Tijuana.- Por la misma rampa de la garita de El Chaparral por la que retornan a México niños y niñas que cruzaron la frontera con sus familias para pedir asilo en Estados Unidos, entró esta mañana a Latinoamérica, de manera oficial, Amal, la marioneta de 3.6 metros de altura que representa a una niña refugiada de Siria.
La campaña del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para concientizar sobre la situación de las personas refugiadas del mundo tuvo su arranque oficial esta mañana en el cruce fronterizo, para luego visitar la Casa de la Cultura de Tijuana y pasar el atardecer en el muro entre México y Estados Unidos, frente al Océano Pacífico.
El evento con el que Amal inició su recorrido por México tuvo como sede la explanada en donde hace dos años, cinco mil solicitantes de refugio en México y asilo en Estados Unidos, entre ellos más de dos mil niños y niñas, montaron un campamento.
Hasta ahí llegó Amal, cuyo nombre en árabe significa esperanza y quien representa a una niña de diez años, separada de su padre debido al conflicto armado que se registra desde hace varios años en Siria.
La niña marioneta, de ojos grandes, cabello castaño largo, con un vestido de pliegues beige, rosas y rojos, calzando unas botas guindas, ha sido recibida anteriormente en varios países de Europa.
Ahí, las comunidades locales le han brindado ayuda, como parte de un mensaje de esperanza para las personas refugiadas y, también, para brindar una visión distinta a los habitantes de lo que significa ser una persona refugiada.
Así lo explicó cuando leyó su historia una niña llamada Betsy en el evento de recibimiento, encabezado por la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila y la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero.
La marioneta es un proyecto de la compañía artística conocida como The Walk, que en colaboración con las agencias de la ONU para los Refugiados (Acnur), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha llevado a Amal a recorrer el mundo.
Tijuana es la primera parada en su recorrido por nueve ciudades de México, las cuales forman parte de la ruta migratoria que hacen miles de personas nacionales y extranjeras desde el sur del país, con el objetivo de llegar a la frontera estadounidense, explicó la representante de Acnur en México, Renee Cuijpers.
Para recibir a la niña marioneta, la Secretaría de Cultura de Baja California la integró como parte del cierre del Festival Cultural de Octubre, el cual, por primera vez en sus más de 22 ediciones, integraron en sus actividades el tema de la migración.
Por ello, hubo una obra de teatro guiñol y se presentó el Coro Infantil de la Promotora Bellas Artes, quienes recibieron a Amal con varias canciones, en inglés y en español, entre ellas “We are the One” y hasta “El Cachanilla”.
Amal escuchó atenta las palabras de las autoridades, quienes le hablaron de las acciones que llevan a cabo para atender a la población en movilidad en Baja California y su compromiso para garantizarles su bienestar y sus derechos, el cual fue sellado con un acuerdo firmado por Acnur y la gobernadora.
Como parte de la recepción de Amal, se instaló una exposición de fotografías con el mismo tema, en la que se informó que hasta septiembre de este año, 119 mil personas han solicitado la condición de refugiado en México, más de 3 mil en este estado fronterizo.
También se detalló que en la entidad, hay 16 mil solicitantes de refugio y refugiados, de los cuales el 80 por ciento viven en Tijuana, y provienen principalmente de los países Haití, Honduras y El Salvador.
Asimismo, hay alrededor de 5 mil personas en condición de movilidad en los albergues de la ciudad, entre ellos de mil 500 a 2 mil niños, niñas o adolescentes, al igual que Amal.
Tras el evento protocolario, y escuchar otras canciones de los niños coristas, a Amal le colocaron una corona de flores de papel emulando al cempazúchitl, con motivo del reciente Día de Muertos.
Luego de tomarse selfies con autoridades, la niña marioneta se reunió con otros niños y niñas presentes, así como con colaboradores de Unicef, con quienes bailó dentro de un círculo y jugó a los juegos tradicionales mexicanos “A la rueda de San Miguel”, “A la víbora de la mar” y “Matarilerileron”.
Mientras, a unos pasos de ellos, familias de personas migrantes esperaban a ser atendidas por las autoridades mexicanas de migración.
Por la tarde, Amal estuvo también en la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana, en donde convivió con varias actividades artísticas, y en donde ahora el gobierno municipal firmó otro convenio con ACNUR.
Posteriormente, la marioneta fue llevada al punto donde inicia el muro entre México y Estados Unidos, en Playas de Tijuana.
En las últimas semanas, con los trabajos del gobierno estadounidense para reemplazar las vallas por una de mayor altura, el muro ha gozado de vigilancia permanente de agentes de la Guardia Nacional de México, quienes impiden a migrantes buscar introducirse a territorio estadounidense, aprovechando el movimiento de maquinaria y trabajadores.
Con el sol regresando al mar, Amal fue recibida por decenas de personas, incluidas familias que habitan en el albergue para migrantes Embajadores de Jesús, ubicado junto a un arroyo de aguas negras, no muy lejos de Playas de Tijuana.
Amal comenzó a saludar primero a los más pequeños, para continuar con los adultos, mientras juntos caminaban a un lado del muro, a la altura del Parque Binacional de la Amistad o Friendship Park, antes un espacio destinado para que, sin importar estatus migratorio, personas de ambos lados de la frontera podían reunirse los fines de semana.
Hoy, activistas luchan por mantener un jardín con plantas nativas, con la esperanza de que el parque vuelva a abrir sus puertas en un futuro.
Junto a cuatro adolescentes solicitantes de asilo en Estados Unidos, Amal bailó el son jarocho al ritmo de “La Bamba”, interpretado por el Fandango Fronterizo y el Ensamble de Vientos de El Refugio del Programa de Redes del Centro de Artes Musicales. Incluso, se subió a zapatear a la tarima.
Luego inició una caminata en la playa hasta llegar a la esquina de Latinoamérica, solo para asomarse unos momentos hacia Estados Unidos entre las vallas de metal del muro.
Ahí, se recostó de espaldas, cerrando los ojos, para levantarse nuevamente y bailar con el grupo de niños y niñas migrantes que usaban una playera con el mensaje “Yo soy tú”.
La travesía de Amal por Tijuana continuará y terminará mañana martes 7 de noviembre con un evento en el Centro Cultural Tijuana (Cecut), para finalmente tener un convivio privado con las y los habitantes del albergue Embajadores de Jesús.
De ahí, continuará por Monterrey, Guadalajara, Zapopan, Ciudad de México, Oaxaca y Tapachula, a donde llegará el 26 de noviembre.
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