Lo que realmente pasó con Cristina Victoria, la chica sordomuda calcinada en el vaso de la Presa

Tijuana.- La versión sobre el asesinato de Cristina Victoria Rubio, una mujer sorda, ha estado plagada de contradicciones e inconsistencias por parte de su pareja sentimental, un hombre identificado como Julio, quien fue la última persona con quien estuvo la víctima antes de ser encontrada sin vida.

Julio fue quien reportó la desaparición de su novia supuestamente en manos de un grupo armado, el cual la habría privado de la libertad sin razón aparente mientras se encontraba con él en la presa Abelardo L. Rodríguez, a donde habían ido a pasear.

Además, al día siguiente de haber reportado el supuesto rapto de su novia por varios sujetos armados, él mismo fue quien encontró entre arbustos en un camino desolado de terracería, el cuerpo de Cristina Victoria. El hallazgo del cadáver de su novia, Julio lo hizo a los pocos minutos de haber iniciado una búsqueda en la extensa zona de la presa.

Tanto Julio como Cristina Victoria son parte de la comunidad sordomuda de Tijuana, por lo que ha sido necesario un intérprete para que los investigadores y el ministerio público se comuniquen con él por medio del lenguaje de señas.

Algo que no se ha dado a conocer es que después de que el domingo circulara en redes sociales la versión de Julio de que lo habían golpeado para privar de la libertad a su novia, éste reconoció ante policías municipales que en realidad se había peleado con Cristina Victoria en La Presa, y que ella se había quedado allá por su propia voluntad, esta versión de Julio quedó registrada en C4 por indicación de los policías municipales que atendieron el reporte.

De hecho, el incidente (con número 25735) generado en el 9-11, una vez que los policías se entrevistaron con Julio se reclasificó de “privación de la libertad” a “violencia de pareja”.

Otro de los elementos inconsistentes en la versión dada por Julio y que PUNTO NORTE pudo corroborar, es que la noche en que se denunció por teléfono la desaparición de Cristina, un amigo de Julio, quien le ayudaba de intérprete para comunicarse con el operador del 9-11, dijo que él “se encuentra bastante golpeado”. Ésas fueron las palabras que quedaron grabadas y registradas en la llamada del C4.

La versión de que Julio se encontraba muy golpeado fue la misma que sus amistades y familia difundieron en redes sociales ese mismo día. También fue tomada como cierta por medios de comunicación y periodistas, los cuales aseguraron que un grupo de hombres armados había golpeado a Julio y se habían llevado a Cristina Victoria. Incluso algunas versiones en Facebook aseguraron que al hombre le habían fracturado la nariz en el ataque.

Sin embargo, la Policía Municipal no se conformó con la denuncia por teléfono y le pidió a Julio y su amigo esa noche, esperar a una unidad que se acercaría a recabar más datos. Al entrevistarse con ellos, notaron que Julio no se encontraba golpeado e incluso tomaron una fotografía, la cual fue obtenida por PUNTO NORTE, en la cual se puede apreciar a Julio ileso, solo con un raspón en su nariz.

La narrativa de cómo sucedieron los hechos ha despertado dudas y preguntas que aún no se responden. Por ejemplo, la versión de Julio asegura que el rapto de su novia fue alrededor de las 5:30 de la tarde del domingo 8 de enero, pero la llamada al 9-11 para informar de los hechos ocurrió tres horas y media después.

Por si fuera poco, en la llamada de con la operadora del C4, el amigo Julio, quien lo ayudaba a interpretar, dijo que el rapto de la mujer había ocurrido 30 minutos antes de la llamada, lo cual nuevamente generó una contradicción.

El domingo 8 de enero, a las 8:54 de la noche, el número de emergencias recibió una llamada, en la cual se reportaba la supuesta privación de la libertad de una mujer en manos de un grupo armado que se trasladaba en dos vehículos. La operadora del C4 que atendió el reporte escribió:

“Es reportado por medio de la línea de emergencias 911, informa un ciudadano que localizó a su amigo el cual es sordomudo y se encuentra bastante golpeado, el cual le manifiesta que hace media hora en el vaso de la presa, lo agredieron físicamente sujetos abordo de 2 vehículos tipo Jeep Cherokee y posteriormente se llevaron del lugar por la fuerza y portando armas de fuego a su novia de nombre Cristina Victoria de 36 años de edad (desconoce apellidos), al momento se aproxima policía al lugar para confirmar el hecho, pendientes por novedad”.

En ese momento, el amigo de Julio avisa que ellos no están en el vaso de la presa Abelardo L. Rodríguez, sino que se encuentran en la calle Paseo de las Lomas de la colonia Lomas Conjunto Residencial en la delegación La Mesa.

Una vez que los agentes llegan con Julio y su amigo, quien les ayudó a interpretar, los uniformados informaron a su central de radio estas palabras textuales: “que se trata de una riña conyugal y la fémina se quedó en el vaso de la presa extraviada, unidades se abocaron al lugar para tratar de localizar a la fémina”. Y el incidente se reclasifica a “violencia de pareja”. Como prueba de que atendieron el reporte, los policías toman una fotografía de Julio.

