Tijuana.- El 2021 podría quedar marcado como el año de los diagnósticos tardíos de cáncer, ante la lentitud con que se han reactivado las consultas, estudios y tratamientos en el sector público, que lleva más de un año enfocado en la atención del COVID-19.
El presidente de la asociación Pro-Oncavi, el oncólogo Homero Fuentes de la Peña, señaló que entre más tarde llegue un paciente a consulta, la ventana de oportunidad será cada vez menor y solo quedará ofrecerle al paciente un tratamiento que le dé un poco de calidad de vida, mientras llega el desenlace.
Indicó que en estos meses han podido comprobar la tardanza para otorgar las consultas de detección y seguimiento a pacientes oncológicos en instituciones públicas, pues en el sector privado no se dan abasto con la demanda.
Hay pacientes que se quedaron esperando la fecha de la consulta, que al ser pospuesta decidieron buscar en la medicina privada, haciendo un gran esfuerzo económico para obtener una valoración.
“Estamos dándonos cuenta que la gente o no pudo, no quiso o no la atendieron, pero no llegó (a consulta), y los que estaban en tratamiento que les suspendieron de manera autoritaria su tratamiento están peor”, afirmó.
Dijo que todavía no pueden estimar la cantidad de pacientes que llegarán tarde a un diagnóstico de cáncer, pero será una realidad que saldrá a relucir.
“El cáncer da una ventana de oportunidad en el inicio, que se cierra cuando deja de ser un tumor temprano y donde la posibilidad de curar al paciente se termina. Esa ventana de oportunidad se ha cerrado para algunos pacientes ya diagnosticados”.
Recalcó que el hecho de que las autoridades de salud se hayan concentrado desde marzo del 2020 en la atención del COVID-19 no cambia en nada las cifras de prevalencia y de nuevos casos de cáncer.
Fuentes de la Peña, afirmó que tienen testimonios de pacientes de todas las instituciones de salud que dejaron de ser atendidos de manera habitual, por la reconversión hospitalaria, por falta de recursos y de medicamentos.
“Fue en todas las instituciones y pasó a todos los niveles, estoy seguro que en la cuantificación de los daños vamos a tener cifras espectacularmente espeluznantes, porque va a morir mucha más gente y porque mucha gente se está dejando de atender a tiempo, esa es la gravedad de la situación”, alertó.
El haber suspendido y postergado los procedimientos quirúrgicos también tuvo un impacto en los pacientes con cáncer, quienes requieren de ese tipo de intervenciones para extirpación de tumores.
En su opinión, las autoridades de salud debieron priorizar y revisar cada caso, no hacer una suspensión generalizada de ciertos servicios, agregó.
A decir del especialista en oncología, donde puede haber más casos de detección tardía es en algunos tipos de cáncer de mama, cáncer de próstata, colon y de pulmón.
Muchos de los casos de cáncer se detectan en la consulta general, porque hay datos de sospecha, servicio que ha tardado en normalizarse.
Sobre el desabasto de medicamentos, que aqueja a los pacientes oncológicos, Fuentes de la Peña sostuvo que siguen faltando algunas claves y no se ha regularizado el suministro.
“A muchos pacientes los dejaron de tratar, a muchos pacientes les suspendieron sus procedimientos. El que esté diciendo eso (que sí hay medicamentos) está mintiendo. No es cierto”.
Explicó que en el Hospital General de Tijuana, por ejemplo, no cuentan con el equipo, ni con convenios para ofrecer radioterapia a sus pacientes, por lo que son enviados a Mexicali, en donde tienen que quedarse por varios días para avanzar en su tratamiento o ir y venir, con el costo que eso implica.
A esto se agrega que los equipos también fallan o se saturan, y se deben reprogramar las citas.
“Hemos vivido todo esto a lo largo de este año y medio de manera continua”.
El director de Pro-Oncavi reiteró que será cuestión de tiempo para que todo esto se refleje en las cifras de mortalidad por cáncer, “no tenemos una estimación de ello y tristemente son las cifras que tenemos que esperar, que no van a ser nada halagadoras y que espero no maquillen”.
