“Vi a mi hijo perder su vida en mis manos”: Payaso Garrita narra el crimen de su hijo de 15 años en fiesta donde daba show

Tijuana.- El domingo por la tarde, mientras amenizaba una fiesta infantil con su show Garritas Payaso, José Aminadad Rodríguez Barajas, perdió a su hijo, Osvaldo Abdiel, de tan solo 15 años, quien fue atacado a balazos frente a él y su público en la banqueta del convivio.

Hoy, el padre de familia acudió a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) a recuperar el cuerpo y así “tener un momento de tranquilidad para poder llorarle a nuestro hijo y despedirlo como debe de ser”.

Osvaldo era uno de los gemelos, hijo del payaso, que lo acompañaban a sus espectáculos para ayudarlo durante sus funciones, ya fuera como encargados de instalar y manejar el sistema de audio, ayudarle a cargar sus artículos o preparar el escenario.

“Yo estaba realizando mi función cuando escuchamos detonaciones. Como ser humano, el cuerpo reacciona a querer proteger el propio cuerpo, cuando todos entramos a un momento de cordura, por desgracia, una bala le había tocado a mi hijo”, recordó hoy sobre los hechos ocurridos el domingo 11 de junio.

Sin embargo, los investigadores presumen que el ataque fue directo contra el adolescente.

Frente a la tragedia, José Aminadad pone por delante su fe. “No soy nadie para renegar de las voluntades de mi Dios, Dios sabe porqué hace las cosas”.

Osvaldo Abdiel tenía 15 años y estaba por terminar el segundo semestre de bachillerato, entre las actividades que le gustaba hacer, como casi a todos los adolescentes de su edad, estaba practicar fútbol.

El domingo, mientras su padre realizaba su show en un domicilio ubicado en la calle 24 de Febrero de la colonia Colinas de la Mesa, recibió una bala en la espalda, que le atravesó el cuerpo y salió por el pecho.

Osvaldo estaba al lado de su gemelo, quien fue el primero en tomarlo en brazos mientras el asesino, vestido con ropa oscura , de complexión delgada, corría hacia un cerro.

En el lugar, quedaron cuatro casquillos percutidos, los cuales, confirmó hoy la Fiscalía General del Estado (FGE), están relacionados con cuatro homicidios en la misma zona geográfica donde el menor fue asesinado y en donde vivía la víctima y su familia.

“Palabras no pudieran expresar el dolor tan grande que siente uno como padre, al ver perder la vida de su propio hijo en sus propias manos, más cuando uno va a realizar un trabajo que por más humilde que este parezca, mi deber es como trabajador, hacer reír a las familias, en general niños y adultos”, compartió José Aminadad.

El padre de familia contó con dolor cómo un momento de felicidad pasó a convertirse en una tragedia.

“Después de estar con una gran sonrisa, recibir un trago tan amargo como es la pérdida de un ser tan amado como es mi propio hijo, no existen palabras. Mi familia se encuentra completamente devastada. Son personas dedicadas a las cosas de Dios. Mi familia es cristiana, yo creo en Dios, pero no comparto la misma religión, el único consuelo que vamos a recibir es de parte de Dios”, reiteró.

Frente a las oficinas de Semefo, José Aminadad agradeció a las autoridades por agilizar los trámites que les permitieron hoy recibir los restos de su hijo.

Y puso nuevamente su confianza en Dios para que el homicidio se resuelva.

“Confío en Dios y que ha puesto a unas autoridades completamente competentes para hacer lo que tienen que hacer en estos casos. Uno no puede recriminarles nada porque si Dios los puso en ese lugar, es porque ellos pueden hacer algo”, dijo a medios de comunicación.

Sin embargo, dijo no tener sospecha sobre el móvil. “Somos personas de bien, dedicadas a hacer nuestro trabajo y agradecemos de antemano todo el apoyo que la comunidad nos ha estado brindando”.

Al momento de recordar su hijo, José Aminadad, confesó que como todo padre, solo puede decir cosas buenas de él.

“Persona tan amable, tan sencilla. Es trágico y es triste, pero son cosas que se viven en la realidad. Él era mi mano derecha, sabía que tenía que poner la música, era mi apoyo cuando realizaba mi presentación que no podía realizar y él me apoyaba en esos momentos”, recuerda.

De hecho, ese día lo invitó a acompañarlo para que “disfrutara un poquito porque ya iban a empezar sus vacaciones”.