“El 500” reunió a 9 sicarios para planear y cometer el homicidio del agente “El Potro”

Dos de los sicarios de "El 500" (centro) al momento del ataque armado

Tijuana.- Luis Adán “El 500”, lugarteniente del Cártel de Sinaloa en Tijuana y considerado por la Fiscalía General del Estado (FGE) como uno de los principales líderes criminales en la ciudad, reunió a nueve de sus sicarios para planear y ejecutar el homicidio del policía ministerial José Alberto Enríquez Martínez “El Potro”.

Esto forma parte de las investigaciones que la Fiscalía ha realizado desde el día de los hechos, el 22 de febrero de este año, mediante entrevistas, videos de vigilancia, actas de inspección a los vehículos involucrados, dictámenes balísticos y otros datos de prueba aportados por el ministerio público ante un juez de control, quien vinculó a proceso a “El 500” junto a su jefe de sicarios, “Don Robert”, por los delitos de homicidio calificado y asociación delictuosa.

PUNTO NORTE fue el único medio de comunicación presente en esta audiencia, celebrada la mañana de hoy domingo 12 de marzo.

El elemento de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), quien formó parte de la institución durante 30 años, fue vigilado varios días por “Don Robert” y otro integrante de la banda delictiva, quienes a bordo de un taxi libre observaron la hora en que salía de su casa, su vehículo y sus rutas, indicó el fiscal a cargo del caso.

La camioneta donde el agente fue atacado

Con esta información recabada, el 19 de febrero de 2022, Luis Adán, de 30 años de edad, convocó a una reunión con nueve de sus sicarios en unos departamentos de la colonia Guerrero, en la delegación Centro, los cuales usaba como sus oficinas, para planear el homicidio.

Al momento de dar su resolución, el juez de control recapituló que la Fiscalía ubica a “El 500” como líder de una banda dedicada a la venta de cristal (metanfetaminas).

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De acuerdo a información de la Fiscalía estatal, “El 500” ordenó por lo menos 35 asesinatos, muchos de ellos como parte de la pugna que mantiene en contra de integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por la venta de droga desde Playas de Tijuana hasta Zona Río, el corredor más próximo al muro entre México y Estados Unidos.

De lo expuesto en la audiencia, se desprende que en esa reunión, “El 500” explicó que el agente “El Potro” salía de su casa regularmente a las 6:00 horas en una camioneta Chevrolet Tahoe gris e indicó el domicilio exacto, en la colonia Pórticos de San Antonio, en la zona de Santa Fe.

José Alberto Enríquez Martínez “El Potro”

Les indicó a subordinados que todos participarían en el homicidio: “Don Robert” sería el encargado de proporcionarles las armas, a otros les ordenó conseguir automóviles de reciente modelo para que no presentaran fallas, mientras que unos realizarían tareas de halconaje para advertirles a los sicarios si había policías cerca, unos más se encargarían de conducir los autos para en los que los sicarios huían. Y tres de ellos serían quienes dispararían contra el agente.

No solo eso. De acuerdo a las investigaciones de la Fiscalía, “El 500” junto a otro de sus subordinados, fue quien vigiló esa mañana al agente de 55 años de edad cuando salió de su casa y por medio de WhatsApp, les escribió a los sicarios para que lo atacaran.

“No era lo que yo quisiera, era a la fuerza”

Como parte de la investigación, la Fiscalía aportó los testimonios de dos integrantes de la banda de “El 500”. Ambos coincidieron que el grupo formaba parte del Cártel de Sinaloa.

Uno dijo haber iniciado a trabajar para él en octubre de 2022 y dedicarse únicamente a la venta de cristal en la zona del fraccionamiento El Soler.

Por eso, cuando el 19 de febrero, en el último domingo del mes, su jefe lo citó junto a otros ocho integrantes de la banda que operaba en esa zona, para ordenarles que asesinaran a un policía ministerial, éste se negó.

“No era lo que yo quisiera, era a la fuerza”, aseguró el hombre que le respondió “El 500”.