A las pocas horas, familiares y amigos de Julio publicaron en redes sociales la desaparición de Cristina Victoria junto a su foto, el número de contacto, el teléfono de la mamá de Julio, así como la hora y el lugar de su desaparición.

En la imagen difundida por las personas cercanas a la pareja se puede leer: “Atención. Aviso Urgente. Se busca fue tomada a la fuerza en la presa. Domingo 8 a 5:30p. Es sorda muda” y el número de contacto.

Amigos de Cristina difundieron que a las 8:05 de la noche, en el estado de WhatsApp de ella, se publicó un video ya sin luz del día, filmado desde dentro de un vehículo en movimiento con las luces encendidas, grabando el camino de terracería y vegetación similar a la del vaso de la Presa, pero sin enfocar ninguna persona o a ella misma, lo que hizo presumir que quien subió el video, intentó hacer ver como que a esa hora, ella seguía con vida.

La llamada al 9-11, reportando su desaparición fue a las 8:54 de la noche, ya estando Julio en su casa en Conjunto Lomas Residencial, a más de 40 minutos de La Presa.
Más tarde, en los primeros minutos después de la medianoche, se genera otro incidente en la C4. En esta ocasión, se trata de la madre de Julio, quien acude a la delegación policiaca de Los Pinos, ubicada sobre antigua carretera a Tecate en La Presa.

A esa hora, a las 00:34 de la mañana, se genera el segundo reporte oficial de la desaparición de Cristina. Esta información se comparte con los mandos de la Policía, entre otras instituciones de seguridad.

Mediante la central de radio, se explica que en la delegación se encontraban Julio y su madre entrevistándose con policías municipales. La mujer les explica prácticamente lo mismo que se dijo en el primer reporte, pero con mayor detalle.

La mujer detalló a los policías que su hijo Julio, quien es sordo mudo, le contó mediante señas que aproximadamente a las 18:00 horas del día de ayer (domingo 8 de enero) “al estar con su novia de nombre Cristina Victoria Rubio, misma que también es sordo muda, abordó un vehículo Silverado color blanco al interior del vaso de la presa, Abelardo L Rodríguez, llegaron 2 vehículos, de los cuales solo recuerda una Jeep Cherokee color blanco de donde descendieron 3 personas del sexo masculino, los cuales rompieron el cristal lateral izquierdo”, se puede leer en el informe policiaco, al cual también puedo acceder PUNTO NORTE.

La mamá prosiguió contando a los policías, de acuerdo con lo que Julio le explicaba con señas: que los hombres portaban armas de fuego y que “golpearon a su hijo y bajaron a la novia de su hijo… para subirla a la Cherokee” para luego retirarse del lugar. Según su versión, no hubo ningún otro testigo del rapto más que él.

La mujer dijo que después de la supuesta agresión, su hijo llegó a su casa, ubicada a unos 20 kilómetros del vaso de la presa y le contó lo ocurrido.

El lunes 9 de enero a las 8:34 de la mañana, Julio, con la ayuda de un amigo de nombre Cristian, se comunica al 9-11 para dar aviso a la policía que acaba de encontrar el cuerpo de su novia, sin vida y calcinado.

El cuerpo de Cristina estaba escondido entre matorrales, a metros de uno de tantos caminos de terracería que van hacia el cañón Las Palmas, es decir, en el vaso de La Presa, pero con dirección hacia el sur tomando como referencia el puente Valle Bonito del bulevar 2000, a la altura del Rancho Los Cascabeles.

A la llegada de la Policía, encuentran efectivamente a Julio y a su amigo en una Grand Cherokee, quienes reconocen que habían encontrado a Cristina parcialmente calcinada fuera del camino y entre los matorrales. La mujer tenía lesiones por el fuego mayormente en las piernas y en el vientre, pero reconocible del rostro y por sus tatuajes en brazo, pecho y mano. Tampoco llevaba calzado.

Fuentes del Servicio Médico Forense (SEMEFO) confirmaron a PUNTO NORTE que la mujer no tenía lesiones provocadas por proyectil de arma de fuego, como se podría pensar si hubiera sido asesinada por un grupo armado.

El miércoles 11 de enero, Julio se presentó al Ministerio Público a dar su declaración como testigo de los hechos. Se hizo acompañar de un abogado y de su madre.

La Fiscalía General del Estado se encuentra investigando este crimen, sin descartar ninguna línea de investigación hasta el momento.

Cristina tenía señas de estrangulamiento, sobre todo por la posición de la lengua entre sus dientes, característico de una muerte por asfixia. También presentaba unas 20 lesiones en el cuello, aparentemente por mordedura de un animal después de muerta o, bien, producidas por un objeto punzocortante como un cuchillo o una navaja. No se encontraron indicios de bala ni las pertenencias de la mujer, como su celular: su homicida se lo había llevado.