AMLO niega tener escoltas ni blindada, pero en Tijuana su seguridad fue como nunca

La salida del presidente, alejado de la gente. Foto: Alejandro Gutiérrez

Tijuana.- El presidente Andrés Manuel López Obrador pisó Baja California una semana después del primer bloqueo de vialidades con vehículos incendiados por parte del crimen organizado en la entidad y atribuido por las autoridades al Cártel Jalisco Nueva Generación.

En Tijuana, el municipio donde la tarde y noche del viernes 12 de agosto se quemaron 18 vehículos, entre taxis, tráilers y autos particulares, el presidente reiteró su discurso de que los hechos criminales fueron “actos más que nada propagandísticos con propósitos políticos, pero no para afectar a la gobernadora, es para afectar o buscar afectar el proyecto de transformación”.

Foto: Alejandro Gutiérrez

No obstante, el dispositivo de seguridad que se implementó alrededor de su visita fue sin precedentes.

Mientras que en las dos visitas más recientes del primer mandatario al Cuartel de la Segunda Zona Militar, en diciembre de 2021 y en febrero de 2022, solo se cerraba el paso vehicular cuando se acercaba el convoy del presidente, en esta ocasión se amplió el perímetro de seguridad a cuatro calles que conectaban con la avenida Ramos Millán, donde se ubica la entrada y salida vehicular de las instalaciones militares.

Vallas metálicas con personal de seguridad se mantuvieron fijas desde las 5:00 de la mañana y hasta pasadas las 10:30 horas, impidiendo así incluso a residentes de la zona llegar a sus casas.

Foto: Alejandro Gutiérrez

Para la prensa, en lugar de un solo filtro de acceso ubicado a 30 metros del acceso peatonal, sobre la calle Manuel Acuña, como se acostumbraba en las visitas presidenciales de López Obrador, se colocaron dos primeros filtros y un tercero antes de formar una fila.

No solo eso, sino que se desplegó un número superior de militares vestidos de civiles para colocar las vallas metálicas, vigilar los alrededores y cuidar los accesos.

Foto: Alejandro Gutiérrez

También había elementos de la Secretaría de Marina, armados, con cascos y chalecos balísticos, en una unidad de Tránsito de la Policía Municipal para abrirle paso al convoy del presidente.

De igual manera, había más unidades del Ejército, de la Marina y de la Guardia Nacional en los alrededores del cuartel.

Foto: Alejandro Gutiérrez

También se vigiló cada esquina de Paseo de los Héroes hacia el bulevar Agua Caliente y de ahí hasta llegar a la avenida Ramos Millán con patrullas.

Se trata del camino que el presidente tomó desde el Hotel Lucerna, donde se hospedó la noche del jueves 18 de agosto, para llegar a las 6:00 horas de hoy viernes 19 de agosto al cuartel militar.

A esa hora, encabezó la reunión diaria de seguridad con su gabinete y con la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda junto a la Mesa de Seguridad del Estado.

Foto: Alejandro Gutiérrez

Luego, a las 7:00 de la mañana y durante casi tres horas, ofreció su conferencia de prensa matutina en la explanada del cuartel ante enviados de medios nacionales y reporteros locales.

PUNTO NORTE logró lanzar al presidente la pregunta del motivo del incremento en su seguridad y si esto estaba relacionado con lo ocurrido el viernes 12 de agosto.

“No tuve seguridad”, fue su primera respuesta y con ella, nuevamente la pregunta para puntualizar cómo se aumentó el perímetro de seguridad alrededor del cuartel.

Foto: Alejandro Gutiérrez

“No, no, no, llegué al mismo hotel que llego después de 20 años, no diré cual, pero llegué al mismo hotel, sin seguridad, no traigo escoltas, no traigo carro blindado, no tengo nada que temer…”, dijo.

Y remató, también tras un cuestionamiento de este medio de comunicación: “,e siento muy seguro en Baja California y en todo México” para retirarse momentos después.

Lo cierto fue que de manera inusual al estilo del presidente, quien gusta de saludar, besar y conversar con personas, quienes llegan hasta la ventana de su camioneta en sus visitas a Baja California, en esta ocasión, la gente, tanto manifestantes como sus simpatizantes fueron alejados con vallas.

Solo una mujer, Soraya Ana logró saltarse el cerco cuando la camioneta Chevrolet Suburban blanca, donde López Obrador viajaba como copiloto, salió del cuartel.

Foto: Alejandro Gutiérrez

La mujer llegó caminando hasta el vehículo y le entregó un folder al presidente para pedirle su apoyo en la búsqueda de su hijo, Kevin Moreno Ana, quien fue desaparecido hace cinco meses en Mexicali.

También puedes leer Esta mujer fue la única que logró burlar la seguridad de AMLO para pedirle encontrar a su hijo desaparecido

Tras hablar con ella y, una vez fuera de las vallas de seguridad, también se detuvo con Teresa Cox, la madre de una mujer desaparecida en Tijuana, Hilda Teresa Padilla Cox.

Luego López Obrador continuó su paso por Tijuana escoltado por vehículos al frente y detrás, tanto patrullas como camionetas y vehículos de las fuerzas armadas.

Solo estas dos mujeres pudieron frenar al presidente en medio de su nuevo aparato de seguridad sin los tumultos de otras visitas sin las selfies y sin cariños al presidente que se habían vuelto comunes en sus visitas a Tijuana.

“Sé que es un hombre noble y que muchos casos de personas desaparecidas en el país que él no sabe que estamos sufriendo mucho por la desaparición de un ser querido”, dijo Karla Cox entre el llanto, sosteniendo un folleto con la foto de su hija desaparecida y con el final del convoy de seguridad pasando detrás de ella.

+ posts

Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Autónoma de Baja California. Especialidad en Periodismo Policial y Judicial de la Universidad Iberoamericana, Campus Ciudad de México. Más de 12 años en medios de comunicación de México y Estados Unidos, como Semanario Zeta, Sin Embargo o la agencia española EFE.