A “El 500” lo describió como un un hombre de 1.85 metros de estatura, moreno y cabello negro y cejas pobladas, descripción que coincide con sus características físicas.

“El 500” fue capturado en Zona Río de Tijuana

Al momento de repartir las tareas entre los integrantes de la banda, cuyos apodos coinciden con los identificados por la Fiscalía como los participantes en el ataque armado contra el agente “El Potro”, “El 500” le indicó que él permanecería en el domicilio que funcionaba como su centro de operaciones, “por si algo salía mal, sacar la droga de la casa”.

El testigo narró también que después del ataque armado, el 22 de febrero, llegaron varios de los participantes al domicilio donde él se quedó, para decirle que el ataque “había valido madres porque no se murió”.

La segunda entrevista es la de un hombre que dijo ser escolta de “Don Robert”. Roberto tiene alrededor de 55 años de edad, mide 1.68 metros, es moreno, con bigote y cabello entrecano.

De acuerdo con su escolta, “Don Robert” era a la misma vez taxista en la colonia Villa del Prado, en la Zona Este de Tijuana, y jefe de sicarios de “El 500” en el área de El Soler, en Playas de Tijuana, donde estaba encargado de recoger el dinero en los puntos de venta de droga y surtirlos con más dosis.

“Don Robert”

El hombre señaló que él fue quien acompañó a su jefe, “Don Robert”, el día del ataque armado contra el agente Enríquez Martínez.

En esa reunión, se decidió que “El Barbas”, “El Tilín” y un tercer hombre serían los gatilleros.

Y que el miércoles 22 de febrero, pasarían por todos a ese mismo domicilio, en la colonia Guerrero.

El atentado

Como lo planearon días antes, “El 500” y sus sicarios salieron en varios vehículos de la colonia Guerrero alrededor de las 5:00 de la mañana del miércoles 22 de febrero.

Se dirigieron a la zona donde vivía el agente estatal de investigación, quien estaba adscrito a la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida, indicó el fiscal ante el juez durante el desarrollo de la audiencia.

Los testigos refirieron que en el vehículo donde viajaban, “El Barbas”, “El Tilín” y el tercer sujeto que dispararía contra el agente, había una cartulina con un narcomensaje firmado con las siglas CDS (Cártel de Sinaloa).

En este se hacía alusión a una rivalidad con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El ministerio público explicó en la audiencia que “El 500” y uno de sus subordinados vigilaron el domicilio del agente desde un carro.

Cuando vieron a “El Potro” salir de su casa hacia su carro, “El 500” envió un mensaje de WhatsApp para indicarles a los sicarios que era momento de atacarlo.

“El Barbas”, “El Tilín” y el tercer sicario llegaron en un automóvil Chevrolet Malibu blanco modelo 2022 cuando el agente ya estaba en el volante de la camioneta Chevrolet Tahoe gris que conducía.

El Malibu blanco en el que llegaron los tres sicarios

“El Barbas” tenía consigo un rifle AK-47, también conocido como cuerno de chivo, fue el primero en abrir fuego. Disparó en 11 ocasiones desde atrás y desde el lado del conductor.

Cuando “El Potro” comenzó a darse de reversa, “El Barbas” corrió al otro lado, donde estaban “El Tilín” y el tercer sujeto, cada uno con una pistola calibre 9 milímetros disparando también y quienes se cruzaron por detrás de la camioneta para disparar desde el lado del conductor.

Incluso a uno de ellos se le cae el arma de fuego y la recoge mientras su compañero sigue disparando.

Al exponer los datos de prueba, la FGE indicó que “El Tilín” fue quien comenzó a disparar desde la parte trasera de la camioneta, tras abrir la cajuela, como se observa en un video de vigilancia que captó el momento del ataque armado.

“El Tilín”

El fiscal indicó que de la escena del crimen se recolectaron más de 30 casquillos y a pesar de haber recibido impactos de bala en el abdomen, el muslo izquierdo, pie derecho y la espalda, Enríquez Martínez fue encontrado con vida.

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Los policías municipales que atendieron el reporte de detonaciones de arma de fuego y un lesionado, pidieron una ambulancia, la cual llegó a los pocos minutos y trasladó al agente al hospital Issstecali en el fraccionamiento El Mirador.

