Vecinos que siguen en Lomas del Rubí sienten que viven en “zona de guerra”

Foto: Alejandro Gutiérrez

Tijuana.- Aunque no olvida cómo crujía la tierra y la madera de su vivienda, desde hace cuatro años Eugenio Mora tuvo que aprender a dormir sin miedo a que su propiedad se fuera al precipicio, en lo que antes fue la calle Reforma, en Lomas del Rubí.

También se acostumbró a que la vista de su patio trasero sea una zona de desastre, llena de escombros y de viviendas destruidas, que poco a poco se ha convertido en basurero clandestino y hasta en nicho de vándalos.

“Es tremendo, en un principio cuando se cayó, hace cuatro años, vivíamos como si fuera en una guerra, todo estaba destruido, la gente se miraba que andaba como noqueada caminando, todos estábamos mal, mal”.

Dice que no le quedó de otra que aprender a sobrellevar la situación, pues las rentas son muy caras y necesita un lugar amplio a dónde llevar a su familia de ocho integrantes.

Su casa, etiquetada por Protección Civil Municipal con engomado rojo y que en teoría debería estar deshabitada, se ubica sobre la calle Liberal Patria, a escasos metros del voladero.

Foto: Alejandro Gutiérrez

Dicha calle, que parece sostenida por la fe de sus habitantes, se ve interrumpida por el deslizamiento. El hueco es en gran parte un reflejo del vacío que han dejado esos vecinos que fallecieron, en espera de justicia y de que Grupo Melo asuma su responsabilidad.

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Desde la casa de Eugenio es inevitable no sentir de cerca el riesgo.

“Hace cuatro años mi casa empezó a ‘craquearse’, pero todavía estoy aquí, ¿a dónde voy?, somos ocho de familia. Las rentas están carísimas, 400, 600 dólares, no puedo moverme”.

Por las noches, cuando la colonia quedaba en silencio, recuerda que se escuchaba cómo la madera tronaba, los mismo que las paredes, el techo y la tierra misma.

Foto: Alejandro Gutiérrez

Para su fortuna, después de aquellos deslizamientos no ha habido más grietas, ni daños de los que ya sufrió su hogar.

El cerro se mantiene “estable”, pero eso no significa que el riesgo haya desaparecido, pues no hay un muro de contención que soporte el peso de las viviendas.

Son más de 120 familias las que siguen viviendo en Lomas del Rubí, después de que en 2018 les cambiara la vida, tras el colapso de la calle Reforma y parte de Liberal Patria, a consecuencia de las obras de construcción del fraccionamiento de Grupo Melo, Valle del Pedregal.

Foto: Alejandro Gutiérrez

Una de las afectadas, Mariana Morales, quien encabeza el movimiento para exigir justicia, explicó que esas familias siguen ahí porque no tienen alternativa.

Las 160 familias que perdieron su vivienda de hecho tampoco tenían a dónde ir, pero la necesidad de un techo los obligó a buscar refugio con familiares o a rentar pequeñas viviendas y dividirse.

“Tenemos 120 familias alrededor de una zona de riesgo. Desgraciadamente ellos todavía no tienen opciones de solución de qué va a pasar y, sobre todo, qué va a hacer la autoridad para evitar que estas familias pierdan su patrimonio”, señaló.

Las casas están asentadas en lo que quedó de Liberal Patria y en las calles Libertad de Expresión y Paseo del Rubí.

Foto: Alejandro Gutiérrez

En el caso de Eugenio comentó que el gobierno ya les hizo entrega de una casa en Lomas de la Esperanza, pero es muy pequeña siquiera para pensar en mudarse toda la familia.

“Allá caben nada más unos tres, allá está mi esposa y mi muchacho”, platicó, por lo que con mucho esfuerzo está haciendo obras de ampliación.

Se sumó al clamor de justicia de quienes lo perdieron todo, así como a quienes han sufrido la muerte de algún familiar en espera de que se les repare el daño.

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