Aquel dos de febrero del 2018 primero se escuchó un fuerte estruendo y en cuestión de segundos, Lomas del Rubí en Tijuana se convirtió en una zona de desastre.
Parecía que habían dejado caer una bomba en el sitio en donde cientos de familias habitaban en calma, hasta antes de que Grupo Melo llegara a la zona.
De pronto, el lugar donde habitaron por hasta 30 años, se había ido cuesta abajo. La calle Reforma desapareció casi en un tronar de dedos.
Mariana Morales recuerda que el 19 de enero vieron que las viviendas comenzaron a presentar grietas y fisuras, que cada vez se hacían más extensas.
Meses antes, Grupo Melo había iniciado la construcción de Valle del Pedregal, un fraccionamiento de vivienda media-alta, y para ello realizaron cortes de tierra, que debilitaron el talud que sostenía a Lomas del Rubí.
El crujido que hizo la tierra a la fecha sigue presente en su memoria.
“El dos de febrero la mitad de la colonia se colapsó, con todo y casas, ya no podías sacar nada, eran escombros. Se escuchó como una explosión, como cuando dinamitan, así se escuchó que tronó por debajo de la tierra”.
La pérdida de su vivienda en automático los envió a las filas de la pobreza, “vivimos de la caridad, la comunidad tijuanense fue muy solidaria, nos traían apoyos, comida preparada porque no teníamos nada”.
De la demanda contra Grupo Melo no hay avance. Además de que la justicia en México es lenta, la pandemia afectó el proceso para exigir la reparación del daño.
“Fue un shock, un trauma para todas estas familias, muchos lo tratamos de asimilar, pero es una secuela que se va a quedar y nos va a marcar toda la vida”, señaló.
Y añadió “Grupo Melo nos vino a desterrar de un patrimonio que nosotros ya habíamos creado y desgraciadamente ninguna autoridad ha fincado responsabilidad sobre la constructora”.
Las denuncias contra ex servidores públicos, incluyendo ante Sindicatura Municipal, tampoco han llegado a las instancias que quisieran.
Indicó que fueron 167 familias afectadas, integradas por alrededor de 600 personas, desde niños hasta adultos mayores, que de un día para otro se quedaron sin techo. Algunos solo alcanzaron a sacar documentos y lo que llevaban puesto.
La señora Juana Murillo ni siquiera puede mirar hacia las casas convertidas en escombro cuesta abajo y menos hacia el fraccionamiento Valle del Pedregal.
Tampoco quiere recordar lo vivido hace cuatro años, pero la realidad la obliga.
“No quiero recordarlo”, dice mientras hace una larga pausa y deja salir unas lágrimas.
Después de tomar unos segundos para recobrar la fuerza, platicó a PUNTO NORTE que aquel 2 de febrero de 2018 los vecinos estaban a la expectativa, porque las casas de la calle Reforma ya presentaban grietas y graves fracturas.
Sabían que era cuestión de minutos para que su patrimonio se fuera cuesta abajo, pero aún guardaban una mínima esperanza.
“Esa casa que está ahí era de mi primo, las demás ya no existen”, relata mientras apunta una estructura que era de dos pisos y cuya segunda planta estaba hecha de ladrillos rojos.
“Aquí vivimos 20 años, sobre la calle Reforma. Han sido cuatro años muy tristes, difíciles, porque hemos perdido a varias personas que han fallecido a causa de todo esto, a mí se me vino la diabetes, la alta presión, muchas cosas”.
Señaló que cómo pueden los habitantes de Valle del Pedregal vivir tan tranquilos, sabiendo la devastación que causó la construcción de ese fraccionamiento, además de que alimentaron los bolsillos de Grupo Melo.
“¿Cómo va a ser posible que allá estén viviendo a gusto, tranquilos, con todas las comodidades?, mientras que acá estamos todos sufriendo, Raúl Melo no se ha hecho cargo de todo el daño que hizo, no ha dado la cara”.
Su familia, de ocho miembros, se tuvo que separar porque no cabían todos juntos en casa de sus parientes. La vivienda que les dio el gobierno en Lomas de la Esperanza tampoco les alcanza para todos.
Cada que vuelve a Lomas del Rubí, expresó que siente “mucha tristeza, nostalgia, dolor en mi corazón… no tengo palabras”.