José Alberto Enríquez Martínez permaneció luchando por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos hasta que falleció el miércoles 8 de marzo, dos semanas después del ataque y como consecuencia del ataque.

Algunos de los casquillos percutidos

La Fiscalía detalló en audiencia que tras haber disparado contra el elemento de la Agencia Estatal de Investigación, “El Barbas”, “El Tilín” y el tercer gatillero subieron nuevamente a su automóvil.

El plan indicaba que el vehículo, con placas de Colorado, iba a ser abandonado en la calle Real de la Gloria en la colonia Real de San Antonio, a unas calles de distancia, con el objetivo de que fuera localizado con el narcomensaje.

Sin embargo, en el interior fueron dejados también otros objetos que forman parte de la evidencia del crimen, como un guante de látex, ropa, una cajetilla de cigarros y un teléfono celular.

El automóvil abandonado por los sicarios.

“Don Robert” y su escolta pasaron a bordo de un taxi a recoger a los tres sicarios, mientras que otro sujeto los siguió en otro vehículo, a manera de escolta.

Mientras que otros dos integrantes de la banda realizaron tareas de vigilancia previo al ataque armado, para avisarles a los sicarios si había alguna patrulla que pudiera detenerlos.

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Al momento de vincular a proceso a “Don Robert” y a “El 500”, quienes estuvieron en sitios separados durante la audiencia desarrollada de manera virtual, el juzgador destacó cómo la Fiscalía demostró que los dos probablemente participaron en “la planeación, la ejecución y el reparto de tareas” para cometer el crimen en calidad de co-autores.

El fiscal general y el comisionado de la AEI encabezaron las honras fúnebres para el agente.

Por lo que al cumplirse con los requisitos de fondo y de forma para ser considerados probables responsables, el juez los vinculó a proceso.

Por su parte, la FGE solicitó tres meses como plazo de investigación para continuar con la búsqueda de testigos, realizar exámenes de balística, de identidad de sangre y genética, entre otros.

El juez concedió el plazo, el cual fenece el 12 junio de 2023, mientras tanto “El 500” y “Don Robert” continuarán en prisión preventiva.

Ambos se habían sujetado a las 144 horas de ampliación de plazo para la vinculación a proceso, tras su primera audiencia de formulación de imputación celebrada el 7 de marzo.

Como en aquella ocasión, hoy fueron representados por la defensoría pública, la cual no aportó datos de prueba a favor de los imputados durante la diligencia.

Al final de la audiencia, el juez manifestó que girará oficios al director del Cereso “El Hongo” para que “El 500” y “Don Robert” puedan realizar, cada uno, una llamada telefónica, como lo solicitaron al inicio de la diligencia.

Uno de los sicarios ya fue asesinado

Cuatro días después de haber participado en el homicidio, uno de los gatilleros que disparó contra el agente, fue abatido por un policía municipal en la colonia Alemán, la cual forma parte de la delegación Centro. Se trata de la misma zona de influencia de “El 500”.

El domingo 26 de febrero por la mañana, elementos de la Policía Municipal informaron a la Fiscalía que comenzaron a perseguir un automóvil donde viajaban dos hombres, quienes descendieron de éste para darse a la fuga corriendo.

De acuerdo con los agentes, uno de los sujetos les apuntó con un arma cuando corría en el patio de una vivienda sobre la calle Mar Báltico, intentando huir de ellos, por lo que uno de los oficiales le disparó en defensa propia.

Se trataba de Adrián Vázquez Flores, “El Barbas”, a quien la FGE identificó como el sicario que atacó con un cuerno de chivo al agente Enríquez Martínez.

“El Potro” fue quien accionó el ‘cuerno de chivo’

“El Barbas” cayó boca abajo en un reducido pasillo, entre la vivienda y una barba, tras recibir un disparo en el pecho.

El sujeto fue declarado sin vida por socorristas de la Cruz Roja, quienes acudieron a la escena tras ser requeridos por los policías.

A unos centímetros de su mano, fue localizado un revólver.

