Playas de Rosarito.- Como una “estrella de rock”, Andrés Manuel López Obrador fue recibido en Playas de Rosarito por más de un centenar de ciudadanos que esperaron por horas para acercarse a él, entregarle alguna carta, figura religiosa o pedirle su autógrafo.
Pasadas las 10:30 de la mañana de este domingo 17 de octubre, el convoy en el que se transportaba López Obrador arribó al Centro Estatal de las Artes del quinto municipio.
Momentos antes, el equipo de avanzada de la Presidencia de la República le había pedido a los ciudadanos que despejaran el área y se mantuvieran en la banqueta, pues el presidente López Obrador pasaría por el área y permitiría que se acercaran a saludarlo.
“Yo estoy aquí desde las 3:00 de la mañana, ya se me escapó dos veces, no lo alcancé en Tecate y Ensenada, quiero saludarlo, que nos apoye con un lugar para mí y otras abuelitas”, manifestó Irma Rivera, una de las decenas de personas que aguardaban por él.
No todos consiguieron acercarse al presidente, pero muchos lo hicieron.
López Obrador bajó la ventana del automóvil y recibió infinidad de cartas, papeles, expedientes; también se tomó fotos con los que podía y firmó al menos una decena de ejemplares de su libro “A la mitad del camino”.
Solicitudes de apoyo social, para la conexión y abastecimiento de agua potable en sus colonias, denuncias por despojo de terrenos o simplemente para saludarlo.
El ‘ganón’ de esta jornada fue Esteban, un joven de 29 años con capacidades especiales y quien tan pronto fue reconocido por López Obrador, se acercó hasta la unidad para regalarle una figura religiosa de San Judas Tadeo “para que lo cuide”.
“Es usted un chingón, señor presidente”, le expresó Esteban, provocando las risas de López Obrador, para después agradecer por el regalo y continuar su camino al interior del CEART, donde se llevó a cabo una presentación de los Programas de Bienestar.
La mamá de Esteban contó a PUNTO NORTE que no es la primera vez que saludan a López Obrador; él conoció el caso de su hijo desde hace dos años y los canalizó a dependencias federales para recibir apoyos sociales.
Por eso, cuando Esteban se enteró que el presidente volvía a Baja California, llevó una figura religiosa a bendecir para entregársela a López Obrador.
“Con otros gobernantes, la gente venimos a exigir, a pedir, también hay que dar para recibir, ser agradecidos; para mí, mi agradecimiento por el apoyo que nos dio y también a varios discapacitados, antes nada más era a unos cuantos y hoy es apoyo parejo”, dijo la madre del joven.
La multitud permaneció en el exterior del Centro Estatal de las Artes por aproximadamente una hora, escuchando el evento a través de unas bocinas dispuestas en la explanada.
Una vez que salió López Obrador, nuevamente rodearon el vehículo donde viajaba el presidente junto al gobernador Jaime Bonilla Valdez, aunque esta vez fueron menos quienes pudieron interactuar con él.
También en el camino a Tijuana, segundo y último punto de la agenda dominical, algunos camiones se estacionaron sobre la Carretera Escénica con mantas dedicadas al presidente de México; así, él se dejó querer.
“La gente es muy buena, muy cariñosa, ahora que llegamos, recibimos muchas muestras de apoyo, solidaridad, cariño, solo puedo decirles “amor con amor se paga”, que yo los quiero mucho”, expresó López Obrador durante su visita en Playas de Rosarito, antes de dirigirse a Tijuana y concluir así su gira por la entidad.