Exigió que Grupo Melo se haga responsable y pague todos los daños que causó, pues nunca dio apoyos a los afectados.
“Raúl Melo, hazte cargo de todo el daño que nos hiciste”.
Daño irreparable
De la tragedia de perder su hogar, habitantes de Lomas del Rubí pasaron a perder su salud y al menos 16 de ellos, la vida.
Algunos en cuestión de meses comenzaron a ver cómo sus padecimientos se agravaron. Fallecieron y la justicia nunca llegó.
En memoria de su esposo Manuel Hernández, la señora Maura Zamora acudió a Lomas del Rubí a sumarse a la manifestación pacífica para recordarle a las autoridades que tienen una deuda pendiente con las familias afectadas.
Y aunque seguirá exigiendo justicia, lamentó que el daño sea irreparable, pues nada le va a devolver a su compañero de vida.
“Venir me trae recuerdos muy tristes, no solo porque perdimos nuestro patrimonio, sino porque yo perdí a mi esposo, es algo que no lo voy a recuperar jamás, es muy doloroso recordar estos momentos”.
Afirmó que no se dará por vencida y no le importa el tiempo que tenga que transcurrir, para ver que se les haga justicia.
“Voy a buscar justicia en memoria de mi esposo y por todas las personas que fallecieron a causa de este problema”.
Lo vivido hace cuatro años, dijo que es algo que la acompañará siempre.
“Vimos que empezó a caerse nuestra colonia, que fue algo real. Al ver que se fue la primera calle no lo podíamos creer, teníamos más de 30 años aquí”.
A la distancia se alcanza a ver una parte del piso de la que fue su casa, solo eso.
“Mi casa estaba en la calle Reforma, fue de las primeras que se cayeron, todo lo demás ya no existe”, indicó. Había dos casas en su predio, en donde vivían dos familias, que tras la tragedia tuvieron que separarse.
Reconoció que siente mucha impotencia de no poder hacer que Raúl Melo pague por lo que hizo, “no creo que no haya sabido el daño que nos iba a causar, siento mucho resentimiento por lo que pasó, por tantas personas que tuvieron que perder la vida a causa de su ambición”.
La señora Imelda Soledad también atribuye la muerte de sus padres Juan Soledad y Carmen Espino a la pérdida de su hogar, el que construyeron con mucho esfuerzo hacía 30 años y donde tenían unos cuartos en renta y una tienda de abarrotes, para sostenerse.
Toda su familia vivía en Lomas del Rubí, “fueron ocho casas en total las que perdimos”.
Justo el día que se cayeron las primeras viviendas, su padre celebraba su cumpleaños.
“Esa fecha marcó nuestra tragedia, va a cumplir dos años que falleció mí papá y mi mamá el día 11 de este mes cumple un año de fallecida, hemos sufrido mucho y el culpable como si nada”.
Se fueron tristes, sin un techo, ni visos de que se iba a hacer justicia.
Tan es así, dijo, que Grupo Melo siguió construyendo sin que las autoridades de ese entonces, emanadas del Partido Acción Nacional, detuvieran las obras.
“En memoria de ellos estamos exigiendo justicia, es algo que ellos hubieran deseado, que les hubieran pagado los daños”.
Comentó que en abril de 2021 recibió las llaves de la vivienda que habita en Lomas de la Esperanza, dos meses después de que su madre falleciera, “ya no alcanzó a conocer su casita”.
Hasta ahora, 130 familias han obtenido una vivienda a manera de apoyo social por parte de los tres niveles de gobierno, en la colonia Lomas de la Esperanza. Otras 10 familias fueron reubicadas en Urbi Villas del Prado II.
No obstante, se ha marginado a los hijos de los titulares de la propiedad, que habían construido viviendas en esos mismos predios.
Desde el 20 de diciembre de 2021 no han vuelto a recibir el apoyo económico para el pago de una renta.
Mariana Morales pidió a la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, que volteé a ver a las familias de Lomas del Rubí, que ya fueron declaradas víctimas del Estado y por tanto se debe aplicar lo que marca la Ley Estatal de Atención a Víctimas, “le deben la reparación del daño a cada familia”.
Asimismo, exigió que se finquen responsabilidades contra Grupo Melo y a su propietario, Raúl Melo, que hasta ahora, sigue impune.