Sentirse completa otra vez, eso representa para Leslie la reconstrucción de su seno

Mexicali.- “Es sentirse otra vez completa, eso representa para mí la cirugía. Es una gran oportunidad, no se trata sólo de una operación estética, es una cuestión emocional”, explica Leslie, una joven sobreviviente de cáncer de mama de 36 años, quien hoy viernes 28 de octubre será sometida a la reconstrucción de su seno izquierdo.

Hace casi cuatro años que se lo extirparon por un tumor maligno y 13 ganglios. Acababa de cumplir 33 años cuando supo que tendrían que quitarle una mama.

De manera preventiva, durante su lucha contra el cáncer, Leslie Franco Espinoza perdió también la matriz, las trompas de falopio y los ovarios.

Sin embargo, comparte que sin duda fue la mastectomía la que más afectó su estado de ánimo por el impacto que implica no sólo en la apariencia, sino también en la seguridad personal.

“Hasta hace poco comencé a aceptarme y pude verme en el espejo”, agrega la mamá de dos adolescentes que accedió a compartir su testimonio con PUNTO NORTE.

Perder un seno es algo muy fuerte, no representa sólo la vanidad de ser mujer sino también la seguridad y el sentirse bien, insiste al tiempo de que agradece haber salvado la vida.

Leslie se confiesa nerviosa por la cirugía ambulatoria para la que se prepara desde hace un mes como una de las 11 mujeres, de las 20 evaluadas, que resultaron candidatas en un programa del gobierno de Baja California para la reconstrucción de seno, pero también se dice muy alegre de ser una de las beneficiarias de algo con lo que soñó desde que se lo extrajeron.

“Yo lo esperaba casi desde que me lo detectaron y me dijeron que había que retirarlo”, menciona.

Las Jornadas de Cirugías de Reconstrucción Mamaria en las que Leslie será una de las beneficiarias se realizarán en alianza con la fundación Mujeres que Viven, el Colegio de Cirujanos Plásticos de Baja California y la Secretaría de Salud del Estado y tendrán lugar el viernes 28, sábado 29 y domingo 30 de octubre de 2022 en el Hospital General de Mexicali. Serán sin costo, según anunció la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.

“Fue algo muy duro, caí en una depresión muy fuerte, estuve medicada, en tratamiento psiquiátrico y psicológico para poder sobrellevar la pérdida de una parte de mi cuerpo”, comparte Leslie.

Algo que le ayudó, reconoce, es nunca haber dejado de trabajar y mantenerse ocupada en su empleo de limpieza de oficinas, así como el apoyo de su familia que siempre la ha acompañado.

Sostiene que afortunadamente su cáncer fue detectado a tiempo, cuando apenas comenzaba y ella no pasó por tratamientos tan desgastantes como las quimioterapias, las radiaciones y otros muy dolorosos que han tenido que sobrellevar otras mujeres.

“Nos convertimos en hermanas del dolor, del proceso. Yo sé lo que se siente y eso provoca que nos identifiquemos”, señala con referencia a otras sobrevivientes de cáncer con las que ha logrado hacer amistad.

A pesar de todo lo que ha sobrellevado, Leslie no ve al cáncer como algo devastador.

“A mí el cáncer me dejó más cosas que lo que perdí; me dejó cosas mejores. Yo era otro tipo de persona, tenía otra mentalidad y otras ambiciones. A mí mi proceso me cambió, cambió mi forma de pensar, de ser y de vivir”, asegura.

Reconoce que está nerviosa y no quiere exagerar en las expectativas “porque tengo que entender que no quedamos igual, es un proceso”, pero le emociona volverse a ver similar a antes.

“A las mujeres les digo que la detección temprana puede salvarnos la vida, que no dejen pasar nada extraño que detecten en su cuerpo, uno sabe cuando algo no anda bien, lo mío fue una bolita y se necesitó que me quitaran el seno y fui muy rápido a solicitar atención”, comenta.

Y continúa “tu cuerpo es muy sabio, si algo no es normal te lo avisa, el sentimiento de que algo no está bien también hay que tomarlo en cuenta”.

El 12 de diciembre de 2018, Leslie fue al médico sólo a una biopsia por una bolita al lado del seno izquierdo, descartaban un tumor por su edad y sus antecedentes.

No obstante “ya no me dejaron salir y al día siguiente me quitaron el seno, fue muy drástico, pero no había otra opción”, sostiene con voz que refleja emociones encontradas.

“De un mes a otro creció la bolita y no hice desidia, eso influyó en que el cáncer aún se encontrara en etapa cero y encapsulado cuando me intervinieron”, indica.

Actualmente, Leslie se encuentra en remisión, con revisiones anuales, en la última fase para determinar que está curada de cáncer.

Leslie confía en que su testimonio sirva para que otras mujeres tomen conciencia de que un diagnóstico de cáncer no es el final, que existen tratamientos y que la autoexploración es muy importante, influye en la detección oportuna, algo que puede llegar a salvar la vida.

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