escucharon a otros representantes del género regional mexicano en el amplio escenario techado del estacionamiento del Parque, pero no tan grande como el principal que aguardaba para la agrupación originaria de Mazatlán, Sinaloa.
Poco antes de las 8:00 de la noche, las familias completas empezaron a correr de la emoción al área del escenario principal para tomar los mejores lugares para escuchar a los intérpretes de “Pena tras pena”.
En tanto el público se organizaba en los alrededores y se preparaba para el frío de la noche con café caliente que ofrecían de manera gratuita el equipo de Distribuidora El Florido, los vocalistas de Banda El Recodo, Ricardo Yocupicio y Geovanni Mondragón ofrecieron una conferencia de prensa.
Los jóvenes se mostraron entusiasmados de regresar a Tijuana, luego de un año, sobre todo porque celebran los 85 años de la fundación de la agrupación encabezada originalmente por Don Cruz Lizárraga.
En ese sentido, los cantantes hablaron de los retos que representa actualmente mantener el trabajo para conseguir el sueño de fundador de llevar la música de banda a todos los rincones del mundo, en una actualidad en donde abundan los géneros y artistas nuevos.
Geovanni y Ricardo se dijeron muy contentos de que nuevos grupos puedan llevar a más lugares la música regional mexicana, que ellos prefieren llamar música mexicana a secas, pues ninguna se limita a determinadas entidades.
Los cantantes recordaron los obstáculos que se han presentado históricamente a este género dentro de la industria musical internacional, por lo que se dicen agradecidos de que jóvenes como Peso Pluma contribuyan también a romper todo tipo de fronteras.
Cuestionados sobre los logros pendientes de la agrupación, Giovanni reconoció que persiste el sueño de obtener un premio Grammy, al que la agrupación ha sido nominada en seis ocasiones, pero no ha logrado concretar. Sin embargo, confían que así sea con su más reciente producción musical, “Hecho en México… Mágico”, que lanzarán este 5 de mayo, y en el cual hacen un homenaje a los clásicos de la música mexicana, y de que ya dieron una probadita con el sencillo “Al ver que te vas”, de Lucha Villa.
A las 9:30 de la noche, salieron al escenario los diecisiete integrantes de “La madre de todas las bandas”, y retumbó por primera vez en la noche la tambora en el Parque Morelos, y no con cualquier canción sino precisamente con “El Sinaloense”, que puso la línea de emoción que marcaría la velada.
Apenas empezaba el concierto y Giovanni Mondragón agradeció a Distribuidora El Florido por hacer posible el encuentro con miles de almas bajacalifornianas, y no desaprovechó la oportunidad de gritar “¡Qué barato!”.
Con ello dio paso a canciones como “No me sé rajar”, seguidas de otras como “Mi gusto es”, que cantaron los miles presentes a coro, dirigidos por Yocupicio.
Luego una serie de cumbias en las que el frente joven de la agrupación no escatimaba en bailes, fue cuando se escuchó
“Vámonos fiesta”, encendiendo al público y desbordando energía, al ritmo de la tuba y la tarola.
Con “Acábame de matar”, los asistentes en sus respectivos espacios no pudieron evitar tomar a su pareja y bailar, y una pequeña niña de siete años que cantaba la pieza con mucha emoción en los hombros de su papá, tuvo la oportunidad de subir a entonar el coro con los vocalistas y hasta tomarse una foto grupal.
El público encendió las luces del teléfono celular para corear “Te presumo” y “Deja”, para luego a todo pulmón echarse el popurrí en homenaje a Juan Gabriel y los infaltables corridos clásicos como “Clave privada” y “La cheyene del año”.
No obstante, cuando sonó “La Culebra” se dio el momento álgido de la noche que puso prácticamente a todos los asistentes a bailar en pareja o solos.
Casi hacía el final de la tocada, se escuchó el popurrí de José José, y tras dos horas y media de música ininterrumpida, la banda de bandas dejó claro por qué a 85 años de fundación sigue estando en el gusto de la gente.
Pasada la medianoche, los asistentes se dirigieron hacia la salida, todavía bailando y cantando como queriendo alargar el momento.
