Tijuana.- En operativos realizados por la Dirección de Inspección y Verificación Municipal para evitar los contagios de COVID-19, se dispersó a 30 integrantes de una comunidad religiosa que se encontraban congregados en una iglesia.
Esta mañana, los inspectors acudieron a la iglesia pentecostés Rey de Gloria, ubicada en Villas del Campo, la cual fue reportada por vecinos de realizar servicios religiosos.
“Tras dialogar con los presentes, acataron a las recomendaciones de las autoridades y se regresaron a sus hogares”, informó el Ayuntamiento de Tijuana en un comunicado de prensa.
Como parte de los recorridos y operativos realizados del jueves 16 al domingo 19 de abril, cuatro establecimientos fueron clausurados y 200 puestos ambulantes no esenciales fueron retirados de las calles.
Además, fueron entregados 21 notificaciones a comercios ambulantes, indicó el director de Inspección y Verificación Municipal, Adolfo García Dworak.
El sábado por la tarde, inspectores clausuraron un tianguis clandestino realizado por la administración de la Plaza del Zapato, luego de que circulara un video en el que se observa al encargado dar las instrucciones a compradores y vendedores para no ser detectados por las autoridades.
El sitio, que generalmente se utiliza para este tipo de ventas, utilizó su estacionamiento subterráneo para congregar a decenas de personas, sin seguir las medidas sanitarias.
La Plaza del Zapato “no contaba con permisos de operación para ventas, por lo que procedieron a clausurarlo; en su interior contaba con un aproximado de 50 personas, mismas que fueron invitadas a retirarse del área, ya que realizaban entregas de ventas realizadas en redes sociales”, se explicó en el comunicado.
García Dworak recordó que las sanciones por realizar actividades no esenciales en la contingencia sanitaria, van desde los 500 a los cien mil pesos.
En cuanto a los 200 comerciantes en la calle y 21 puestos ambulantes, estos aceptaron retirarse de manera pacífica.
