Tijuana.- Los más de mil casos activos que registra la entidad y el hecho de que todos los municipios hayan confirmado casos positivos de COVID-19, lo que rompió la barrera de los 37 mil casos acumulados, mantendrán el semáforo en color rojo la próxima semana, pese a que la federación colocó a Baja California en anaranjado.
El secretario de Salud en el Estado, Alonso Pérez Rico, explicó que si bien la tendencia a la baja en los ingresos hospitalarios y la disponibilidad de camas de hospital abonaron para regresar a esa coloración, consideran que lo prudente es valorar qué actividades pueden regresar de forma gradual.
Informó que la entidad pasó de mil 174 casos activos a mil 234. Tijuana, Mexicali y Ensenada registraron un incremento, al igual que Rosarito y Tecate.
Tijuana tiene 511 casos activos, Mexicali 406 y Ensenada 197. En el resto de los municipios el rango es de entre 23 y 43 casos activos.
En lo que respecta a los nuevos casos confirmados en laboratorios estatales, fueron 314 y todos los municipios incrementaron sus cifras.
Tijuana reportó 118 nuevos casos, Mexicali 101, Ensenada 61, San Quintín 14, Tecate nueve, Rosarito 10 y San Felipe uno.
Con esto, Baja California llegó a los 37 mil 117 casos acumulados en 10 meses de pandemia.
Las defunciones siguen en sus niveles más altos desde que el COVID-19 llegó a Baja California, ya que se reportó que 57 personas perdieron la vida a causa del nuevo virus.
De esas, 23 fueron en Tijuana, 26 en Mexicali, cinco en Ensenada y tres en Tecate.
A la fecha, Baja California acumula seis mil 178 muertes, de las cuales dos mil 724 se han registrado en Tijuana, dos mil 398 en Mexicali, 792 en Ensenada, 163 en Tecate, 75 en San Quintín, 21 en Rosarito y cinco en San Felipe.
El promedio de muertes es de 19.7 por día.
Pérez Rico reiteró que las cifras de hospitalización y de intubación mantienen una tendencia a la baja, pero no es motivo para relajar las medidas, ni caer en excesos de confianza.
El promedio de ocupación hospitalaria es del 68 por ciento, apenas tres puntos por debajo de lo que se tenía hace un mes.
Son 567 pacientes hospitalizados con una prueba confirmatoria de COVID, de los cuales 177 están conectados a ventilación mecánica automatizada.
En los hospitales COVID hay 292 camas y 158 ventiladores disponibles.
Pese a que la crisis que generó esta segunda ola ha bajado de intensidad, el funcionario alertó que en San Quintín y en San Felipe no se está ganando la batalla, debido a que la tasa de reproducción efectiva del virus se mantiene por arriba de uno, lo que significa que se seguirá dispersando la enfermedad si no se refuerzan las medidas de prevención.