El automóvil donde viajaba quedó abandonado en la calle Mar Blanco, de la misma colonia. Era un Buick gris con placas de California, el cual fue asegurado por la FGE.

En los bolsillos de “El Barbas” fueron encontradas una pipa para fumar cristal y varias dosis de esta droga.

La detención de “El 500”

El lunes 6 de marzo, tan solo doce días después del ataque armado, Luis Adán fue capturado en un operativo donde no se realizó un solo disparo, encabezado por elementos de la FGE en coordinación con la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional.

“El 500” se encontraba en la Zona Río de Tijuana cuando fue abordado por los agentes estatales de investigación, quienes contaban con una orden de aprehensión obtenida por el ministerio público por el homicidio de su compañero.

Debido a su nivel de peligrosidad, “El 500” fue trasladado en un convoy con tanquetas blindadas al Centro de Reinserción Social (Cereso) “El Hongo” y el martes 7 de marzo tuvo su primera audiencia.

Una de las tanquetas utilizadas para trasladar a “El 500” a “El Hongo”

De igual manera, fue capturado “Don Robert”, quien también se encuentra recluido en “El Hongo”, así como José Luis “El Tilín”, quien junto con “El Barbas” y otro hombre, formó parte del grupo de sicarios que disparó contra el agente.

En un comunicado de prensa respecto a la detención de Luis Adán, la FGE destacó que “operaciones desplegadas con base a las investigaciones han permitido sacar de circulación a 17 miembros del grupo criminal de “El 500” por diversos delitos, de entre los cuales destacan José Luis alias “El Tilin” y Roberto, alias

“Don Robert”, quienes son señalados como autores materiales del atentado en contra del agente investigador, estos 17 presuntos criminales hoy enfrentan cargos en su contra por lo que ya no representan un riesgo para la seguridad de la ciudadanía”.

El último adiós al agente “El Potro”

Ayer sábado 11 de marzo, en una ceremonia encabezada por el fiscal general del Estado, Ricardo Iván Carpio Sánchez y el comisionado de la Agencia Estatal de Investigación, José Gabriel Gálvez Beltrán, familiares, amigos y compañeros de José Alberto Enríquez Martínez lo despidieron en las instalaciones de institución en una ceremonia de cuerpo presente para brindarle las honras fúnebres.

“El oficial, a quien sus compañeros le llamaban cariñosamente “El Potro”, fue cobardemente sorprendido cuando salió de su domicilio”, indicó la FGE en un comunicado de prensa.

El ataúd regresa a la carroza fúnebre tras las honras ofrecidas en la Fiscalía

Carpio Sánchez recordó la importancia del trabajo del agente caído, los años dedicados y el esfuerzo aportado a la institución, así como la enseñanza que dejó en las nuevas generaciones.

Dijo también que fue un ejemplo para sus compañeros y una invaluable persona para su familia.

El fiscal general en la guardia que montó con titulares de la FGE.

“En los 30 años de servicio se desempeñó con alto sentido de responsabilidad. El comandante ‘Potro’ dejó un gran legado. Hoy se honra su trayectoria de profesionalismo, orgullo y entrega con que siempre se desempeñó”, expresó el titular de la FGE.

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El fiscal general se dirigió a los familiares del agente, a quienes deseó de manera respetuosa que encuentren consuelo en la gratitud de los compañeros de José Alberto Enríquez Martínez, quienes siempre vieron en él a una persona que dio el máximo de sus esfuerzos.

El agente fue despedido por su familia.

“El agente caído siempre fue un elemento honesto, profesional, y excelente compañero. Y por ello, esta institución, redoblará esfuerzos para llevar ante la justicia a quienes atenten en contra de agentes policiacos, ya que con su esfuerzo diario se trabaja en beneficio de la seguridad y justicia de las familias bajacalifornianas”, indicó Carpio Sánchez.

En el evento solemne, en el cual participaron no solo elementos de la FGE, sino de la Secretaría de Marina y elementos de la Policía Municipal de varios municipios, se montaron varias guardias de honor y se dedicó un minuto de silencio a su memoria.

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