Tijuana.- Con un desfile de luces y colores, la Caravana Coca-Cola trajo el espíritu navideño a cientos de familias tijuanenses que se congregaron a lo largo de la Tercera Etapa del Río Tijuana.
Como llegados desde el Polo Norte, Santa Claus y la familia de Osos Coca Cola encabezaron el colorido contingente que arrancó sonrisas y gritos de emoción a su paso.
Entre los asistentes había adultos, jóvenes, adolescentes y niños y niñas, quienes llegaron desde antes de las 5:00 de la tarde, cargando asientos portátiles y sillas plegables para disfrutar el evento.
También portaban vistosos atuendos para la ocasión como gorros navideños, trajes de duende, renos y Santa Claus. También pijamas navideñas, así como collares, coronas, bastones y globos con luces de colores.
Mientras otros esperaban a las orillas de toda la vialidad, desde una cuadra antes de la Clínica 1 y hasta frente a la Macroplaza, otros recorrían de ida y vuelta toda la avenida decidiendo entre los algodones de azúcar de colores, las manzanas caramelizadas o los elotes calientitos.
En punto de las 6:00 de la tarde, las sirenas de un camión de bomberos anunciaron el inicio de la caravana, a la altura de la glorieta de la avenida Canadá y Paseo del Río.
Le siguió un remolque con un vehículo antiguo y un tráiler con luces y música que evocaban la época navideña.
Otros siete carros alegóricos con grandes esferas pintadas a mano por artistas locales, y piñatas gigantes, un tren con regalos, cada uno de ellos seguidos por un grupo de duendecillos y duendecillas, copos de nieve o renos bailando villancicos.
No podía faltar la familia de Osos Coca Cola y el Oso polar.
Mientras que un enorme trineo cerró el contingente con el personaje más esperado de la noche, Santa Claus, quien solamente paraba de bailar y saludar a las y los asistentes para beber una lata de Coca Cola.
La caravana llegó así al extremo del Paseo del Río y en la glorieta retornaron hasta la Clínica 1.
En todo el recorrido, la alegría que caracteriza al espíritu navideño se hizo presente, y se conjugó con el mensaje de unión y paz que promueve Corporación del Fuerte a través de todos estos personajes.
La Caravana Coca Cola, que tomó una ruta más al Este de la ciudad, fue un evento muy esperado por chicos y grandes, luego de dos años de no haberse realizado debido a la situación de confinamiento por la pandemia.
Por ello, luego de pasar los carros alegóricos frente a ellas, las familias no solo cruzaban al otro lado de la calle para volver a verlos, si no que los acompañaron caminando al lado hasta el final de su recorrido.
Sentaditos sobre la banqueta, los dos hijos e hija de Silvia, habitantes de la colonia Obrera, bien abrigados y comiéndose un elote en vasito esperaron pacientes a Santa Claus.
Le gritaron saludándolo, quien desde arriba del trineo les saludo sonriente, les regresó el saludo, cumpliendo con ello el objetivo de este día, llevarle un momento
“Siempre esperamos estas fechas para venir a ver la Caravana. Es un un rato muy bonito que pasamos y los niños se emocionan mucho”, compartió Silvia.
Así lo confirmó Sam, una niña de siete años que al final del evento caminaba emocionada con su familia yendo de un lado a otro de la calle, generalmente llena de automóviles, pero ahora libre y segura.
“Qué bonito todo, mamá. Casi como si fuera Navidad”, dijo resumiendo de manera precisa la velada mágica.